viernes, 30 de agosto de 2013

Chaco: Baldosas de la Memoria frente al edificio la primera sede de Ligas Agrarias, símbolo de los ideales sociales decada 70 + Reportajes a Lovey y Yacuzzi




En el centro de la ciudad Saenz Peña

Cipolini encabezó la colocación de la segunda Baldosa de la Memoria

28/08/2013 El intendente de la Ciudad Termal presidió el acto de descubrimiento de la segunda baldosa de la memoria frente al edificio donde funcionara la primera sede de Ligas Agrarias, símbolo de lucha de los ideales sociales de la década del '70.


Nota_f145bba8d2af32c536e0567a88973adbEl acto realizado en 15 y 16 en Sáenz Peña.
El emotivo homenaje también contó con la presencia del ministro de Educación, Sergio Soto, entre otras autoridades provinciales. Y junto al jefe comunal, Gerardo Cipolini, se encontraban presentes la presidente del Concejo, Crucita Pereyra, concejales y el secretario de Gobierno, Oscar Dudik, 

En su mensaje protocolar, Cipolini señaló que se encontraban "convocados por este homenaje a esos jóvenes soñadores de la década del 70; cuyos nombres hoy están protegidos por nuestras banderas del Chaco y de Sáenz peña. Jóvenes que protagonizaron una década que caracterizó un periodo sombrío de América Latina. No olvidemos que cuando en la Argentina se llevaba a cabo el golpe militar de 1966, también en otros países americanos reinaban los gobiernos militares. Chile, Uruguay, Brasil y Perú, cubrían a una América Latina de una sombra de dominación y de esclavitud; pero esta gente joven soñaba por un país mejor".

"Estamos hoy aquí para rendirle homenaje a muchos casos, a muchos hermanos saenzpeñenses que dieron su vida defendiendo sueños e ideales y que nuestra juventud no debe arrear nunca. Porque un país no solo se construye a partir del esfuerzo y del trabajo, si no por la guía de sueños y anhelos de aquellos que con sus vidas, en este caso particular, marcaron un rumbo para que nunca más vuelva a la Argentina al flagelo de un golpe militar. Que nunca más vuelva el dolor de la muerte y desaparición, de la tortura, de esa sombra que avergonzó a generaciones de argentinos que tuvimos que convivir con uno de los períodos más tristes de la historia argentina", agregó el intendente de Sáenz Peña.

Después, rescató la figura de Raúl Alfonsín, "nuestro héroe cívico que tuvo el coraje, cuando el partido militar estaba intacto, de juzgar a la Junta Militar. Realmente, a partir de allí, hemos transitado 30 años de una democracia que tiene todavía sus luces y sus sombras, pero tenemos que apostar todos juntos a que nunca más retumbe en las aulas de la patria, en los espacios públicos, esa frase tremenda: las urnas están guardadas y bien guardadas". 
"Mi homenaje y reconocimiento a estos jóvenes que, en defensa de sus principios dieron lo más preciado que tiene una persona, que es su vida”, concluyó.

Posteriormente las autoridades realizaron el descubrimiento de la segunda Baldosa de la Memoria en la esquina de las calles 15 y 16 del centro de Sáenz Peña, lugar donde funcionó la primera sede de Ligas Agrarias en esa ciudad.
Fuente: Chaco Dia por Dia
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NOTAS DE ARCHIVO
REPORTAJES REVISTA lOS 70
Osvaldo Lovey, Secretario General de las Ligas Agrarias del Chaco
"GRITA LO QUE SIENTES"

Ni tierras sin hombres, ni hombre sin tierra.Osvaldo Lovey fue secretario general de las Ligas Agrarias del Chaco. Años después, cuando se crea el Movimiento Peronista Montonero en Roma en 1979, fue designado secretario general de la rama agraria. En la actualidad integra la cooperativa "El Zorzal", de Machagay, provincia del Chaco.

--¿Cómo se formaron las ligas?
--Había una necesidad colectiva derivada de las reivindicaciones insatisfechas de los pequeños y medianos agricultores. Las Ligas surgen en el Chaco para expandirse después ampliamente por la región noreste e incluso en parte de la pampa húmeda. En esos años esas provincias venían sufriendo un azote económico muy grande a causa de la caída de los precios de la producción --por ejemplo, el algodón chaqueño--, lo que provocaba un éxodo constante de gente. Obreros rurales, pequeños y medianos productores abandonaban sus campos, sus chacras y se iban a Buenos Aires por falta de futuro.
Las Ligas fuerin una herramienta fundamental para defender nuestros intereses, ya que los grandes monopolios que operaban en la compra y venta y en la industrialización de los productos primarios estaban acostumbrados a fijar los precios a su antojo.
Esta es una de las razones vitales que dan origen a las Ligas. Después hubo elementos más sociopolíticos que facilitaron esta construcción. Las políticas de la dictadura militar generaron una fuerte ola de reacciones populares en todos los sectores. No nos olvidemos que las Ligas no fueron un movimiento aislado: tenían que ver con lo que estaba pasando en el país con los trabajadores, el movimiento estudiantil, etc.
--¿Cómo recordás la asamblea fundacional?
--La asamblea fundacional fue el primer cabildo abierto del agro chaqueño, y así lo llamamos en aquella época. El lema era "grita lo que sientes" y se realizó en Roque Saenz Peña, la zona algodonera por excelencia. Pero no fue una cosa que surgiera de un día para otro, ya que tenía sus antecedentes en las primeras movilizaciones encabezadas aquí por la Federación Agraria Argentina. Yo siempre digo que todo el movimiento de las Ligas lo inició la Federación Agraria Argentina. Lo que pasa es que después, al defeccionar, la Federación estuvo dirigida por hombres que se prestaron al juego de los sectores monopólicos de esa época, en connivencia con el gobierno de turno. Entonces a este movimiento lo continuaron los sectores juveniles, como el Movimiento Rural, de la Acción Católica, al que muchos estábamos integrados, además en los centros juveniles cooperativistas. Esas fueron las dos vertientes de jóvenes que nos pusimos al frente de forma improvisada en las primeras movilizaciones y le dimos continuidad. Al quedarnos sin una entidad orgánica que dirigiera el movimiento, se formó una nueva entidad, que fueron las Ligas Agrarias.
--En ese marco, ustedes cuestionaron severamente en una asamblea a Di Roco que en ese momento estaba el frente de la Federación.
--Por supuesto. El era el presidente de la Federación y en una de las asambleas fue abucheado espontáneamente por la gente. Casi lo bajan del palco. Había venido a parar la mano, a poner paños fríos. Decía que había que esperar, que las autoridades del gobierno tenían buenas intenciones. Pero eso no tenía ninguna relación con lo que estaba pasando en la realidad. En premio a esa lealtad de intereses, el presidente Lanusse lo llevó como ministro de Agricultura. Precisamente, la visita de Lanusse a una concentración de las Ligas, dos después del primer cabildo abierto, fue el hecho que les dio una notoriedad de alcance nacional, que hasta ese momento no tenían.
--¿Porqué fue Lanusse a esa reunión?
--El había anunciado una gira por toda la región. Vino al Chaco, fue a Misiones, después fue a Tucumán, donde le tiraron naranjas. En parte era una gira proselitista porque, en ese momento, Lanusse estaba impulsando el Gran Acuerdo Nacional y pretendía postularse como candidato a presidente. Cuando apareció por Resistencia, nosotros hicimos un planteamiento público: que si el presidente quería conocer los problemas del Chaco tenía que venir a Saenz Peña, porque en la Capital no estaban los problemas. Lo desafiamos al afirmar que si él no estaba dispuesto a venir al interior del Chaco organizaríamos una caravana a Resistencia con los agricultores para demostrar cuál eran los verdaderos problemas. Este pronunciamiento público de las Ligas dio origen a una serie interminable de negociaciones. Viajamos a Buenos Aires, nos entrevistamos con Manrique, que en ese momento era ministro de Bienestar Social, para ver de qué modo y en qué marco iría Lanusse a Saenz Peña. Nosotros planteamos nuestras condiciones: lo invitábamos a una asamblea de productores, pero que esa asamblea la organizaríamos nosotros.
Finalmente, en contra de los consejos que le daba el gobernador Maza para que no concurra, aceptó el desafío y vino. Así fue cómo él estuvo en el palco, frente a cinco mil agricultores convocados por las Ligas Agrarias. Ahí aprovechamos para plantearle públicamente los problemas, algunos de los cuales lo involucraban directamente a él y a su familia. En el Chaco se habían dado en concesión 1.100.000 hectáreas a un consorcio formado por la empresa Pedro y Antonio Lanusse y una firma norteamericana para explotar el suelo y el subsuelo. En la asamblea lo hostigamos duramente con este tema y Lanusse se vio obligado a anunciar públicamente que ese proyecto estaba muerto. Fue una de las grandes victorias de las Ligas porque, además, esa pulseada con Lanusse nos significó obtener un montón de reivindicaciones que habíamos acordado previamente como condición para que él pudiera venir.
--¿Monseñor Italo Di Stéfano jugó un rol fundamental en esa época?
--Sin duda. En el primer período, cuando la juventud agraria tomó las banderas que había abandonado la Federación, el rol que desempeñó el obispo Di Stéfano fue fundamental por una razón muy sencilla: la gente descreía de la clase dirigente, se sentía traicionada. De algún modo, la única autoridad en que la gente confiaba era en el obispo, ya que nosotros cumplíamos un rol de activistas en cuanto a lo organizativo pero nuestra credibilidad todavía estaba siendo puesta a prueba. El fue uno de los que se puso al frente y cumplió un rol muy importante. En los acontecimientos posteriores, cuando las Ligas tomaron fuerza orgánica, hubo una serie de discrepancias con Di Stéfano y se alejó del movimiento. Pero nosotros rescatamos su tarea porque en la primera etapa desempeñó un rol fundamental.
--¿Qué sentís, tantos años después, cuando caminás por el Chaco?
--Es una mezcla de muchas cosas. Hay zonas que recorro en las que me agarra una nostalgia muy grande, porque en otros años eso era un hervidero de gente. Era un Chaco que se sustentaba en la unidad económica familiar, un lote de cien hectáreas lo trabajaba toda la familia y, a su vez, daba trabajo a otros obreros rurales. Hoy son zonas semi despobladas a causa del proceso de tecnificación y de concentración de la propiedad de las tierras. El Chaco es otro.
En cuanto al Movimiento Rural, cumplió un rol previo muy importante en lo que hace a la formación del material humano. Ayudó a constituir los fundamentos ideológicos y sociales de toda una generación que después convirtió toda su actividad a la militancia social y política.
--¿Cómo recordás a Carlos Picolli?
--Carlos siempre está presente en mis recuerdos. Aparte de haber sido nuestro compañero de lucha y uno de los principales iniciadores del movimiento en esta región, fue mi amigo más entrañable. Son pérdidas irreparables que a uno le dejan un vacío que, como dice la canción, son muy difíciles de llenar. ( Lucho Soria)


Fuente: Revista Los 70

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Rafael Yacuzzi
"Nada de eso fue inútil"

Preso y luego exiliado, al regresar a la Argentina dejó de ejercer el sacerdocio, y hoy como antes, vive como cooperativista en Villa Ana, Santa Fe. En su testimonio hace un balance sobre aquellos años y cuenta cómo fue su militancia social.
Rafael Yacuzzi. Las ligas agrarias. Rafael Yacuzzi, 63 años, campesino, ex cura, fue uno de los gestores de las Ligas Agrarias. Preso y luego exiliado, al regresar a la Argentina dejó de ejercer el sacerdocio. Hoy, como antes, vive y trabaja como cooperativista en Villa Ana, Santa Fe.
--¿Cómo comenzó su militancia social?

--Yo pertenecía a una familia campesina, estaba muy identificado con la vida de los trabajadores rurales y los pequeños productores y, además, trabajaba como trabajo ahora. Me ganaba el pan con el sudor de la frente. Además, como sacerdote, no podía permanecer indiferente al dolor social. Fue una opción que me trajo el rechazo de los más poderosos. Así como, en su momento, había sentido el llamado de Cristo, sentí el llamado de la gente. Para esa época se acentuaba la presencia de la corriente tercemundista y yo no veía contradicciones entre la militancia y el ejercicio del sacerdocio. No por eso dejaba de celebrar la misa, de confesar, de bautizar, etc.
--¿Cuál era la relación entre dar misa y repartir un volante?
--Eran dos actividades que uno se sentía llevado a realizar. Pero no puedo dejar de confesar que cuando uno repartía un volante que hablaba de la organización del pueblo o del rechazo a las injusticias sociales, en el fondo el mensaje era lo mismo, o sea el mensaje evangélico.
--¿Cuál era la actitud de la jerarquía eclesiástica frente a su militancia?
--Hubo ciertas críticas, ciertas incomprensiones. Pero nunca hubo sanciones. El obispo de mi diócesis me hizo algunas observaciones. Pero entre el criterio de la jerarquía y el criterio del Evangelio, me quedé con lo último porque allí estaba la vida de la gente. En esa época había un auge de las luchas sociales y uno se sentía identificado con eso. La gente veía la presencia de los sacerdotes, lo digo en plural, porque éramos muchos los que estábamos en ese camino, como un respaldo concreto, más aún en el Chaco, con monseñor Italo Di Stéfano, aunque años después él se apartó. La gente requería nuestra presencia, y cuando faltábamos a las reuniones después venías las críticas. Me consideraban uno de ellos.
--¿Cuál es su balance de aquellos años?
--Fundamentalmente la conciencia y la decisión para luchar por los legítimos derechos sociales. Las Ligas fueron el movimiento gremial campesino más importante no sólo porque fueron un instrumento de organización solidaria de la gente, sino por las reivindicaciones alcanzadas, como el precio compensatorio de la cosecha, la creación de los sindicatos de los trabajadores rurales, el acceso a créditos, los cursos de capacitación, etc.
Hubo grandes sacrificios, es cierto, grandes dolores y sufrimientos, pero también alegrías entrañables. Y mása allá de los resultados, nada de eso fue inútil. Fueron semillas que con el tiempo dieron y seguirán dando frutos porque siempre hay y habrá gente luchando por sus derechos y por los derechos de todos. Y eso, aunque les pese a muchos, es la continuidad de aquello. Sí, es la continuidad.
Posdata: Rafel Yacuzzi, fallecio en el 2001 de cáncer
Fuente: Revista Las 70


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La agencia de noticias de DH se edita desde 2007, y a partir de ahora con la nueva designacion por Memoria, Verdad y Justicia

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