miércoles, 16 de mayo de 2012


GRANDE MARTIN!!! ESTE SI QUE ES UN HERMANO QUE SE LA JUGO POR TODOS!!!








EL PAIS › Nota de tapa

EN EL NOMBRE DEL PADRE

Por Laura Vales
 |  | Martín Fresneda, uno de los fundadores de la agrupación Hijos en Córdoba, cuyo padre es uno de los abogados desaparecidos en la llamada Noche de las Corbatas, será el nuevo secretario de Derechos Humanos de la Nación. Fue miembro de la querella en los juicios contra Menéndez y Videla.

 
LA PRESIDENTA PONDRA HOY EN FUNCIONES A MARTIN FRESNEDA, EN REEMPLAZO DEL FALLECIDO EDUARDO LUIS DUHALDE

Un Hijo en la Secretaría de Derechos Humanos

El nuevo titular de la secretaría tiene 37 años y es abogado. Fue uno de los fundadores de la agrupación H.I.J.O.S. en Córdoba. Tenía dos años cuando fueron secuestrados sus padres, durante La Noche de las Corbatas.
Martín Fresneda fue llamado a declarar la semana pasada como testigo en el juicio que se sigue en Mar del Plata por la desaparición de sus padres.
 
Por Laura Vales
Martín Fresneda asumirá esta tarde como secretario de Derechos Humanos. Hijo de desaparecidos, el nuevo titular de la secretaría fue de niño, junto con su hermano, testigo del secuestro de sus padres por un grupo de tareas durante la llamada Noche de las Corbatas. Es abogado y en la provincia donde se instaló –Córdoba– ha sido querellante en varios de los juicios por los crímenes cometidos por el terrorismo de Estado.
La presidenta Cristina Kirchner lo pondrá en funciones hoy para reemplazar al fallecido Eduardo Luis Duhalde. El nuevo secretario ya era parte de la administración kirchnerista en su provincia, donde estaba a cargo de la Anses local. En las elecciones del año pasado había sido además parte de la camada de jóvenes que ingresaron en las listas de diputados del Frente para la Victoria. En su caso, como el referente más conocido a nivel cordobés de la agrupación juvenil La Jauretche. Su nombre ocupó el quinto lugar en la lista de legisladores nacionales del FpV.
Fresneda fue uno de los fundadores de la agrupación H.I.J.O.S. en Córdoba, y viene de una historia política que en su origen no tuvo que ver tanto con el peronismo sino más bien con los movimientos y organizaciones sociales de los ’90. Con los conflictos que le tocó vivir a su generación. Hoy tiene 37 años. Estaba haciendo el secundario en Catamarca cuando mataron a María Soledad Morales, que tenía su edad. Así hizo sus primeras actividades militantes en las marchas del silencio. Al terminar el colegio se mudó a Córdoba para estudiar Derecho. En la Universidad se sumó a la coordinadora antirrepresiva Unidos. Luego fue parte de la Universidad Trashumante, una experiencia de inspiración zapatista que por la crisis del 2001 recorrió el país con un colectivo, haciendo educación popular.
Fresneda ya había participado de la creación de H.I.J.O.S Córdoba cuando fueron derogadas las leyes de Obediencia Debida y Punto Final. Como abogado, se volcó a la reapertura de los juicios por delitos de lesa humanidad. Fue querellante en los tres primeros que se lograron reabrir en la provincia y en los que fueron condenados Luciano Benjamín Menéndez y Jorge Rafael Videla. En ese camino fue que se sumó orgánicamente al kirchnerismo, luego de conocer a Néstor Kirchner al hacer una gestión ante el entonces presidente para pedirle equipos destinados al reconocimiento de restos de desaparecidos. El año pasado, en Mar del Plata, finalmente llegaría la posibilidad de llevar a juicio oral la desaparición de sus padres.
Tomás Fresneda y su mujer, María de las Mercedes Argañaraz, fueron secuestrados en julio de 1977 durante La Noche de las Corbatas, una serie de operativos con que la dictadura desapareció a un grupo de abogados laboralistas de Mar del Plata. El había militado en la Juventud Peronista, pero se había convertido en una molestia por representar a trabajadores y comisiones gremiales.
Los Fresneda tenían dos hijos, Ramiro y Martín. María de las Mercedes esperaba al tercero: en el momento del secuestro cursaba el quinto mes de embarazo.
Los niños, que tenían cuatro y dos años, esa noche presenciaron el operativo. Los sacaron de su casa junto a su madre, y como en realidad al que buscaban era al padre, los llevaron a todos al estudio jurídico, donde Fresneda se presentó y entregó, desarmado, sabiendo que la patota tenía a su familia. Por el testimonio de sobrevivientes, años más tarde se conocería que el matrimonio fue llevado a La Cueva, el centro clandestino de detención que funcionó en la Base Aérea de Mar del Plata. El hijo de María de las Mercedes todavía no fue restituido.
Los chicos quedaron con sus abuelos y luego se criaron con una tía, en Catamarca. Los dos estudiaron Derecho. La semana pasada fueron llamados a declarar como testigos en el juicio oral que se sigue en Mar del Plata por la desaparición –entre otros casos– de sus padres, y en el que están imputados 16 policías y militares que actuaron en los centros clandestinos de Mar del Plata y Necochea. Ramiro, que es el mayor, dijo que nunca se olvidó de la imagen de su madre agarrándose al marco de una puerta para que no se la llevaran. Martín, que tenía dos años y medio, hizo un relato según la reconstrucción que pudieron hacer en los años que siguieron.
La gestión de Eduardo Luis Duhalde frente a la Secretaría de Derechos Humanos tuvo como uno de sus ejes centrales dar el apoyo del Estado al desarrollo de los juicios contra los represores. La secretaría logró, para esto, ser habilitada para presentarse como parte querellante en los juicios, un punto especialmente importante para que, en los lugares con poca organización local, los procesos no quedaran frenados por falta de impulso. Ahora, junto con la continuidad de esa línea, la intención sería reforzar las políticas de restitución de identidad y de restitución de los restos de los desaparecidos, como un modo de ir completando los objetivos de reparación posible a los crímenes de la dictadura.
El nombramiento del sucesor de Duhalde llevó más de un mes. Tras aceptar la designación, Fresneda mantuvo el bajo perfil y se excusó de hacer declaraciones públicas. Jurará esta tarde, después de las 17.30, con el acompañamiento de los organismos de derechos humanos.
La corbata de Fresneda
Imagen: Pablo Piovano
 
Por Martín Granovsky
Estaban atados y encapuchados. Les gritaron: “Pórtense bien, que hoy no queremos matar más a nadie”. Lo escucharon dos abogados, Tomás Fresneda y Carlos Bozzi. Ambos habían sido secuestrados en Mar del Plata. Fresneda está desaparecido junto a otros abogados. Bozzi es el único sobreviviente y es el que contó el grito de los represores el 8 de julio de 1977, hace casi 35 años. También recordó que ese mismo día fue asesinado Norberto Centeno, autor de la Ley de Contrato de Trabajo de 1974 y socio de Jorge Candeloro, raptado en Neuquén y trasladado a Mar del Plata.
Entre los once secuestrados también estaba la mujer de Fresneda, María de las Mercedes Argañaraz.
El episodio quedó en la historia como La Noche de las Corbatas, por el núcleo de abogados privados ilegalmente de su libertad al mismo tiempo, incluso con operativos entre Neuquén y Mar del Plata. Como suele recordar el periodista José Luis Ponsico, testigo clave de los juicios de la verdad en la década de 1990, a la represión militar marplatense se sumaron también miembros de Concentración Nacional Universitaria, la agrupación de extrema derecha que había comenzado a actuar en 1971 con el asesinato de la estudiante Silvia Filler.
Influidos por falangistas y nazis de La Plata, los integrantes de la CNU fueron un verdadero Ku Klux Klan antes de convertirse en parte de la patota que tuvo influencia en la universidad y la Justicia. En ambos sitios había blancos del CNU y también miembros de la CNU que conocían perfectamente a cada uno y actuaron como informantes y operativos en la represión sistemática tras el golpe del 24 de marzo de 1976. Candeloro era miembro de la Asociación Gremial de Abogados, una organización importante en la defensa de presos políticos durante la dictadura de Alejandro Lanusse.
La dictadura de Jorge Rafael Videla utilizó la información previa de la inteligencia militar y los grupos paraestatales y completó la tarea de liquidar corbatas vinculadas con la defensa de las libertades individuales y los derechos de los trabajadores.
Martín Fresneda, que asumirá hoy como secretario de Derechos Humanos de la Nación, no siempre usa corbata. Fresneda es hijo de Tomás. Además de hijo, integra Hijos. Y, en política, es dirigente de la agrupación Arturo Jauretche, del peronismo cordobés. Ligado en Córdoba, donde vive, al secretario de Legal y Técnica Carlos Zannini, fue candidato a diputado nacional en las últimas elecciones y en sus discursos sin corbata reivindicó a todas las líneas juveniles del kirchnerismo.
En los tribunales, en cambio, sí se pone la corbata. Fue abogado querellante en las causas contra Luciano Benjamín Menéndez, el jefe del poderoso Tercer Cuerpo de Ejército bajo cuyo mando funcionaba La Perla, uno de los tres grandes campos de concentración de la Argentina junto con la Escuela de Mecánica de la Armada y las instalaciones del Ejército en Campo de Mayo.
Emotivo sin corbata, prefiere ser didáctico cuando la usa en la Justicia. En el juicio de Menéndez II eligió ese tono para desmontar los argumentos de la defensa. Dijo por ejemplo que en el juicio a los comandantes de 1985 había quedado probado que los decretos ordenando el aniquilamiento del accionar de la guerrilla no tenían por qué ser interpretados como una orden para aniquilar habitantes o ciudadanos. Y al hablar de las directivas de la represión se detuvo en la 405, de 1976: “El Ejército intensificará la lucha contra la subversión en su jurisdicción y fuera de ella mediante la detección y destrucción de las organizaciones subversivas. La prioridad son los ámbitos industriales y educacionales, dando preeminencia a lo urbano sobre lo rural”. Citó también que el Ejército tendrá “responsabilidad primaria en todo el ámbito nacional”. Y leyó un párrafo de esa misma directiva para las operaciones del Ejército: “Conducirá con responsabilidad primaria el esfuerzo de inteligencia en la comunidad informativa contra la subversión mediante la acción coordinada de todos los elementos a su disposición”. También relató un documento hallado en casa de un represor, Luis Manzanelli, sobre el papel de la inteligencia que se debía hacer sobre los detenidos y el uso de la información que se les extraía. La directiva, dijo, consistía en que después del aniquilamiento había que aplicar el mismo método de ejecución extrajudicial sobre quienes la inteligencia llamaba “ideólogos”.
Después de la muerte de Eduardo Duhalde, que encabezó la Secretaría de Derechos Humanos desde el 25 de mayo de 2003, un hijo de desaparecidos ocupa su puesto. Martín Fresneda será otra corbata al frente de la secretaría encargada de articular la promoción de derechos y su protección, tanto en la revisión judicial de los años de plomo como, hacia el futuro, en la vida cotidiana de los habitantes de este país. Cualquier parecido con una parábola sobre la Argentina de la dictadura a la democracia no es, en este caso, simple coincidencia.
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LOS ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS VALORARON LA DESIGNACION

“El Estado no va a bajar los brazos”

Nora Cortiñas
 
 
La condición de hijo de desaparecidos de Martín Fresneda, junto a su experiencia como querellante en juicios por violaciones a los derechos humanos y su militancia con otros hijos e hijas de víctimas de la última dictadura, fueron los aspectos que más destacaron los organismos de derechos humanos a la hora de reflexionar sobre su designación al frente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. “Es una garantía de que el Estado, desde la secretaría, no va a bajar los brazos en nuestra lucha”, mencionó Graciela Lois, integrante de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas. “Que sea uno de los abogados que enjuició al genocida (Jorge Rafael) Videla es más significativo aún”, apuntó Carlos Pisoni, de H.I.J.O.S. Ciudad de Buenos Aires. La juventud del flamante funcionario que asumirá formalmente su responsabilidad esta tarde fue lo remarcado por Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora: “Es muy bueno que la juventud tenga en sus manos la gran responsabilidad de continuar la huella que dejó Eduardo Luis (Duhalde, fallecido hace poco más de un mes). Confiamos en que adquirirá experiencia”, reflexionó Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
  • Carlos Pisoni, H.I.J.O.S.: “Estamos muy contentos. Martín es impulsor de la agrupación en Córdoba, por lo que su llegada a la Secretaría de Derechos Humanos es la llegada de H.I.J.O.S. a ese espacio, algo que tiene que ver con el trasvasamiento generacional de una lucha que ya lleva muchísimos años. Es muy significativo también que sea abogado, y si pensamos que fue uno de los que enjuició al genocida Videla, lo es más aún. Además de tener capacidad técnica para hacer frente a los compromisos característicos del cargo, Martín podrá aportar un cambio generacional a la secretaría, que es necesario. Su formación política en H.I.J.O.S. le permitirá avanzar en la temática, cubrir las violaciones de los derechos humanos que la dictadura provocó y trabajar en las problemáticas que los afectan hoy. Creemos que es el momento de los jóvenes”.
  • Nora Cortiñas, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora: “La línea que dejó Eduardo Luis Duhalde, la huella que marcó al frente de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación es muy grande y no será fácil cumplir con el compromiso de seguirla con coherencia y empeño. Sin embargo, confiamos en la juventud que representa Martín, confiamos en la fuerza que nace de ella, de la historia de este chico y de su militancia, para llevar bien este cargo y para que haga su propio camino. Por eso tenemos esperanza en que siga la línea que, hasta que Eduardo Luis se fue, tuvo el organismo, y confiamos en que Martín va a adquirir la experiencia necesaria, acompañado por el grupo de profesionales que trabaja en la secretaría desde hace años”.
  • Graciela Lois, de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas: “No nos llegaron más que buenas referencias de Martín Fresneda. Es nieto de la Abuela Otilia Argañaraz –ya fallecida– y sobrino de Beatriz Argañaraz –integrante de Familiares, de Córdoba–; es abogado y fundamentalmente es hijo de abogados desaparecidos en la Noche de las Corbatas. Que haya seguido el mismo camino que sus padres, que haya abrazado la causa para dar justicia al delito que se los arrebató desde el principio, no pueden ser más que buenas referencias que nos hacen concluir que su designación al frente de la secretaría es una buena designación. Los familiares sabemos que nunca vamos a bajar los brazos en esta lucha. El será nuestro aseguro, nuestra garantía de que el Estado tampoco lo hará. Es una muy buena noticia, además, porque significa un cambio generacional con mucho compromiso. Sabemos que se estará respetando la esencia misma que la secretaría tuvo hasta ahora”.
  • Fuente: Pagina 12
 
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JUDICIALES |

 Juicio megacausa “La Cueva”

 

“Nacimos de esos huesos y necesitamos abrazarlos de nuevo”

Tomás y María de las Mercedes Argañaraz
Tomás y María de las Mercedes Argañaraz
Martín y Ramiro Fresneda son los hijos de Tomás y María Argañaraz, desaparecidos durante la “Noche de las Corbatas” en julio de 1977. Ambos declararon en una nueva audiencia en el juicio a 16 represores por crímenes en el llamado circuito represivo Necochea - Mar del Plata
Ramiro y Martín se llevan apenas dos años. Cuando secuestraron a sus padres Tomás Fresneda y María de las Mercedes “Mecha” Argañaraz el primero tenía poco más de 4 y el segundo 2 y medio. Ayer los dos hermanos declararon ante el tribunal que juzga a 16 imputados -entre policías y militares- por los crímenes cometidos en centros clandestinos de detención (CCD) que funcionaron en Mar del Plata y Necochea. Ambos reclamaron que los represores confiesen que hicieron con los hijos apropiados y destacaron “la gravedad institucional” que implica que el juez Pedro Federico Hooft -acusado de crímenes de lesa humanidad- siga ejerciendo funciones en el poder judicial.
Los hermanos Fresneda llegaron desde Córdoba, allí viven y ejercen su profesión. Ambos son abogados como lo fue su padre. Tomás Fresneda pertenecía a la Gremial de Abogados, un grupo de profesionales que se dedicaba al derecho laboral y representaba a trabajadores y a gremios. Por ese motivo fue blanco de las patotas del Ejército en la tristemente celebre “Noche de las Corbatas”, operativo realizado entre el 6 y 8 de julio de 1977 en el que secuestraron a un grupo de abogados. Fueron alojados en la comisaría cuarta y en “La Cueva”, el CCD que funcionó en la Base Aérea local. Carlos Bossi, Camilo Ricci y la mujer de Jorge Candeloro lograron sobrevivir. Norberto Centeno fue asesinado y el resto: Salvador Arestín, Tomás Fresneda, “Mecha” Argañaraz -embarazada de 5 meses- y Jorge Candeloro, permanecen desaparecidos.
Ramiro y Martín fueron testigos del secuestro de sus padres. Ayer contaron a los jueces Alfredo Ruiz Paz (presidente), Lidia Soto, Elvio Osores Soler y Daniel Cisneros que mientras una patota ingresaba al estudio de su padre, la tarde del 8 de julio del '77, otro grupo lo hacía en el departamento de México al 3000 donde estaban ellos con su madre.
Ramiro tiene imágenes “grabadas a fuego”: su mamá agarrada a los marcos de las puertas para que no se la lleven a la rastra y las armas de los captores. Nunca había visto armas de verdad tan de cerca hasta ese momento. Los dos hermanos y su mamá fueron llevados al estudio jurídico.
Martín aseguró que su padre se entregó en el estudio porque sabía que la patota los tenía a ellos y a su mujer. Recordó que Tomás llegó al estudio y dijo: “soy Tomás Fresneda y estoy desarmado”. Los secuestradores lo golpearon y se lo llevaron junto con su mamá y Carlos Bossi. Él y su hermano quedaron junto a su abuela paterna.
Al poco tiempo Martín y Ramiro quedaron al cuidado de su abuela materna, Otilia Argañaraz, una mujer incansable que luchó hasta el último día de su vida por saber dónde está su hija, su yerno y su nieto/a nacido en cautiverio y seguramente apropiado. Con los años, los hermanos reconstruyeron - a través del relato de terceros- el cautiverio de sus padres.
Tomás y “Mecha” fueron llevados a La Cueva y que los captores decían que su padre era Montonero y que su mamá pertenecía al ERP. Martín aclaró que ambos habían dejado de militar en 1973 y que Tomás había militado en la Juventud Peronista. Por relatos de otros detenidos sobrevivientes supieron que sus padres pudieron estar juntos en algunos momentos de su cautiverio. Incluso que “Mecha” pensó en escapar y que Tomás desechó el plan por miedo a que los mataran.
Marta García, esposa de Jorge Candeloro, y sobreviviente de La Cueva, les contó a los hermanos que la última vez que vio a su madre ella estaba bien y su embarazo continuaba. Martín y Ramiro dijeron ayer a los jueces que su madre fue cuidada hasta el momento del parto y que pudo haber parido en el Hospital Interzonal, lugar que durante las noches de la dictadura era “copado” por el Ejército. También supieron que Tomás fue torturado en varias oportunidades y que, por efecto de la tortura o de un disparo, murió en La Cueva.
Martín supo a través de Carlos Bossi, que su padre vio a gente conocida dentro del aparato represivo que funcionaba en La Cueva, gente que supuestamente podía ayudarlos. Hoy el menor de los Fresneda cree que podía tratarse de algún abogado que militaba en la Concentración Nacional Universitaria (CNU). Sin dar nombres, tal vez se refería a Eduardo Cincotta, ex integrante de la CNU, abogado y ex secretario general de la Universidad Provincial de Mar del Plata que a partir del golpe de Estado trabajó para el servicio de Inteligencia del Ejército. En 2008 fue detenido y pasó su último año de vida en prisión imputado de crímenes de lesa humanidad cometidos en La Cueva.
A las pocas horas del secuestro del matrimonio Fresneda, sus familiares presentaron un recurso de habeas corpus ante el juez Pedro Federico Hooft, quien llevó adelante las investigaciones por los hechos ocurridos en la Noche de las Corbatas. El trámite judicial nunca prosperó. Por esta y otras faltas a los deberes del funcionario público, el magistrado -aún en funciones- enfrenta una acusación por centenares de crímenes contra la humanidad.
Martín y Ramiro no dejan de preguntarse que habría pasado si Hooft hubiese cumplido su deber como juez. Por eso reniegan que todavía sea funcionario judicial. “Es una gravedad institucional importante que Hooft siga en actividad”, enfatizó el mayor de los Fresneda.
Los hermanos Fresneda vivieron el peregrinaje de su abuela Otilia para saber dónde estaba su hija y su yerno. Se criaron con una tía en Catamarca y luego se instalaron en Córdoba. Ambos ejercen la profesión de Tomás. Ramiro es abogado del Movimiento Campesino de Santiago del Estero (Mocase) mientras que Martín lleva adelante los juicios por crímenes de lesa humanidad cometidos en Córdoba. Hoy su nombre aparece en los diarios de aquella provincia como el sucesor del fallecido Eduardo Luis Duhalde en la Secretaria de Derechos Humanos de la Nación. Los dos continúan la lucha de su abuela: quieren saber el destino final de sus padres y dónde está su hermano/a nacida en cautiverio. “Nacimos de esos huesos y necesitamos abrazarlos de nuevo”, concluyó Martín. Por su parte Ramiro exigió una respuesta a los acusados: “Si les queda dignidad digan qué pasó con los hijos apropiados”.
Fuente: El Atlantico
Comentarios de los lectores
Alicia  | 
12-04-2012 09:24 hs
Me conmueve nuevamente esta historia. Abrazo a estos muchachos, dignos, valientes y tan necesarios como sus padres.
Alicia
Sonia  | 
11-04-2012 19:11 hs
La lucha que los hijos del Dr Fresneda realizan, simplemente consiste en que se HAGA JUSTICIA por primera vez. y quieren saber, como todos nosotros, dónde están los niños apropiados a quienes se les roba su identidad a diario.
Está claro que en el poder jjudicial de esta bendita ciudad se haya enquistado un sistema corrupto que data desde la dictadura. Así estamos, Hoof tiene que estar destituído y siguen perpetuando el escándalo, la verguenza y el oprobio, a tantas personas que sufrieron los vejámenes más grandes por pensar distinto, en casi todas las veces.
También ayuda el poder político y el de los medios, para que el silencio siga aquietando las aguas y de estos temas no se hable. Brindo por la MEMORIA, VERDAD y JUSTICIA para todos .
PSICOSIS  | 
11-04-2012 14:34 hs
Y DONDE ESTAN TOMAS Y MECHA....?, CADA AMANECER ANDAN TOMADOS DE LAS MANOS POR LA DIAGONAL DE LOS TILOS, A VECES SE LOS PRESIENTE, CAMINANDO POR LA RAMBLA. ELLOS ESTAN EN CADA UNO DE LOS MARPLATENSES, EN CADA NIÑO QUE NACE. EN LOS ATARDECERES DONDE UNO ADIVINA EL HORIZONTE, ELLOS ESTAN. SON ESA GENERACION QUE NOS DEJO SU MARTIRIO. HUMILDES.
HOY TOMÁS, COMO CENTENO U OTROS SERÍAN LOS DIRIGENTES JUSTOS Y NECESARIOS. POR ESO LOS ASESINARON.
EL RECUERDO A LA MEMORIA DE MECHA.
JOVENES AMBOS.
QUE DIOS ILUMINE A SUS HIJOS RAMIRO Y MARTIN Y QUE LES PERMITA ENCONTRAR A SU HERMANA, QUE NO DEBE ESTAR LEJOS.
Maitena   | 
11-04-2012 11:29 hs
Sin la ideologia y el apoyo de parte de la sociedad civil y sus instituciones como el Poder Judicial, la Iglesia, etc. NO HUBIESE SIDO POSIBLE la implementación del genocidio cometido por la dictadura del 76. Se necesitó implementar el terror para poder postrar a la nación economica y animicamente. No se puede dejar de juzgar a los partícipes civiles , aparentemente probos y respetables ciudadanos pero con intereses ajenos a la sociedad , por partícipes necesarios de este delito imprescriptible.
 
Fuente: El Atlantico


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