lunes, 17 de febrero de 2014

La empresa "Tampieri": Hizo desaparecer a delegados, al abogado laboralista y a su esposa




La desaparición del abogado Gallardo, su esposa y dos sindicalistas, fue venganza por un conflicto


Hace casi un siglo, la fábrica de pastasciutta Tampieri se jactaba de ser la mayor del mundo
Córdoba.- La desaparición de delegados obreros y de abogados laboralistas en venganza por su protagonismo en un conflicto gremial casi tres años atrás en San Francisco -a unos 200 kilómetros de esta capital- fue abordada hoy por dos testigos en el juicio oral y público que se realiza por crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención y exterminio La Perla. José Castro y Silvio Mondazzi, declararon en los tribunales federales de Córdoba en relación a las desapariciones, el 12 de mayo de 1976, de Rodolfo Gustavo Gallardo y de su esposa, Nora Graciela Peretti; del dirigente mercantil y de la CGT de San Francisco Oscar Ventura Liwacki y del albañil Néstor Cármides Páez.
Mondazzi dijo que conocía bien a Gallardo y a su esposa porque los tres habían sido compañeros en la Facultad de Derecho de la UNC y en la militancia en el Partido Socialista de la Izquierda Nacional primero, y en el Frente de Izquierda Popular, después, ambas opuestas a la lucha armada y dirigidas por el historiador Jorge Abelardo Ramos.
El testigo confirmó la hipótesis ya apuntada en un testimonio anterior acerca de que fue la  participación y visibilidad de Gallardo y Ventura Liwaky en el conflicto gremial de la Fábrica de pastas Tampieri a fines de julio de 1973 lo que selló su suerte.
Los familias Tampieri y Martínez -dueña del diario La Voz de San Justo- eran las más ricas de de San Francisco, tenían muchos antecedentes de "negreo" (que en el caso de la fábrica de fideos se remontaban a los años '30) y actuaban de consuno, decía, en apretada síntesis, aquél testimonio.
Lo cierto es que el 30 de julio de 1973, en medio de un conflicto muy agudo, se incendiaron automóviles de la famila Tampieri y también la las instalaciones del diario.
"Gustavo estaba en contra de esos excesos y desmanes -relató Mondazzi-, pero lo asociaron con los incidentes y lo caracterizaron como abogado revoltoso". Puntualizó al respecto que hubo "una editorial del diario  que incitó a `limpiar los elementos subversivos, extremistas´ y que señaló particularmente a Gustavo", recordó Mondazzi quien también puntualizó que en la familia Martínez, "dueña del diario, había un miembro del servicio de inteligencia del Ejército".
Llegados a este punto, el abogado querellante por la agrupación Hijos, Claudio Orosz, solicitó que se remita esta información a la fiscalía, para investigar la presunta comisión de delitos por parte de los dueños del diario La Voz de San Justo como "pata civil del plan sistemático de desaparición de personas".
"Los abogados laboralistas a veces tocan intereses, con los que no se juega. Con la Voz de San Justo no se juega. Ese parece haber querido ser el mensaje que dejó la desaparición de los cuatro compañeros", reflexionó en voz alta Mondazzi, que consideró que fue el incendio del diario "el motivo de la persecución de Gallardo hasta su muerte".
Ante una pregunta de la abogada querelante por Abuelas de Plaza de Mayo, María Teresa Sánchez en relación a una voluntad de desarticular y desarmar el movimiento obrero en el país por parte de la dictadura, Mondazzi sostuvo que "esa política fue de Martínez de Hoz (José Alfredo, ex ministro de Economía de la dictadura), que murió el año pasado, y que hasta su muerte siguió sosteniendo su tradicional planteo de ideas, que hay que liquidar a la industria y así liquidar al mismo tiempo al movimiento obrero".
"Me hubiera gustado traer algo escrito para ser más coherente, me he olvidado ciertas cosas pero no el hecho fundamental, que tengo la seguridad de que Gallardo y los demás compañeros fueron asesinados", destacó el testigo, que responsabilizó al ex general Luciano Benjamín Menéndez, principal imputado en la causa, por haber dejado a Martín Gallardo, entonces de tres años, huérfano de padre y madre.
Luego declaró Jose Castro, quen confirmó lo dicho por Mondazzi acerca de que la desaparición de Gallardo y demás estuvieron directamente vinculadas al conflicto en la fábrica Tampieri y lo expresado por el diario La Voz de San Justo en su editorial "El Tampierazo".
Precisó que junto con el matrimonio Gallardo, "nos enteramos que se habían llevado al encargado de la CGT en San Francisco, Oscar Liwaky, y al albañil Nestor Páez. Supimos que estaban en La Perla, y después no supimos más nada".
El 30 de julio de 1973 la fábrica Tampieri fue tomada por sus empleados con apoyo de la CGT local quien convocó a un paro activo con movilización. En ese acto, Oscar Liwaky dio el discurso principal, acompañado de Gallardo. Luego se produjeron desmanes en las instalaciones del diario, y también en la vivienda de sus dueños, que fue incendiada.
Castro recordó que una editorial del diario de abril de 1976, después del golpe cívico-militar, "directamente pidió la sangre de los organizadores de aquel acto, señalando como autor intelectual de los incidentes a Gallardo".
"Para nosotros quedó claro que fue una venganza impulsada por Martínez y vaya a saber quien más. Es evidente que se movieron porque alguien tenía que pagar por el Tampierazo", finalizó.
Fuente: Telam



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