jueves, 1 de abril de 2010

JUICIO POR LA DESAPARICION DE MELITÓN BUSTOS



El próximo lunes comenzará la ronda final del primer proceso en Salta por crímenes de lesa humanidad
Llega el turno de los alegatos en el juicio a los 2 coroneles
Para la querella está probado que los acusados son responsable del secuestro del escribano Melitón Bustos.

Jueves 01 de Abril de 2010 Salta

TRIBUNAL / DE IZQ. A DER. VILLADA, FRIAS, SNOPEK Y RABI-BALDI (SUPLENTE).

Con la declaración indagatoria del segundo imputado del secuestro y desaparición del escribano Melitón Bustos y la incorporación por lectura de los testimonios de las personas que por distintas razones no concurrieron al debate, culminó ayer la etapa de incorporación de pruebas en el primer juicio por crímenes de lesa humanidad que se realiza en Salta. Luego de cuatro meses de interrumpidas y accidentadas sesiones este proceso se encamina a la recta final, con la presencia de los coroneles retirados Carlos Alberto Arias y Luís Angel Gastón Zírpolo en el banquillo de los acusados. La expectativa está centrada ahora en lo que decidirá el Tribunal Oral Federal que preside el veterano camarista Roberto Frías y que integran Jorge Luis Villada y Liliana Snopek, más el aporte de Renato Rabi-Baldi Cabanillas, como cuarto juez.
La ronda de los alegatos la iniciarán los abogados de la querella, el oranense David Leiva y la joven Tania Nieves Kiriaco. Ambos están convencidos que Arias y Zírpolo tuvieron activa participación en el rapto y posterior asesinato de Bustos, cuyos rastros se perdieron en la madrugada del 2 de febrero de 1978 en la ciudad de Tartagal. A los militares les imputarán los cargos de autor material y mediato, respectivamente. Para los letrados, en el juicio quedaron probadas las responsabilidades de los imputados en este hecho enmarcado dentro del terrorismo de Estado que imperó en el país entre 1976 y 1982. Para los querellantes es fundamental el testimonio de Raúl Bustos, quien estuvo presente cuando secuestraron a su padre y haber reconocido a Arias como uno de los autores. A juicio de los representantes legales la desaparición del escribano no podría haberse concretado sin la “venia” de Zírpolo, quien para entonces era el jefe interino del Regimiento Tartagal. A este lo compromete el testimonio del ex jefe de la esa unidad militar, quien aseguró que Zírpolo le informó lo que había sucedido con el profesional.
El fiscal y las defensas
Para el martes está previsto el alegato del fiscal Eduardo Villalba, quien a lo largo del proceso dejó entrever que también está convencido que los coroneles Arias y Zírpolo fueron los responsables de lo sucedido con el escribano Bustos. Seguramente, la columna vertebral de su alegato estará centrado en la requisitoria de elevación a juicio y en las pruebas surgidas durante el debate que incluyó medio centenar de testimoniales. A esto se sumaron inspecciones oculares en la vivienda donde secuestraron a la víctima y en el Regimiento 28 de Tartagal, testimonios de expertos en materia castrense y hasta un video que mostró el modelo que importaron las fuerzas armadas para secuestrar, torturar y asesinar a las personas. Todo hacer presumir que el representante del Misterio Público solicitará condenas efectiva para los militares.
Finalmente, el miércoles será el turno de los representantes legales de los imputados. Iniciará esta ronda el defensor oficial Federico Petrina, quien asiste al coronel Arias. En este caso es obvio suponer que el funcionario pedirá la absolución lisa y llana del imputado, por considerar que no existen elementos sólidos para condenarlo. En ese sentido desacreditará no solo el testimonio de Bustos hijo, sino el del ex piquetero Juan Domingo Javier, quien aseguró que vio cuando al escribano lo sacaban por la de su casa y reconoció a Arias como uno de los secuestradores. Lo propio hará el penalista Pablo Tobío, quien defiende al coronel Zírpolo.
Fuente: El Tribuno

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La jueza de la Corte Cristina Garros supo en 1977 que Melitón Bustos estaba amenazado
El juez Roberto Frías clausuró ayer la etapa de pruebas del juicio por el secuestro y desaparición del escribano Aldo Melitón Bustos.
Aspecto del juicio por Melitón Bustos


La querella logró que la última prueba leída sea una declaración de la actual integrante de la Corte de Justicia, María Cristina Garros, en la que recordó que había visto en 1976 a Bustos en Santa Cruz de la Sierra, y que le dijo que había sido amenazado por oficiales del Ejército.
Apenas comenzó su trabajo de abogada, la actual ministra de la Corte trató a Melitón Bustos y supo que había sido amenazado telefónicamente.Luego, en 1977 lo vio en Santa Cruz, a donde los dos habían viajado por motivos políticos. Allí el escribano le dijo que había sido amenazado por personal del Ejército. Sin embargo, Garros recordó que a los 15 días decidió volver a Salta, contra su consejo. Había argumentado, entre otras razones, que tenía honorarios para cobrar.
La lectura de esa declaración de la jueza cerró la etapa de pruebas reafirmando el testimonio de muchos testigos -incluyendo a su propio hijo, Raúl Federico- que recordaron que Bustos recibió amenazas del oficial Bruno del Regimiento de Infantería de Monte 28, y por escrito, en forma anónima.Sin embargo, al comenzar la audiencia el acusado y entonces jefe del Regimiento, Luis Angel Zírpolo, insistió que nunca supo nada de Bustos, lo mismo que ya había hecho antes el otro acusado, Carlos Arias.El ex militar continuó su indagatoria que había quedado interrumpida el martes. Lo mismo que ese día, desautorizó la declaración de su ex jefe Felipe Domínguez, que se constituyó en la principal prueba en contra suya.
"En febrero de 1978, debido al Operativo Independencia en Tucumán, yo tenia el 30 por ciento del personal. No hubiera podido hacer un procedimiento de esas características", agregó en su defensa.Según su hijo Raúl Federico, su padre fue secuestrado delante suyo por el propio Arias, a quien reconoció al día siguiente. El oficial Bruno, y Zírpolo eran su superiores.El alegato de Zírpolo por su inocencia, sin embargo, quedó entre los fuegos de la lectura de las indagatorias de los jefes que le antecedieron y le sucedieron en la jefatura del Regimiento. Héctor Ríos Ereñú admitió allí que había conocido personalmente a Bustos, lo que hizo menos creíble el desconocimiento de Zírpolo. Luego, en la audiencia se leyó la indagatoria al general, Roberto Felipe Domínguez. Allí el militar había dicho que "se acordaba perfectamente" de haber recibido -el día que asumió como jefe del Regimiento- un requerimiento de la V Brigada sobre un operativo realizado días atrás en Tartagal. Y que el propio Zírpolo le informó verbalmente que se había tratado de la detención de Bustos, y que había sido puesto a disposición del destacamento de Inteligencia 143.Zírpolo, al lado de Arias, movía la cabeza mientras se leía la principal prueba en su contra.Durante el resto de la semana santa la querella, los defensores y el fiscal Eduardo Villalba prepararán sus alegatos, que se expondrán desde el lunes. El tribunal dispuso audiencias también para el martes y el miércoles, día que podría conocerse la sentencia


Fuente: Nuevo Diario de Salta

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