El Tribunal resolvió no hacer lugar al requerimiento y concluir con el interrogatorio.
Neuquén> Un médico que se desempeñó en Sanidad Policial durante la última dictadura militar declaró ayer en el juicio y ante su “reticencia" a contestar preguntas una de las querellas pidió su detención.
Roberto Oscar Soria fue el primero en someterse al interrogatorio de los jueces federales y de las partes en las audiencias de ayer. Dijo que es clínico y que en 1976 trabajaba en Sanidad Policial. Respondió que conoció al teniente coronel Osvaldo Laurella Crippa, jefe de la Policía Provincial, y al otro imputado Hilarión de la Paz Sosa.
Declaró que no conoció a Virginia Recchia y ante insistentes preguntas de los fiscales y querellantes, recordó haber asistido a Islanda Becerra, cuyo secuestro en La Escuelita fue investigado en el primer juicio.
Soria afirmó que fue la única mujer que tenía lesiones en las manos y en las piernas, y que aceptó declarar en la causa a propuesta de la representante de la APDH, Noemí Labrune, y de Becerra.
Las respuestas del testigo no convencieron a las partes. Dijo que se limitaba a cumplir con su responsabilidad laboral relacionada con la atención de los detenidos que ingresaban y salían de las unidades policiales.
El abogado Marcelo Hertzriken Velazco, representante de la víctima Rubén Ríos, sostuvo que el testigo era “reticente” y en consecuencia reclamó su detención. Lo acusó de evadir información vinculada con la atención médica de presos durante su actividad en Sanidad. Los jueces resolvieron no hacer lugar al requerimiento del letrado y además de concluir con el interrogatorio. Dijeron que en este caso el testigo podría autoincriminarse.
Luego prestaron su testimonio Gladys Sepúlveda y Élida Sifuentes quienes fueron citadas para declarar sobre el secuestro de Virginia Recchia.
Ambas recordaron que conocieron a Recchia en la cárcel de mujeres Villa Floresta en Bahía Blanca, y coincidieron que estaba "muy atemorizada". Sepúlveda dijo que Recchia hablaba poco y que estaba angustiada por la suerte corrida por su marido Carlos Schedan -quien aún está desaparecido- y por su pequeña hija de un año y medio.
Afirmó que por las características físicas aportadas por Recchia, vio a Schedan saliendo de una de las celdas de la U9 en medio de un grupo de presos políticos. El testimonio colisiona con una versión difundida pocos días después de la detención de su esposo, en donde se sostenía que había sido abatido en un enfrentamiento con las fuerzas armadas.
Renunció el defensor de un imputado
Neuquén > El abogado Mario Caccamo renunció ayer a su cargo de defensor del imputado y ex comisario Antonio Camarelli. En su reemplazo asumieron los defensores oficiales y el Tribunal definió suspender la audiencia del miércoles próximo para darles tiempo de estudiar este nuevo caso que se le suma a los 14 que ya tenían.
Por “imposibilidad material” debido a la distancia en que se encuentra este Tribunal de su domicilio y teniendo en cuenta sus otros compromisos, el abogado de Viedma desistió de continuar defendiendo a Camarelli, quien estuvo de acuerdo con la medida.
El presidente del Tribunal, Orlando Coscia, anunció que la decisión era conceder a la defensa un día más de lo estipulado por el Código Penal y suspender sólo la audiencia del miércoles 25 cuando se iban a comenzar a tratar los casos de Norberto Blanco y Silvia Barco, que serán reprogramados.
El querellante por la APDH Juan Cruz Goñi solicitó que se le informe lo sucedido al Colegio de Abogados para que arbitren las sanciones correspondientes contra Caccamo.
Declaraciones
El primer testigo de la tarde convocado por la Fiscalía fue Pedro Vázquez. Manifestó que se desempeñó en la Alcaldía desde 1976 y durante tres años como guardia de los detenidos.
En su declaración en junio de 1986 ante, por ese entonces, juez federal Rodolfo Rivarola este hombre había dicho conocer a Virginia Recchia –víctima en esta causa- ya que la había visto en la Alcaldía durante unos seis meses.
Ayer Vázquez dijo desconocer ese testimonio como así también a la víctima, aunque confirmó que era su firma la que cerraba ese oficio judicial y dijo no recordar haber declarado ante ningún juez federal.
En tanto, Héctor Gonzalez, conscripto en el Batallón de Ingenieros de Montaña 181 en 1976, precisó que un compañero suyo llamado (Carlos) Navarrete le comentó que el soldado (José Delineo Méndez) estuvo detenido en el Batallón. “Dijo que había llegado en un estado físico muy malo y que habría sido torturado”, recordó.
El segundo episodio que vivió Gonzalez y que el fiscal consideró importante fue su participación en un rastrillaje. El ex conscripto describió que toda la compañía salió a buscar por los campos a un “chileno” que se había escapado y que estaba detenido en el Batallón. González confirmó que ya en 1976 los guardias llamaban a ese edificio que estaba al fondo: "La Escuelita".
Fuente: http://www.lmneuquen.com.ar
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Sólo el imputado Antonio Camarelli continúa presenciando las audiencias en el salón de Amuc.
Las universitarias desaparecidas eran del PRT
01:10 20/04/2012
Testigos reivindicaron su militancia en el partido
que creó Mario Santucho.
Elida Sifuentes: "Me siento aliviada de dar mi filiación partidaria y de las compañeras desaparecidas".
NEUQUÉN (AN) - Las estudiantes de Servicio Social de la UNCo desaparecidas eran militantes del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), según se ventiló ayer en el juicio en el que se debaten delitos de lesa humanidad. "Fuimos perseguidos por pensar como pensábamos y las compañeras están desaparecidas por pensar como pensaban", dijo la trabajadora social Élida Sifuentes.
"El PRT era un partido revolucionario, marxista, leninista que planteaba la transformación de la realidad social", señaló.
El defensor Hernán Corigliano le preguntó qué relación tenía con el Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). "Dependía del PRT", respondió.
La testigo fue convocada por el caso del secuestro de Virginia Recchia -una de las 39 víctimas por las que se hace este juicio- a quien dijo haber conocido en la cárcel de Floresta (Bahía Blanca), cuando Sifuentes había sido legalizada luego de ser secuestrada en Neuquén y padecido los tormentos en el centro clandestino "La Escuelita" de Bahía. "A Virginia la conocí en la cárcel y no antes. Estaba muy atemorizada"; dijo Sifuentes.
La ex estudiante de Servicio Social Gladis Sepúlveda señaló que "fui la última que vi con vida a su esposo, Carlos Schedan, porque nos trasladaron juntos desde la U9 hasta Bahía Blanca", dijo. Señaló que Recchia estaba angustiada por desconocer qué había pasado con su esposo, quien sigue desaparecido.
"Cuando llegó a la cárcel nos contó que la habían detenido en junio en Neuquén y preguntaba si habíamos visto a su marido. Yo no los conocía pero la descripción que dio de su marido coincide con la persona que vi el en la U9, cuando nos juntaron para decirnos que firmemos la salida, y luego nos llevaron a Bahía Blanca, al centro clandestino".
Añadió que "él era flaco, alto y pelado y en ese momento recordaba la ropa que traía y coincidía exactamente con la que dijo que tenía su esposo".
Sifuentes declaró que cuando era estudiante militaba en el PRT. "Fui secuestrada el lunes 12 de junio de 1976, pero desde el viernes estaba atemorizada porque sabía que habían secuestrado a Cecilia Vecchi, Susana Mujica y a Mirta Tronelli- están desaparecidas-, que no sólo eran compañeras de trabajo y de la universidad, sino de militancia en el PRT y pensé: pueden venir por mi", dijo.
"Me siento aliviada de dar mi filiación partidaria y de las compañeras que están desaparecidas. Si estamos dando la verdad, hay que decir la verdad", remarcó.
Fuente: http://www.rionegro.com.ar
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