miércoles, 28 de abril de 2010

PROCESAN AL PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SALTA

El ex militar y profesor de la Universidad Católica de Salta, Martín Rodríguez, quedó procesado y con prisión preventiva en la unidad carcelaria de Marcos Paz, por disposición del juez federal Nº2 de San Martín, Juan Manuel Yalj, que lo investiga en una causa en la que se presentó como querellante la secretaría de Derechos Humanos de la Nación.

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Martín “el toro” Rodríguez, profesor de la Universidad Católica, procesado por represor.

Yalj procesó al ex militar por encontrarlo prima facie responsable de los delitos de privación ilegal de libertad, imposición de tormentos y homicidios en hechos que los testimonios recogidos por el juez situaron en el centro de detención "El Campito".

Contra el ex militar pesa la declaración de Juan José Fernández, que sobrevivió luego de ser arrojado al Río Paraná dentro de un automóvil, en un episodio en el que murió el ex diputado Diego Muñiz Barreto.

Según consigna el expediente de acuerdo a los testimonios recogidos por el juez, Muñiz Barreto y Fernández estuvieron detenidos en Campo de Mayo entre el 18 de febrero y el 6 de marzo de 1977.
En ese tiempo, el propio Rodríguez habría dirigido los interrogatorios, "llevando a cabo para ello simulacros de fusilamientos y aplicación de pasajes de corriente eléctrica en sus cuerpos".

Según el expediente, el ex militar los hacía como "encargado de seguridad que formaba parte de los grupos de inteligencia del centro de detención" denominado "El Campito" y con el sobrenombre de “El toro”.
Además, el juez Yalj consignó en base a los testimonios que en la noche del 5 al 6 de marzo de 1977, Fernández y Muñiz Barreto fueron llevados a una orilla del río Paraná en la provincia de Entre Ríos.

Allí los introdujeron en un Fiat 128 que fue empujado al río. Muñiz Barreto falleció, pero Fernández pudo escapar del auto sumergido.

Luego declaró ante la Comisión Nacional sobre Desaparición de Personas que mientras estaba detenido también le habían robado 40 mil pesos ley y 400 dólares.
A Rodríguez, además lo complicó una reciente declaración de ex sargento Víctor Ibáñez, que también estuvo en Campo de Mayo y que lo señaló como uno de los responsables de los interrogatorios más feroces en el centro de detención.

El ex profesor de la Católica, en cambio, negó ante el juez cualquier participación en los hechos. Alegó que nunca había sido formado en cuestiones de inteligencia y que nunca participó con grupos de tareas en operativos contra la subversión.
Y argumentó que por entonces cumplía un horario específico porque por entonces cursaba la licenciatura en Ciencias Políticas en la Universidad Kennedy, donde se recibió en agosto de 1978.

Con ese título ingresó más tarde a la carrera de Relaciones Internacionales de la Universidad Católica, durante el rectorado de Patricio Colombo Murúa.

Allí llegó a dirigir la carrera y a estar a cargo de la secretaría técnica de Educación a distancia.
Fuente: Nuevo Diario de Salta
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Yo recibí con orgullo mi diploma de sus manos
Tratarlo ahora de represor duele, es y seguirá siendo el Profe Rodríguez, digan lo que digan. Su caso demuestra que las venas siguen abiertas, aunque lamentablemente la sangre corre en un solo sentido.
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Lunes, 15 de Febrero de 2010. 07:11hs.
Martín Rodríguez no era un profesor más. Sabía ganarse el respeto, cariño y admiración de todos nosotros. Por su dedicación y esfuerzo estaba entre los preferidos.

Muchas de las recientes camadas de comunicadores sociales debemos nuestro título a él porque insistía en que empezáramos y termináramos nuestra tesis y era precisamente él quien guiaba y enseñaba la metodología para avanzar en este trabajo final.

No dudó en abrir las puertas de su casa más de una vez, y presentarnos a su esposa, hijas o nietos, de quienes está orgulloso. La familia, el rugby y el Ejército son sus pasiones, esa que supo transmitirnos a quienes realmente lo apreciamos como docente. Mi caso no es el único que, de alguna u otra manera hayamos visto en él un ejemplo y hayamos decidido servir a la patria integrando las filas del Ejército Argentino, si argentino, porque es de todos, aunque algunos sólo se empeñan en desprestigiarlo. Así fue como no dudé en recibir mi título de licenciado portando el uniforme del Colegio Militar de la Nación, de donde egresé, y tomarme esta foto con alguien que aprecio de corazón.

Llamarlo represor sin haberse confirmado nada aún suena duro. Para quienes lo conocemos causa congoja. Ver esa foto que se publica de él esposado duele y mucho. Pero ojo, yo no reivindico, desconozco o niego lo que pudo haber pasado, no si, nunca habló de ello, pero opino que esto no ayuda en nada.

Pero qué podemos hacer si en este país y sobre estos temas tan sensibles como inconducentes, se habla sólo de una verdad, y se juzga con un ojo sólo ve media verdad.

La otra verdad algún día saldrá a la luz y entonces si podremos decir que hay justicia y que la guerra se ganó no sólo por las armas.

Con afecto, mi Teniente Coronel.

Federico Storniolo
Fuente: www.informatesalta.com.ar

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