domingo, 5 de mayo de 2013








Megacausa Jefatura II - Arsenales II
03/05/2013 - Megacausa Jefatura II - Arsenales II

Víctimas de violencia sexual y sus padecimiento durante el cautiverio

El viernes fue una jornada de testimonios impactantes. Declararon personas que sufrieron violencia sexual en el ex Arsenales. Relataron de sus secuestros, las torturas padecidas. Unos de ellos dijo que conoció lo que significa "la pérdida de la dignidad".
A todos los testigos que declararon el viernes se le aplicó el protocolo de tratamiento a testigos víctimas de delitos sexuales. Es decir no se dieron a conocer sus nombres. 
La jornada se inició con un planteo de nulidad realizado por los abogados defensores contra los fiscales ad doc Patricio Rovira y Pablo Camuña, presentación que fue analizada por el tribunal durante la mañana.
Tras analizar el pedido de nulidad, los jueces Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas y Juan Carlos Reynaga, integrantes del Tribunal Oral Federal, rechazaron la presentación y ordenaron la continuidad de las audiencias.
En esta ocasión decidieron utilizar el protocolo de protección para testigos que fueron víctimas de ataques sexuales y cuyas identidades se mantienen en reserva.
La primera testigo fue NC, quien afirmó que fue "secuestrada, torturada y mancillada", y contó que le decían "La Gringa", nombre de guerra que le pusieron los represores cuando ingresó al centro clandestino de detención.
En impactante testimonio aseguró que cuando salió de una sesión de tortura pudo hablar con Santiago Díaz, Lucho Falú, a integrantes de la familia Rondoletto y a alguien que identificó como "Trini".
Sostuvo que le aplicaron torturas con picanas en todo el cuerpo, incluso en su vientre, estando embarazada.
Entre sus torturadores reconoció a Moreno y a uno que le decían "Cachito". Además dijo que vio a Alfredo González, por debajo de la venda que le tapaba los ojos.
También contó que vio a Juan Carlos Pastori, a José Díaz Saravia (estaba destruido) y a su esposa Tere. 
Señaló al escribano Benedicto como uno de los entregadores. “Trabajaba en el Servicio de Inteligencia”, sostuvo. 
NC mencionó que después de que la pusieron en libertad, fue vigilada. “Hasta el día de hoy me persiguen y hostigan”.
Antes de finalizar el testimonio el defensor Benedicto pidió que a López Guerrero se lo incorpore como testigo. El Tribunal aclaró que es imputado. 
Luego llegó el turno de CM. Describió la noche de su secuestro. Fue llevada por ruta y luego por camino de tierra. La llevaron a un pabellón. Esa noche pudo hablar con Julio Campopiano. Al día siguiente empezaron los interrogatorios.  
Allí le preguntaron por Ricardo Torres Correa, por Adriana Mitrovich, entre otros. Dijo, además, que vio a una niña de 16 años, era analfabeta, le decían "la piojosa" quien  había visto cómo mataron a sus padres, creía que 2 de sus hermanos estaban secuestrados.
CM recordó a Julio Campopiano como un poeta inteligente y muy buena persona. Tenía entre 17 y 18 años.
La testigo indicó que uno de los más crueles torturadores era "el Indio". La testigo anterior dijo lo mismo. 
CM aclaró que no denunció haber sido torturada porque no pensó que los golpes eran torturas. "Me dieron a elegir submarino o violación"
Cuando la liberaron le sacaron la venda, vio a una mujer vestida de celeste, la dejaron junto a un árbol, sola. Se acercó un hombre y la llevó a una comisaría.
Le hicieron firmar una declaración a punta de pistola y la llevaron al penal de Villa Urquiza.
Allí vio a Hidalgo, le dijo que el objetivo de que estén presas era para que se vuelvan locas o se mueran.
A su vez mencionó que Zimmerman le dijo que "en este país no estaba prohibido decir o hacer sino también pensar" y que “era peligrosa por ser de Filosofía y Letras”.
La testigo aseguró que en democracia fue perseguida y presionada a ratificar la declaración tomada bajo tortura. También recibió presiones para retirar las declaraciones hechas ante la Bicameral y la CoNaDep.
"Es muy duro después de 37 años que los testigos sigan esperando 9 horas para declarar", finalizó. 
Posteriormente declaró un hombre que sufrió violencia sexual. Hizo el Servicio Militar en 1976.
Contó que lo llevaron en el baúl de un auto junto a otro hombre mayor, luego subieron a unas chicas en los asientos. Lo trasladaron a la Escuela de Educación Física. Allí habló con un chico que dijo ser de San Pablo. Luego fue trasladado al Arsenal Miguel de Azcuénaga. "No puedo describir con palabras el trato en ese campo de concentración".
Y agregó, allí comprendí "lo que es perder la dignidad humana". 
El testigo dijo que a los guardias los rotaban para que no se 'familiaricen' con los detenidos. "Algunos llegaron a tenernos compasión". MM recordó que había una chica embarazada que le decían 'La gorda' o 'La turca'. 
También expresó que "tendría que haberse realizado, aunque sea un juicio sumario y si los fusilaban, entregar el cuerpo a los familiares". 
Explicó, a su vez, por qué no hizo denuncias durante el gobierno democrático de Alfonsín. "Incluso en ese momento las Fuerzas Armadas tenían tanto poder como cuando me llevaron a mi".
Las audiencias continuarán el jueves.  
Fuente: Tucuman Hoy

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SOCIEDAD › EL RECUERDO DE MILITANTE PERONISTA SOBRE EL GREMIALISTA CASADO

"Era un delegado irreprochable"

Didi Quiroga fue secretario privado del intendente de San Lorenzo en el 73 y militante de la JP. En su testimonio en la causa contra tres represores del cordón industrial recordó a compañeros desaparecidos y el día en que los militares coparon la intendencia.



Edilio Quiroga y Juan Nóbile se saludan antes de ingresar a declarar en los Tribunales.



Por Sonia Tessa

Los aplausos de sus compañeros acompañaron a Edilio Didi Quiroga, que fue militante de la Juventud Peronista de San Lorenzo en los años 70, cuando comenzó y terminó su testimonio en la causa por el secuestro y las torturas a Manuel Casado, el 25 de marzo de 1977, en aquella ciudad. Hubo un momento, en medio del relato, en el que resultó difícil contener las lágrimas: Didi contó que dos de sus compañeros desaparecidos, María Luisa Quatrín y Hugo Parente, sabían exactamente dónde dormía él cuando iba a lo de sus padres a pasar la noche, en plena dictadura militar. Sin embargo, en la noche de julio que fueron a buscarlo, la patota encaró exactamente para otro lado. "Permitanme un ejercicio de imaginación sobre las torturas que habrán sufrido. Me hace mucho mal pensarlo, y sin embargo no salió de su boca. Creo deberles la vida a los compañeros", dijo. Otra vez, los aplausos fueron incontenibles.
Quiroga contó cómo se incorporó como secretario privado del intendente de San Lorenzo, a partir de su militancia para el triunfo del Frejuli el 11 de marzo de 1973. Más tarde, fue trasladado. "Para el 24 de marzo de 1973 trabajaba en la sección Suministros", rememoró el testigo que sigue siendo militante. La fiscal Mabel Colalongo le preguntó qué había hecho la mañana del golpe militar del 24 de marzo de 1976. "Nos fuimos a nuestro lugar de trabajo, al palacio municipal, con toda la confusión. Algunos se quedaron en la vereda de enfrente y yo entré al hall a ver qué pasaba", relató. El municipio estaba tomado por militares. "Veo que golpean violentamente a una persona, y era el señor Manuel Casado. La cosa se puso violenta, peligrosa, así que decidí irme de ese lugar", dijo ayer. Quiroga permaneció un tiempo más en San Lorenzo, pero rara vez dormía en su casa, para evitar que su militancia perjudicara a la familia. Vivía entonces con su madre y la pareja.
En su extensa declaración, Quiroga recordó a varios desaparecidos del cordón industrial y se detuvo en Roberto Camuglia, que era delegado de la aceitera Indo --propiedad de Alvaro Alsogaray, acotó el testigo--. "Tanto él como Casado eran delegados gremiales irreprochables, siempre cerca de las bases", los describió. Casado es el querellante de la causa que lleva adelante el Tribunal Oral Federal número 1 de Rosario, presidido por Otmar Paulucci e integrado también por José María Escobar Cello y María Ivón Vella.
El militante refirió que, después de días de intentar trabajar pero verse impedido por una orden expresa que le transmitió su jefe, se entrevistó con uno de los tres imputados de la causa, Omar Maderna. Más tarde, el acusado --uno de los tres en este juicio-- pidió ampliar la indagatoria y volvió a negar lo dicho por el testigo, pero las preguntas de la fiscal y del abogado querellante, Gustavo Feldman, dejaron al descubierto que sí habían cesanteado a Quiroga, aunque lo hicieran aparecer como abandono de tareas, una modalidad común en la época del terrorismo de estado. Maderna afirmó que como secretario de Gobierno de facto de San Lorenzo --hasta el 6 de junio de 1976-- no recibían órdenes del Comando del Segundo Cuerpo de Ejército. Pero Feldman le recordó que otro de los imputados, Rubén Cervera, ex intendente interino de la ciudad y ex jefe del Batallón de Arsenales de Fray Luis Beltrán, había admitido que reportaban a la autoridad militar con sede en Rosario.
En el juicio también declaró ayer el director del Espacio de la Memoria del Museo de San Lorenzo, Juan Carlos Nóbile, integrante además  del Equipo de Antropología Forense. Indicó que el Museo cuenta con una fotografía que muestra a otro de los imputados de la causa, Pedro "Pili" Rodríguez, en el palco oficial junto al dictador Jorge Rafael Videla en el acto del 17 de agosto de 1977.

Fuente: Rosario 12




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La agencia de noticias de DH se edita desde 2007, y a partir de ahora con la nueva designacion por Memoria, Verdad y Justicia

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