miércoles, 31 de marzo de 2010

EN LA CAUSA BUSTOS EL JEFE ZIRPOLO TAMBIEN DICE QUE LO ACUSAN INJUSTAMENTE



Comenzó a declarar el otro militar acusado de la desaparición del escribano Melitón Bustos
Arias pidió la nulidad del juicio y clamó inocencia
El militar volvió a defender la lucha antisubversiva y desacreditó a dos expertos, entre ellos a un camarada.

Miércoles 31 de Marzo de 2010 Salta RUBEN ARENAS, El Tribuno


El coronel Carlos Alberto Arias culminó ayer su declaración con un virtual alegato ante el Tribunal Oral Federal que lo juzga por el secuestro y desaparición del escribano Melitón Bustos. Clamó una y otra vez su inocencia e impugnó “por su flagrante inconstitucionalidad, la validez de este juicio”, al que calificó “de totalmente nulo”. Al mismo tiempo volvió a reivindicar la lucha antisubversiva que llevó adelante la última dictadura militar, por considerar que “hubo una guerra revolucionaria y para ello el Estado usó a sus Fuerzas Armadas en defensa de la patria, amenazada por el terrorismo nacional e internacional”.
También comenzó a declarar, el otro imputado, el coronel (r) Luis Angel Gastón Zírpolo, quien estaba a cargo del Regimiento de Tartagal cuando se produjo el secuestro de Bustos, el 2 de febrero de 1978.. Por razones de tiempo el tribunal dispuso que el imputado prosiga hoy con su indagatoria.
Asumiendo el rol de un experto en derecho, Arias pidió la nulidad de todo lo actuado en el primer juicio por crímenes de lesa humanidad que se realiza en Salta, por que a su juicio está plagado de violaciones a la Constitución Nacional y a tratados, pactos, convenios, protocolos internacionales, etc. El imputado desacreditó a su camarada, el coronel (r) Horacio Ballesteros, presidente del Centro de Militares Democráticos de Argentina (CEMIDA), quien prestó su testimonio en el juicio como experto en materia castrense. “Sus dichos no reúnen la mínima credibilidad, ya que ahora cuestiona cosas que en otros tiempo él mismo forjó”, dijo. Lo acusó de ser uno de los responsables de la Doctrina de la Seguridad Nacional que se aplicó en el país desde 1960 hasta los años 80, y cuyo principio básico establecía que los gobiernos militares de toda América Latina debían hacerse cargo del poder para combatir a lo que llamaban “la amenaza marxista”. Además, sostenía que en esta lucha las Fuerzas Armadas podían usar todo tipo de recursos contra las personas, incluyendo la tortura y el asesinato. Acusó a Ballesteros de haber encabezado el grupo del Regimiento La Tablada que tomó la Casa de Gobierno para derrocar el presidente constitucional Arturo Illia, en junio de 1966. “Es decir que el coronel de democracia tuvo entonces una clara actitud golpista”, disparó.
De igual manera, Arias refutó a otro testigo técnico, la abogada, escritora y experta en cuestiones militares, Mirta Mántaras. “Ella sostiene que el Ejército actuó como una asociación ilícita y que yo sepa el Ejército no es una banda de delincuentes”, expresó. Al mismo tiempo, negó que haya habido un plan militar para eliminar la cultura argentina. Para el militar, fue el proyecto montonero el que pretendió modificar todos planes de estudios bajo la conducción del entonces ministro de Educación peronista, Jorge Taiana, padre del actual canciller argentino..
Respecto a su situación manifestó que no sabe por qué lo involucraron en el caso de Melitón Bustos. “Quizá porque era un oficial severo, autoritario, alguien por resentimiento me eligió como chivo expiatorio”, señaló. En este contexto sospecha de las organizaciones de derechos humanos “que necesitan armar un contexto o una persona ideal para acusarla”El otro imputado


También ayer el tribunal comenzó a escuchar la declaración del coronel Zírpolo, que está acusado como “autor mediático” de la desaparición del escribano Bustos. Con la voz arenosa, producto de su ronquera, rechazó las acusaciones y remarcó que no hay pruebas para condenarlo. Zírpolo centró su defensa en desacreditar el contenido de los documentos que presentó la querella, a través de los cuales se confirma que al escribano lo secuestró el Ejército. Al militar lo compromete el testimonio del entonces jefe del Regimiento Tartagal, Roberto Felipe Domínguez, quien manifestó que cuando se hizo cargo de esa unidad, Zírpolo le confirmó verbalmente que Bustos fue detenido en la madrugada del 2 de febrero de 1978 y que ese mismo día fue entregado al Destacamento de Inteligencia 141 con asiento en Salta. El acusado niega que le haya dicho eso a su jefe y aseguró que nunca supo lo ocurrido con el escribano.
En defensa de la libertad de prensa

“¿El coronel Arias tiene quien le escriba? El Tribuno”, rezaba un cartel ubicado en el acceso al tribunal donde se realiza el juicio a los acusados de la desaparición de Melitón Bustos. El mensaje aludía al anuncio del militar de iniciarle una querella criminal a este periodista y al matutino por la nota publicada el 15 del corriente, a través de la cual se adelantó lo que el imputado iba a declarar en el juicio. Por esta información, Arias confirmó también que presentó una denuncia penal ante la Fiscalía Nº 1 por hurto de esa documentación. Lo que el reo quiere saber es de qué manera este medio tuvo acceso al escrito de mas de 20 carillas que había preparado como argumento de defensa. Cabe recordar que en la nota de marras se anunció que el coronel iba a hacer una firme defensa de la lucha antisubversiva durante la última dictadura. Y efectivamente eso lo confirmó palmariamente durante las dos jornadas en la cuales declaró ante el tribunal que lo juzga. Para los querellantes David Leiva y Tania Kiriaco, con sus dichos Arias terminó de confirmar que al escribano lo hizo desaparecer el Ejército. Recordaron que según los informes de esta fuerza Bustos estaba considerado como “uno de los jefes continentales del marxismo”. Sin embargo, nada de eso se le pudo probar.
Fuente: El Tribuno

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