sábado, 5 de junio de 2010

TUCUMÁN

Caso "La Jefatura": la oficina de Albornoz funcionaba frente a la sala de torturas

El testigo Oscar Conte confirmó, al realizarse la inspección ocular del centro clandestino de detención que el genocida, Roberto Albornoz tenía su oficina frente a la sala de torturas. Seis testigos participaron aportando datos sobre el edificio. No estuvo ningún abogado de la defensa.

Con gran presencia de público se realizó la inspección ocular a la ex jefatura policial
El público exigía cárcel común para los represores

Albornoz participó de torturas “con la vista, el oído y seguramente con las manos”, dijo el fiscal Terraf.

El caso la Jefatura va llegando a su fin y cada vez los imputados están más complicados. La pena mínima que le corresponde por las atrocidades realizadas es la cárcel, común, perpetua y efectiva. Ayer fue una jornada particular. Se realizó una inspección ocular al centro clandestino de detención que funcionaba en la ex Jefatura de Policía. Participaron seis testigos, el tribunal, los abogados querellantes, periodistas y acompañó el público en forma masiva. Los abogados defensores al igual que sus clientes brillaron por su ausencia.

Los testigos Raúl Elias, Oscar Conte, Carlos Gallardo, Gustavo Holmsquit, Carlos Soldati y Luis Ortiz fueron quienes aportaron datos de cómo era el predio donde funcionaba el centro clandestino de detención. Jefatura de Policía estaba ubicada entre calles Sarmiento, Salta, Santa Fe y Junín. El lugar de detención se encontraba en la zona de Santa Fe, desde Salta hasta Junín.

Según expresaron las cinco personas, todos ingresaron por Santa Fe a mitad de cuadra. En aquél entonces era un portón de chapa de color verde. Hacia Junín se extendían los calabozos, hoy derribados. Mientras que hacia el otro lado estaba un salón, especie de sala de espera, donde los detenidos se encontraban antes de ingresar a la sala de tortura. Una habitación pequeña con forma de hexágono donde eran sometidos a picanas, submarino (asfixia en tacho de agua) y parrilla eléctrica. Justo al frente se encontraba la oficina del tuerto Albornoz, según relató Oscar Conte, quien fue liberado personalmente por quien era el Jefe de Inteligencia de la policía en aquél entonces. Llegando a Salta el museo de la subversión, al final el baño.

“Desde el punto de vista procesal la inspección es positiva porque todos los testigos fueron coincidentes en reconocer los lugares donde fueron detenidos, secuestrados y torturados. La oficina del entonces comisario Albornoz, estaba a la par de donde se encontraban detenidos y a la par de donde eran torturados”, relató al término de la inspección el fiscal Terraf. Todo esto “me hace pensar de la participación activa de Albornoz, de su presencia en torturas. Con la vista, el oído y seguramente con las manos”, agregó.

A su vez Terraf estimó que por este centro clandestino de detención pasaron alrededor de 200 personas.

Además Zimmermann quien fuera en aquél entonces Jefe de la Policía tenía su residencia en el predio de Jefatura, sobre Sarmiento y Salta. Zona no explorada ayer porque no era parte del centro clandestino.

El público

Mientras los testigos realizaban la inspección ocular familiares de las víctimas del Terrorismo de Estado acompañaron en forma masiva con sus característicos carteles con los rostros de sus seres queridos. “Como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar, olé olé, olé, olá”, coreaban por momentos.

El martes se reabren las audiencias. Será la última semana de ronda de testigos y se pasará a las pruebas testimoniales.

Hoy, esa sala está dividida en dos, allí golpeaban a los detenidos antes de llevarlos a la sala de tortura

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