lunes, 8 de marzo de 2010

EXHAUSTIVA JORNADA PARA RAUL BUSTOS

Foto Miguel Vargas
Por Elia Fernandez


La audiencia comenzó cerca de las 11 de la mañana, luego de una larga espera de los testigos y el publico de la sala.
Raúl Bustos, hoy un hombre adulto, no logra terminar de saldar el compromiso que adquiriera de adolescente con la vida… Hoy fue sometido a un minucioso interrogatorio por parte del Tribunal Oral Federal que entiende en la causa en que se investiga el secuestro y desaparición de su padre, Aldo Melitón Bustos.
Se le escuchó decir: -“El señor Cullell está faltando a la verdad, porque después del secuestro de mi padre no volví a verlo jamás”-, a la enésima ves en que se le requirió contar lo acontecido ese fatídico 2 de Febrero de 1978 en la ciudad de Tartagál. Se le pidió que aclarara una ves más como es que está seguro que a quien vio llevar a su padre encapuchado y en colzoncillos era el Teniente Arias y no Bruno, como dijo Cullell haber escuchado de boca de él. “...al día siguiente lo vi a Arias en el regimiento cuando fui con el Heraldo a averiguar de mi padre, pero todavía no sabia que su nombre era Arias “.Seguramente por precaución a su integridad y la del grupo familiar en las primeras denuncias en la policía no consta el hecho de que Raúl, pudo reconocer a uno de los secuestradores.
El hecho es que en el Habeas Corpus que presentó la familia en la época no se menciona el nombre de Arias, pero si que el hijo de la víctima estaba en condiciones de reconocer a uno de los que llevaron a su padre.
Con respecto a los dichos el Dr. Cullell, Raúl se refirió a que “…si Cullell estaba en Tartagál, (después del secuestro) yo no lo volví a ver…” Por otra parte reveló al tribunal que con los años en la familia se sospechó de Cullell, “…porque no apareció más …además él era vecino mió, vivía en el mismo barrio en Salta y nunca se acercó a hablar…”


UN DURO CAREO

Durante el careo entre Raúl Bustos y Cullell se establecieron algunos puntos centrales para ser aclarados: los tiempos del exilio de Melitón en Santa Cruz de la Sierra ; el supuesto encuentro entre Raúl Bustos y Cullell luego del secuestro del escribano y si fue Raúl quien llamo esa madrugada a la mujer de Cullell para avisarle del secuestro.
En un acalorado desencuentro de palabras Raúl Bustos sostuvo sus dichos.Que para él Cullell mentía en todo, en la fecha que dice este haber llevado a Melitón al aeropuerto salteño para embarcar a Bolivia (lo que pudo demostrar por las cartas que el escribano enviaba a la familia desde Santa Cruz y están fechadas en Agosto de 1977 y no en Octubre del mismo año que es cuando dice Cullell haberlo llevado a Melitón)y sobre el llamado telefónico para informar del secuestro a la mujer de Cullell, el cual Raúl se negó haber realizado , alegando que solo llamó a su tío Heraldo que no se le ocurrió siquiera llamar a alguien más. Por momentos hizo retroceder al verborrajico Cullell, que tuvo que reconocer que tal vez las cosas no sucedieron tal como él las recuerda.

“UNA MALA MUJER”

Sorprendió a los presentes en la sala las expresiones del Juez Frías que intentó conducir el testimonio de Raúl Bustos a hacer afirmaciones sobre las irregularidades familiares, que según el magistrado, supone ajenas a una familia “normal”. Este hecho hizo enojar al Dr. Leiva, abogado de la querella, que se opuso al cuestionamiento al que estaba siendo sometido el hijo de la víctima.
Frías también se animó a inducir a Raúl Bustos para que realize afirmaciones sobre Eva Carrillo, la compañera de Melitón al momento del secuestro, rotulando como "una mujer de la noche", una "prostituta".A lo que Bustos contestó, dando a entender que él no se prestará para emitir juicio de valor sobre la mujer, aunque puede ser que Eva haya sido un poco "liviana"en su conducta.
Para mañana 9 de Marzo, está previstio un careo entre quien fuera Gral. del Remte 28 Petricic y Cullell , también se requirió la presencia de Raúl Bustos por si se presenta la necesidad de requerirlo. Luego de esto el Tribunal deberá fijar fecha para dar la oportunidad a los acusados, Arias y Zírpolo, de expresarse antes de los alegatos y la sentencia.

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