miércoles, 26 de febrero de 2020

UN ABUSO DE CONFIANZA / Rectificación Pública de Soledad Outes

 Soledad Outes es  hija de una de las víctimas de la Masacre de Palomitas Pablo Outes quien fue asesinado  junto a diez militantes sociales en 1976 en el paraje denominado Palomitas en la localidad de Güemes en la provincia de Salta. Soledad, se comunico con la redacción del Blogger H.I.J.O.S. Salta para aclarar errores de una nota publicada por el Blogger en 2010. http://hijossalta.blogspot.com/2010/03/denuncia-publica.html
En ese artículo se hace referencia a un juicio que la familia  Outes le inicia a Sara Ricardone, la ultima pareja de Pablo Outes antes de ser asesinado por las fuerzas represivas del estado dictactorial, el 6 de julio de 1976. Entre las querellas del mencionado juicio  contra Sara Ricardone,  figuraban Soledad y Rosario Outes (dos hermanas del matrimonio entre María Elena Jiménez y Pablo Outes), ellas se quedaron a vivir en España a causa del exilio que la familia debió enfrentar a causa de las  persecuciones políticas por el régimen represivo.
 Ellas  sienten la necesidad de aclarar que nunca tuvieron la voluntad de conformarse como denunciantes en el juicio que inició María Elena Jiménez (madre de Soledad y Rosario) y Pablo Outes (hijo) a Sara Ricardone negándole su carácter de derechohabiente.
Cuentan Soledad y Rosario que al enterarse, justamente por este medio, del juicio contra Ricardones y la participación que ambas revestían en la causa,  tomaron la firme decisión de renunciar a la querella y revocar el poder que habían otorgado para otros fines a su madre, Maria Elena Jiménez  y a su hermano, Pablo Outes, el mismo con él que,  fueron  presentadas  como miembros  de la parte acusatoria.
En el juicio contra Sara Ricardone la familia Outes cita como testigo a su favor al genocida y actual condenado a reclusión perpetua,  por la causa de la Masacre de Palomitas, a Juan Carlos Alzugaray ex guardia cárcel del penal de Villa Las Rosas. 
Nos escribió Soledad Outes: “Me gustaría que esta información fuera modificada mediante una RECTIFICACIÓN PÚBLICA en el mismo medio” y “les pido que se publique el documento que adjunto y que se denomina aclaración hijos ya que en él relato brevemente cómo sucedieron los hechos. También quisiera pedirles que en un futuro se contrastaran las informaciones que se publican,  en la medida de lo posible ya que en nuestro caso se nos ha hecho un enorme perjuicio moral. Por descontado el perjuicio económico ya que nos vimos obligadas a desplazarnos a Argentina, buscar abogados que nos ayudaran, informar debidamente. Una pesadilla.” “El juicio en el que nuestra familia nos había metido y los pasos legales que me había visto obligada a dar para salir del mismo,  pidiéndole encarecidamente que se lo entregara a Sara Ricardone con el mensaje,  de que no teníamos nada contra ella, que se había abusado de nuestra confianza y que solamente confiábamos en que la justicia pondría todo en su lugar.” ”No en vano sufrimos a la par,  todos los horrores del proceso, de la cárcel, de la emigración, de la falta de justicia durante tantísimos años” También compartió con nosotros lo que Rosario su hermana siente en cuanto a esa situación  “nosotras nos volvimos invisibles, invisibles para todos los que nos debían proteger y ayudar,  mientras éramos visibles solamente para los que querían dañarnos”.

LA CARTA

Tanto mi hermana Rosario como yo nos presentamos en dicho juicio informando que habíamos revocado el poder general que en su momento habíamos otorgado a nuestra madre, María Elena Jiménez y a nuestro hermano Pablo Ismael confiando en que ambos defenderían nuestros intereses en Argentina ya que desde diciembre del año 76 nos tuvimos que exiliar en España donde  actualmente residimos. Ambas informamos a la jueza del caso, Inés Maturana de Hadad, que desistíamos del juicio, que jamás habíamos otorgado un poder para que se inicien acciones en contra de Sara Ricardone y que este juicio iniciado en nuestro nombre utilizando un poder general que en nuestra buena fe habíamos otorgado a nuestra madre y hermano se había usado sin nuestro consentimiento.
Espero que HIJOS Salta rectifique a la mayor brevedad posible esta información que nos avergüenza y perjudica teniendo en cuenta que con enorme sorpresa nos enteramos por su página web que habíamos iniciado un juicio contra una persona contra la cual no tenemos ningún tipo de enemistad, nos vimos obligadas a viajar a Salta para interiorizarnos de estos hechos, a buscar el patrocinio de un abogado para intervenir en un juicio en el que no teníamos ni idea de que estábamos involucradas, a quitar el poder a nuestros familiares directos e informarles del hecho de forma fehaciente y además soportar que el nombre de mi padre y el nuestro se viera envuelto en disputas patrimoniales muy alejadas de los ideales que él defendió y que nos había inculcado.
El litigio que desde el año 1996 enfrenta a nuestra madre y a la señora Ricardone por los derechos hereditarios de nuestro padre ha impedido que mi hermana Rosario y yo hayamos podido recibir la indemnización que el estado argentino concedió a los hijos de personas asesinadas y desaparecidas durante la dictadura cívico militar que padeció nuestro país,  una ayuda que nos hubiera permitido tener un poco de apoyo económico para estudiar y salir adelante en nuestras vidas en un país extranjero en el que carecíamos de amigos y familia para sustentarnos. Desgraciadamente tuvimos que trabajar y defendernos totalmente solas desde los diecisiete y quince años, padeciendo enormes sufrimientos debido a nuestra dramática situación como menores de edad sin recursos, huérfanas y extranjeras.
Para acrecentar nuestro dolor, no solamente no hemos recibido ningún tipo de ayuda sino que nos hemos visto envueltas en litigios como el que nos ocupa en los que hemos sido consideradas rehenes o armas arrojadizas y no víctimas.
Espero que tras la recepción de esta carta la misma sea publicada conjuntamente con la documentación que adjunto en la página web de HIJOS Salta, se difunda a todas la red de HIJOS en Argentina y si fuera posible se nos apoye en la consecución de una reparación económica y moral justa tras largos años de sufrimiento y abandono.
Te agradezco tu apoyo y colaboración,
Soledad Outes
DNI 12.790.889





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