jueves, 9 de agosto de 2012


Russo, el drama de una muerte recreada en la calle

Los miembros del Tribunal Oral Federal participaron ayer en una inspección judicial en Trinidad.

Testigo clave. Palacio vio primero cuando se llevaban a la joven Erize, en octubre del ‘76, y después vio a Russo herido de un balazo sobre la caja de una camioneta Rastrojero, poco antes de morir.
 
Una testigo escuchó que Daniel Russo, herido de muerte por la bala de un grupo de seguridad, “aullaba” de dolor, otra contó que vio cuando una vecina quiso acercarse al muchacho para llevarle agua porque estaba en muy mal estado pero no la dejaron y el hermano de la víctima relató que al joven le dispararon a las 11 de la mañana, pero recién a las 23 lo llevaron al Hospital Rawson para que recibiera atención médica. En la audiencia de ayer del megajuicio por delitos de lesa humanidad cometidos en San Juan durante la dictadura militar, se llevó adelante una inspección judicial ordenada por el Tribunal Oral Federal para reconstruir lo que pasó, en base a las palabras de los testigos de aquellos dolorosos hechos. Primero el secuestro de la joven María Ana Erize, quien intentó forcejear para escapar de las manos de sus captores y que fue la última vez que la vieron con vida. Y después la persecución y el balazo que le costó la vida a Russo, cuando fue a buscar una bicicleta que había dejado la muchacha para su reparación en la bicicletería que estaba en la esquina de Abraham Tapia y General Acha, en Trinidad.

La audiencia de la inspección comenzó con el testimonio de Martha Salva, quien describió cómo era la zona en aquella época, en octubre del ‘76, con mucho menos tránsito que ahora.

En esta causa los acusados por homicidio agravado son Jorge Olivera y Horacio Nieto. También hay dos prófugos, Eduardo Vic y Juan Carlos Coronel. Y en el caso de Luciano Benjamín Menéndez, fue apartado de la causa.

Después fue el turno de Domingo Palacio, quien vio a la joven Erize luchar con sus captores “tirada en el suelo y a los gritos”, pero igual la levantaron y se la llevaron en un auto, que no pudo identificar. Desde entonces nunca más se la vio con vida. Al otro día vio la camioneta que persiguió al joven Russo, quien después resultó herido.

Una testigo que nunca antes había declarado fue Laura Haro, que por aquellos años era una pequeña que vivía en la zona, y que vio a Russo tirado en la calle, en la esquina de Fray Mamerto Esquiú y General Acha, después de haber sido herido de un balazo por el grupo que lo perseguía. “Gritaba mucho, se quejaba”, contó la joven. Y a ella, una persona que no pudo identificar, le dijo: “Andate corriendo a tu casa y acá no viste nada”.

Otra vecina de la zona, Vicenta García Ripoll de López, pudo ver a la camioneta Rastrojero, que cargaba en la caja al joven herido, tirado boca arriba, que gemía y se quejaba. Pero una custodia de hombres armados, que nadie pudo identificar si pertenecían a la Policía o al Ejército, impedía que cualquier persona se pudiera acercar a darle auxilio.
 

Domingo Palacio

Era el dueño de la bicicletería, junto a su padre, cuando fue secuestrada la joven. El padre forcejeó con los captores, pero le pegaron un culatazo y le ordenaron que no se metiera.

 

Laura Haro

Era una pequeña de 10 años a la que la mamá la había mandado a hacer compras. Vio a Russo herido de un balazo en la calle y cuando lo levantaban y lo tiraban en una camioneta.

 

Alfredo Russo

Es el hermano del fallecido. Fue el que aportó el dato de que mientras a Daniel lo hirieron a las 11, recién por la noche, a las 23, lo llevaron al Rawson, donde murió.
 

 

Destacado

Por la agenda de los jueces las audiencias del megajuicio continuarán el miércoles 22, a partir de las 9, en el Rectorado.
 
 
 
 
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las12
Viernes, 23 de marzo de 2012
RESCATE II

La militante modelo

Marie-Anne Erize
(1952- Desaparecida desde 1976)


  Por Flor Monfort
“Quiero esto, quiero mucho más/Quiero hijos con temple, llenos de coraje/ Para romper los vestigios/De un mundo mediocre/ Que sus padres no terminaron de cambiar.” El poema es de Marie-Anne Erize y fue rescatado en la investigación que hizo el periodista Philippe Broussard para juntar las piezas de la vida de esta militante de Montoneros, desaparecida desde el 15 de octubre de 1976. Los 24 años de su historia se pueden leer en La desaparecida de San Juan (Planeta), donde Broussard desanda su camino: una chica de clase media, de origen franco argentino, que se crió al lado de la selva misionera en un paraje llamado Wanda, con su papá, su mamá y sus cinco hermanos, donde no tenían agua corriente ni luz eléctrica. Su papá fue mutando oficios, tuvo un almacén y se convirtió en pequeño empresario, logrando mudar a su familia a Buenos Aires. Boulogne, Ciudadela y finalmente la Capital, donde los Erize se asentaron en Belgrano para que los más chicos terminen la escolaridad en el Liceo Francés Jean Mermoz gracias a una beca. Pero Marie-Anne había cursado su secundario en provincia, pupila en las órdenes del colegio Inmaculada Concepción, dirigido por las hermanas Azules Castres, una congregación de origen francés. Ahí se recibió de maestra, empezó a misionar y recorrió el país como scout (donde aprendió a “encender el fuego, armar una carpa, pescar con una botella, hacer sopa con raíces”), siempre bajo el brazo de la comunidad francesa en Argentina, que protegía a sus hijos del país elegido pero inestable. Lo hacían prohibiéndoles hablar en español en la casa, rezando, enseñándoles geografía francesa, cuenta Broussard.
Pero la particularidad de Marie-Anne es que tuvo un pie en dos mundos aparentemente difíciles de conciliar: el de la militancia y el de las pasarelas. Fue tapa de Gente en 1972, primera princesa del concurso que la revista Siete Días hizo durante tantos años (concurso del que salieron muchas modelos conocidas), Miss Punta del Este, desfiló con Manuel Lamarca (cuenta él que Marie-Anne hablaba abiertamente de su militancia en la JP y que todas sus amigas modelos, Teté Coustarot incluida, lo conocían y tomaban con total naturalidad), filmó comerciales de Jockey, de Avianca, participó como actriz en una película, iba a bailar a Mau Mau y estaba en todos los desfiles de alta costura que se hacían en Buenos Aires por esa época.
Broussard (periodista de Le Monde hasta 2005) mezcla los testimonios y documentos que fue recogiendo con cartas a la madre de Erize, a quien conoció en 2001, cuando empezó a rastrear la historia de una de las 15 desaparecidas de origen francés de nuestra última dictadura. Se disculpa con ella por las intromisiones (sobre todo por tomar el testimonio de Daniel Rabanal, líder de la FAR y novio de Marie-Anne hasta el final, a quien la familia culpa de haberla “metido” en el barro de la militancia dura) y le cuenta sus hallazgos, como los poemas.
Broussard no lo escribe directamente pero pone blanco sobre negro en un tipo de historia que hoy sorprende, aunque no debería: la militancia joven no era una excepción de nicho ni se cocinaba solamente en ambientes universitarios. Las ganas y el fervor de cambiar las cosas se habían colado en todos lados, e incluso una mujer hermosa hablaba de sus ideas, hasta donde pudo. “En la Argentina de esos años, esa actitud comprometida no debe sorprender. En el campo, ligas agrarias desafían a los propietarios de tierras. En Córdoba, los obreros se rebelan. En las parroquias de Buenos Aires, miles de jóvenes de las clases medias colaboran con los ‘curas del Tercer Mundo’ en su acción a favor de los pobres. Por todos lados, reuniones de acción y reflexión se organizan en las villas miseria, que los poderosos desprecian” le explica a Françoise Erize y con ella a todos los franceses (para quienes en definitiva está escrito este libro, donde nuestra historia parece expuesta como en un manual para chicos de primer grado).
En el ’73, Marie-Anne se aleja de los flashes y se vuelca de lleno al trabajo social, está de novia con un veterinario a quien lleva de noche y con los ojos vendados a curar a algún compañero ya de Montoneros, a poner una inyección, por los pasillos de la villa o los de la clandestinidad. Con el Padre Carlos Mugica trabaja fuerte en la Villa 31, que en ese momento tenía 5000 habitantes (siempre según Broussard) y se emplea en Austral como administrativa, hasta que en 1975 pidió ser transferida a Mendoza, adonde estuvo escondida hasta febrero de 1976, fecha en que su novio fue detenido por robar un coche. Se deslizó a San Juan y el 15 de octubre se la llevaron tres tipos de civil de la puerta de una bicicletería. Pocos días después, su familia en Capital recibiría la visita de quince armados que revolvieron la casa y se llevaron todo lo que ella guardaba ahí todavía.
Dijeron que Marie-Anne estaba condenada a muerte. Pirú, como le decían en Montoneros, se había anotado en Antropología pero no llegó a cursar una materia, el ardor militante la entretenía en el campo de batalla, en donde ella creía que tenía que estar. No es de extrañar que otras y otros que estuvieron en las páginas de Gente y Siete Días compartieran esa tarea. Tal vez 36 años es suficiente para que también esas historias salgan a la luz.
Fuente: Pagina 12, Las 12, 23 de marzo 2012
 
 
 
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Análisis | 08 DE AGOSTO 2012,

La verdad sobre los señores de la "guerra"

Son 10 los represores que en Mendoza llegan a juicio tras largos años de impunidad.  
Por: Eva Guevara
La verdad sobre los señores de la
En manos de la Justicia Federal hay un cúmulo de pruebas que incriminan a diferentes actores. Axel Lloret
En el banquillo de los acusados del tercer juicio por crímenes de lesa humanidad no está Luciano Benjamín Menéndez. La razón de esta ausencia es que el ex comandante del Tercer Cuerpo de Ejército fue condenado y continúa vinculado a otras causas que arrancaron primero en Córdoba y después en Tucumán. En ésta última provincia el juicio ya comenzó, pero sin él, ya que la defensa esgrimió argumentos de tipo médicos para que sea su estado de salud lo que lo exima de tener que presenciar los testimonios de los sobrevivientes y familiares de personas que desaparecieron.  
Lo mismo sucede con el imputado Paulino Furió en Mendoza ya que el Tribunal le concedió el permiso de ausentarse en esta primera etapa. El ex teniente Coronel ofició de máxima autoridad del G2, la División Inteligencia de la VIII Brigada de Infantería de Montaña. Es por tanto, el que se ubica en la cúspide de la acción represiva dado que aquellos que mandaron con mayor autoridad que él, ya han fallecido: es el caso del general brigadier Juan Pablo Saá, ex comandante de la VIII Brigada de Infantería de Montaña, y de su segundo, el coronel Tamer Yapur.
El que éstos beneficios que están previstos en un sistema de garantías válido para cualquier persona bajo proceso, también estén al alcance de los genocidas de la pasada dictadura militar, es algo que pone a prueba no ya el sentido último de éste tipo de juicios de lesa humanidad pero sí la posibilidad de que se sepa la verdad sobre el destino de los desaparecidos, que es también un derecho de la sociedad. Y es que en el nudo del plan represivo está el ocultamiento de los cuerpos, una maniobra pensada para que llegada ésta instancia judicial se atenuaran sus cargos, que en vez de homicidio lo sean de privación ilegítima de la libertad. En el presente, privación ilegítima es la calificación con la que llegan algunos de los imputados por disposición del juez Federal Walter Bento, aunque ya la Fiscalía y los querellantes han solicitado  el cambio de carátula en función de criterios acordados según los cuales mientras no aparezcan los cuerpos, la desaparición de personas es un delito que se mantiene en el tiempo y es equivalente a un homicidio agravado. 
En manos de la Justicia Federal hay un cúmulo de pruebas que incriminan a diferentes actores con responsabilidad en la ejecución del plan criminal del Terrorismo de Estado. Por demás arduo ha sido develar la larga cadena de responsabilidades y complicidades. Hay que recordar que es recién en los últimos años que la Justicia Federal ha empezado a instruir las denuncias y querellas y es por lo menos cuestionable la forma en que se han encarado las causas.  
Por dar un ejemplo, si bien el gobierno de Mendoza estaba en manos de la Fuerza Aérea, recién en el tercer juicio por delitos de lesa humanidad en la Provincia se ha procedido a imputar a un comodoro de la Aeronáutica. Se trata de Alcides Paris Francisca, quien fue el sucesor del brigadier Julio César Santuccione en la Jefatura de Policía de Mendoza desde el 22 de diciembre de 1976 hasta el 24 de febrero de 1979.  Otro ejemplo es la no elevación a juicio de la causa por la que resultó procesado el ex comisario Carlos Rico y el no haber agrupado desde el inicio toda la investigación sobre el D-2 en una sola mega-causa.
En contraste, sí vale resaltar notables hallazgos en los libros de novedades. Digamos que arrojan datos que por primera vez pueden ser entrecruzados con todo lo que se sabe sobre la forma de coordinación entre las fuerzas que conformaban la Comunidad Informativa, una suerte de Centro de Operaciones Tácticas paralelo, con el exclusivo fin de concretar los secuestros, el traslado de los detenidos a los centros clandestinos de detención así como los interrogatorios bajo tortura y el destino final de los secuestrados; todo en un marco de clandestinidad y sistematicidad.
Un ejemplo lo constituye el libro de novedades del Cuerpo de Infantería hacia mayo de 1978. De éste documento surgen los nombres de los oficiales que llevaban y traían prisioneros los mismos días y horarios en los que se produjeron los secuestros previos al Mundial de Fútbol de ese año.  Si bien investigaciones periodísticas ya habían echado luz sobre el estado de sospecha en el que estaban estos oficiales de la “línea dura” –hablamos de los ex jefes policiales Ignacio Medina, Adolfo Siniscalchi, además de Carlos Rico-,  recién ahora se avizora para ellos la misma trayectoria seguida por Otilio Romano: de actor al mando de valores trascendentales para la sociedad, a reos.  
El arraigo social de los que cometieron crímenes de lesa humanidad tiene que ser proyectado hacia atrás, son más de 30 años de convivencia transcurridos entre represores. Por caso, Juan Antonio Garibotte, perteneció al G 2, grupo de Inteligencia desde el 15 de diciembre de 1976 hasta octubre de 1978. Como si nada hubiese pasado, se convirtió en docente de Ciencias Sociales en el CENS “Margarita Malharro de Torres”, de Tupungato. Actualmente se encuentra en uso de una licencia.
El otro caso es Fernando Morellato, ex policía del Cuerpo Motorizado de Vigilancia. Su imputación es consecuencia directa de otro hallazgo documental: apareció en su legajo personal una sanción ética de sus superiores por haber solicitado un instrumento eléctrico mecánico –una picana- para interrogar a detenidos.  Al retirarse como comisario, Morellato tuvo un activo dinamismo social, tanto desde su despacho de la Organización Micael S.A. como desde la Cámara de Empresas de Seguridad e Investigaciones de Mendoza y el Club Atlético Argentino,  en las dos organizaciones se desempeñó como presidente.
Con el sello del D-2
Una consideración especial merece el capitán Dardo Migno. Varios testimonios lo ubican al mando de las sesiones de tortura con una crueldad imposible de borrar en la mente de los que sobrevivieron. Revistió en la Compañía de Comunicaciones de la 8va. Brigada y goza de prisión domiciliaria en la ciudad de Rosario, por razones de salud.  De semejante brutalidad no puede escindirse el ex oficial del Ejército Ramón Ángel Puebla, ya que ejerció la jefatura de ese centro clandestino de detención desde diciembre de 1975 hasta enero de 1979.
En relación a Ricardo Benjamín Miranda y Aldo Patrocinio Bruno que eran, respectivamente, jefe y segundo jefe del Departamento de Informaciones (D-2), son  extensas las pruebas que los incrimina. Además de los testimonios que se encuentran agregados al cuaderno de pruebas ya utilizado en los anteriores procesos seguidos, está el Libro de Registro de Prontuarios Civiles en el que  se consignaba el nombre de las víctimas con el fin de documentar la devolución de los respectivos prontuarios al Archivo General de la Policía de Mendoza.
Lo mismo sucede con Armando Osvaldo Fernández y Juan Agustín Oyarzábal. El primero fue comisario inspector del D2, hizo de enlace entre la policía y el Ejército mientras que el segundo fue comisario general y jefe de operaciones policiales a cargo de los interrogatorios.
De puño y letra
Consta en un reclamo de tipo administrativo presentado en 1980. El fragmento escrito y agregado al legajo personal dice: “Actividades desarrolladas en la Brigada de Infantería de Montaña VIII, como Oficial de Inteligencia, en la lucha contra la subversión. Como G 2 de la referida Gran Unidad de Combate, mientras ejerció la comandancia de la misma, el señor General Jorge Alberto Maradona, desempeñándose como 2do Comandante y Jefe Estado Mayor el actual señor General Mario Ramón Lépori, me tocó asumir un rol de relevancia en la gestión asumida por las Fuerzas Armadas y particularmente por el Ejército, en afrontar la misión de derrotar al enemigo apátrida que se había enquistado como un cáncer en nuestra sociedad argentina. Horas, días, semanas y meses, volqué todo mi esfuerzo personal y profesional, a coadyuvar como una pieza más del engranaje montado para infligir al enemigo una derrota sin precedentes, en lograr el éxito de la misión impuesta. Quienes fueron mis superiores ya nombrados anteriormente, como así también los otros camaradas que a mi nivel aportaron también su cuota de sacrificio y valor, podemos todos nosotros estar ampliamente satisfechos de la misión que cumplimos acabadamente. La historia, el día de mañana, sabrá valorar la tarea anónima de los integrantes de la Institución que posibilitaron el éxito total y sin condicionamiento alguno”.
De este modo reivindicaba el Terrorismo de Estado Paulino Enrique Furió.

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MEGACAUSA

Jueces quedaron impactados al ver calabozos y sótano de ex barrio militar

Los miembros del TOF recorrieron los dos campos castrenses mostrados por EL LIBERAL en exclusiva el domingo pasado y confirmaron que se realizarán pericias que se agregarán a la causa por la que son juzgados ex represores por 44 casos de secuestros, torturas y desapariciones.
Jueces quedaron impactados al ver calabozos y sotano  de ex barrio militar
 
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Publicado el 09/08/2012 - Los jueces del Tribunal Oral Federal, Graciela Fernández Vecino, Juan Carlos Reynaga y José Fabián Asís, realizaron una inspección ocular en dos ex campos militares que según relatos de víctimas y ex conscriptos, funcionaron como centros clandestinos. Particularmente, causó impacto en los magistrados la recorrida por el ex barrio castrense de La Guarida, en el departamento Banda, donde observaron calabozos en una vivienda y un sótano, los que fueron reflejados por primera vez a la opinión pública por EL LIBERAL. 
El hallazgo motivará un pedido de pericias a profesionales de la Unse para que evalúen las construcciones, a la vez que se solicitarán los planos originales del complejo habitacional. 
Así lo adelantó Fernández Vecino, quien dijo que se hallaron evidencias de lo que presumiblemente sería un centro de detención en el ex campo militar Coronel Holmberg. En lo que fue la jornada 25 del juicio de la Megacausa, el TOF realizó sendas inspecciones en el ex campo militar Coronel Lorenzo Lugones, en Santo Domingo, departamento Robles, y luego en La Guarida. Custodiada por efectivos de la Policía Federal y Gendarmería, la comisión judicial que también integraron el fiscal federal general, Gustavo Gimena; los querellantes Julia Aignasse (por la Codesedh y Asociación por la Memoria, la Verdad y la Justicia) y Héctor Carabajal (Secretaría de Derechos Humanos de la Nación), concretó la medida que había sido solicitada por la defensa. 
En primer término, los funcionarios recorrieron el campo militar de Santo Domingo, en Robles, con la guía de un testigo, el ex conscripto Carlos Ledesma; y luego La Guarida, en el ex barrio militar que hoy es habitado por familias. En este lugar, los jueces fueron guiados por el ex preso político Luis Garay, primero por la construcción anexa a una vivienda, donde están cinco calabozos y dos baños; y luego se dirigieron hacia los fondos de una vivienda, donde se encuentra un sótano. Estas construcciones generaron inquietud en los jueces, sobre todo las celdas. 
Ante la prensa, al final de la jornada, Fernández Vecino confirmó que se hallaron evidencias de lo que sería un centro de detención. “En la última de las casas hemos detectado la existencia de un pasillo que comunica con una construcción donde presumiblemente habría habido cinco calabozos, aunque tres de ellos están unidos, porque se han tirado las paredes que los separaban y en los extremos, dos pequeños baños. Se puede llegar a presumir que era un lugar de detención de personas”, expresó.
Con respecto a los sótanos, describió que en los fondos de otra morada, “vimos dos grandes losas, como si fuera una plataforma de vivienda, una de las cuales está caída y tiene por debajo un pozo de cuatro metros por cuatro metros sin revestir o parciamente revestido y el otro está la fosa intacta y vamos a pedir un peritaje para ver qué es esto. Nos llamó la atención, no tenemos idea cuál es el uso que se le puede haber dado a eso”, indicó.
Finalmente, manifestó que quedó impactada por lo que vio, “sobre todo lo que son los calabozos en un barrio de viviendas”.
Hoy el juicio de la Megacausa continuará a partir de las 9 con las audiencias en el cuarto piso de Tribunales, donde se escucharán nuevos testimonios.
Fuente: El Liberal

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Denegaron declaración de testigo por estar imputado en los hechos 
El testimonio del ex Jefe de Operaciones de la Policía de Río Negro con asiento en General Roca, Guillermo Hruschka, fue desestimado por el Tribunal.
El defensor de varios de los imputados, Hernán Corigiliano, conversa con el fiscal Marcelo Grosso. -
El fiscal Marcelo Grosso aseguró que la Fiscalía le imputó con anterioridad varios de los hechos que se investigan en este proceso.
 
Neuquén > El Tribunal Oral Federal, en el juicio contra 23 represores imputados por delitos de lesa humanidad ocurridos en la región durante la última dictadura militar, no permitió ayer la comparencia del testigo Federico Hruschka, quien fue el jefe de la Unidad Regional de General Roca de la Policía provincial, porque está implicado en las detenciones de varias personas y su testimonio podría autoincriminarlo.
Al comienzo de la audiencia el fiscal Marcelo Grosso recordó a los jueces que la Fiscalía le imputó con anterioridad a Hruschka varios de los hechos que se investigan en este proceso y el Juzgado hizo lugar a la indagatoria. “Prestó declaración indagatoria con varios de los imputados que hoy (por ayer) están en la sala”, recordó.
Explicó que luego la Cámara de General Roca revocó los procesamientos, declaró la nulidad y remitió las actuaciones al Juzgado Federal de Neuquén. “Si bien las indagatorias fueron anuladas esa imputación de parte de la Fiscalía no perdió vigencia. En el Juzgado de Neuquén no se dictó ninguna resolución por la que se desvincule del proceso a esta persona”, añadió.
Hruschka había sido convocado a declarar por el defensor Hernán Corigliano, quien manifestó al Tribunal que es “llamativo que se pretenda proteger el derecho de autoincriminación de parte del fiscal cuando en otras oportunidades se persiguió lo contrario”.
Luego de deliberar por más de dos horas los jueces determinaron que “tal como afirmó el fiscal se encuentran pendientes solicitudes de declaración indagatoria de Federico Hruschka, peticiones que incluyen hechos analizados en este proceso como en otros respecto a los casos de Julio y Juan Pailos, Paris, Saez, Gómez, Cancio, Pichulman, Carmona, Cea, Lucca, Trezza, Botinelli, Blanco, Barco, Contreras, Kristensen, Novero, Rodriguez y Sotto”.
El Tribunal dejó sin efecto la citación como testigo de Hruschka, a lo que Corigliano advirtió reserva de recurrir en casación. Adhirieron la defensa pública y los defensores Rodolfo Ponce de León y Gerardo Ibáñez.
Corigliano manifestó que la comparencia de Hruschka era “importante porque era el jefe de la unidad regional de Roca y la comisaría de Cipolletti dependía de esa unidad”.
“Para mí era fundamental porque es quien puede aclarar quién estaba realmente a cargo de esa comisaría y quien ejercía de parte de las fuerzas armadas el control operacional sobre la Policía de Río Negro”, agregó Corigliano.




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La Agencia de Noticias DH, es autonoma y es editada en la Capital Federal desde diciembre 2007




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