9 DE DICIEMBRE DIA DE LOS DEFENSORES POR LOS DERECHOS
HUMANOS
No puedo dejar pasar este día sin
recordar a mis compañeras de lucha por
la defensa de los derechos humanas en
Salta Lucrecia Barquet y Coca Gallardo, que ya se fueron, partieron de este
mundo, aunque aún las presiento, ahí muy cerca marcando el camino.
Lucrecia siempre iba al frente de
toda marcha popular en la que se reclamara un derecho, pidiendo se reabran las causas por
delito de lesa humanidad, por trabajadores despedidos, luchadores sociales
encarcelados, desalojados…cuantas veces habrán impedido, poniendo su cuerpo adelante de algún manifestante, que este fuera apresado. Recuerdo
una vez que Lucrecia se subió a un carro de asalto de la policía provincial
para hacer descender de él a un grupo de manifestantes que estaban siendo
detenidos, o cuando en un escrache a un represor le pido ayuda a un policía para
colgar el cartel con la foto del genocida con una leyenda que decía así: “¿sabe
usted vecino quien vive al lado de su casa?” el pobre cana la miro con sorpresa y a su
pesar termino colgando el cartel.
Coquita siempre de bajo perfil
ella misma decía yo soy la petisa de los mandados, se reía con su voz ronca por
el cigarrillo, el que no dejo por mas infartos que fueran… el pucho le hacía compañía
en las largas noches en que la tristeza la invadía y perdía el sueño pensando
es su Chicho, Ramón Gerardo Gallardo su gran
amor el que le arrebato una tarde de las mano, un grupo de tares, de la patota de Joaquín
Guil. El represor, genocida y ex inspector
de la policía provincial, responsable de casi todos los crímenes cometidos por
el terrorismo de estado en Salta.
De ellas, de Lucrecia y Coquita aprendí la resistencia a no perder el
horizonte y que toda lucha al final tiene su recompensa, me enseñaron a realizar los Tendederos por la Memoria, no podían
quedar los compañeros en el anonimato, había que contar cada una de esas historias.
El día que por fin entramos al
primer juicio oral y público en la justicia federal de la provincia, el juicio
por el secuestro y desaparición del escribano Aldo Melito Bustos … Lucrecia ya no estaba para
tomarme del brazo y empujarme a la sala diciendo mira chiquita lo logramos por fin
los compañeros tendrán justicia. Pero estaba presente en el corazón de todos
los que militamos con ella. Y un día también partió Coquita, antes de marchar
nos dejo un regalo. Declaro en la justicia y dejo muy en claro la participación
en la represión del ex Juez Ricardo Lona. Con el mismo tono de voz con el que
nos contaba una y otra vez sus vivencias dijo “Señor juez Lona siempre me atendió
muy bien muy amable el… pero cuando le presente los habías corpus por mi marido a todos
los hizo u bollito y los tiro delante mío al cesto de basura” quienes la escuchamos no podíamos disimilar la
risa que nos provoco… siempre licuó la tragedia con una cuota de humor. Como si quisiera ganarle al dolor la
pulseada, tal vez por eso nos justaba tanto escuchar sus historias, las
anegdotas de los compañeros, resaltando siempre la alegría con la que vivieron,
militaron y soñaron un mundo con mas igualdad y justicia social.
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