viernes, 30 de abril de 2010

MARTINEZ DE HOZ




EL PAIS › Nota de tapa
SIN SALIDA
Por Diego Martínez
El juez Oyarbide le prohibió salir del país a José Alfredo Martínez de Hoz. Tras el fallo de la Corte que anuló su indulto, el secretario de Derechos Humanos había pedido la detención del ex ministro de Economía de la dictadura “en una cárcel común para que se lo juzgue por delitos de lesa humanidad”.




EL PAIS › EL EX MINISTRO DE ECONOMIA DE LA ULTIMA DICTADURA JOSE ALFREDO MARTINEZ DE HOZ NO PUEDE SALIR DEL PAIS
José Mercado quedó varado en la Aduana
El juez Norberto Oyarbide tomó la medida a pedido del secretario de Derechos Humanos, quien también solicitó la detención del ex funcionario y señaló que, luego de que la Corte Suprema anulara el indulto, no había obstáculos para el avance de la causa.
Por Diego Martínez
El juez federal Norberto Oyarbide ordenó ayer la prohibición de salir del país de José Alfredo Martínez de Hoz, ex ministro de Economía de la última dictadura imputado por el secuestro extorsivo de los empresarios Federico y Miguel Gutheim, quienes fueron forzados a renegociar desde la cárcel en 1976 un contrato privado con comerciantes de Hong Kong. La medida fue solicitada al mediodía por el titular de la Secretaría de Derechos Humanos (SDH), Eduardo Luis Duhalde, quien calificó al ex funcionario del gobierno militar entre 1976 y 1981 como “el jefe civil de la dictadura” y solicitó su detención en una cárcel común “para que se lo juzgue por delitos de lesa humanidad”. La decisión de Oyarbide se produce luego de que la Corte Suprema de Justicia declaró inconstitucional el decreto 2745/90 por el que Carlos Menem indultó al ex hombre fuerte de Videla.
En 1988 Martínez de Hoz fue procesado con prisión preventiva, igual que Videla y su ministro del Interior, Albano Harguindeguy, por orden del juez federal Martín Irurzun, como coautor del delito de secuestro extorsivo reiterado. Estuvo más de dos meses preso en la Unidad Penal 22 de Viamonte al 1100, acompañado, entre otros, por el general Carlos Suárez Mason. El 14 de julio de 1988 la Cámara Federal confirmó las preventivas de los militares, firmantes del decreto que ordenó la detención de los Gutheim, y dispuso liberar a Martínez de Hoz, no por falta de indicios sobre su actuación, sino porque a diferencia de los uniformados no dejó sus huellas en el decreto. Los camaristas Gustavo Mitchell, Horacio Cattani y Juan Pedro Cotelezzi no concluyeron que Martínez de Hoz fuera “inocente” o “ajeno a la detención”, como afirmó el miércoles en una solicitada. La investigación seguía abierta cuando Menem le perdonó sus delitos.
Titular de la textil Sadeco, Federico Gutheim consiguió en abril de 1976 un cupo de exportación por 6500 toneladas de fibra de algodón. Luego de obtener los avales bancarios y la apertura de cartas de crédito por doce millones de dólares, la dictadura le denegó el permiso para concretar la operación. El 5 de noviembre de 1976, luego de que Martínez de Hoz recibiera en Hong Kong quejas de comerciantes chinos y británicos contra Sadeco por el incumplimiento del contrato, los hombres de negocios fueron detenidos. Según el decreto 2840 de Videla y Harguindeguy su actividad atentaba contra la paz interior, la tranquilidad y el orden público.
Ya en la cárcel, un funcionario de Interior les dio a entender que su libertad dependía de la renegociación de los contratos con Hong Kong. Con ese objetivo fueron sacados en cuatro oportunidades, tal como consta en las actas ratificadas por el escribano Félix Oks. Las reuniones se desarrollaron en oficinas de Sadeco con la presencia de policías y de representantes de varias firmas extranjeras que llegaron al país invitados por Economía. También participaron funcionarios de Comercio Exterior como Agustín Jaime Pazos y Horacio Rodolfo Vega. Fueron liberados cinco meses después, el 6 de abril de 1977, por decreto 949/77, según el cual las causales invocadas habían desaparecido.
Los camaristas consideraron en 1988 que “no se imputó jamás (a los Gutheim) actividad alguna que pueda vincularse con el decreto que impuso el estado de sitio”. Sostuvieron que “las víctimas no solicitaron esas entrevistas y se prestaron a ellas porque estaban privadas de su libertad, siendo conducidas a las reuniones bajo custodia policial y reintegradas a la cárcel, siguiendo en la misma condición de presos, lo que permite presumir fundadamente el carácter extorsivo de las detenciones”.
Pese a que fuentes oficiales habían comunicado al periodismo que las detenciones se produjeron a instancias del Ministerio de Economía, que Martínez de Hoz admitió que fue impuesto del tema en Hong Kong por el cónsul argentino y que el prontuario de los Gutheim en la Policía Federal admitía que fueron arrestados “por irregularidades cometidas en trámites de exportación de algodón”, la Cámara consideró que según las exigencias del viejo Código de Procedimientos Penales los indicios eran insuficientes para mantenerlo detenido, ordenó su liberación y la continuidad de la investigación. La impunidad fue obra de Carlos Menem.
El mismo día que la Corte anuló el indulto, Martínez de Hoz dijo ser víctima de “una persecución interminable” del gobierno nacional. “Diferentes poderes del Estado han utilizado todos los medios a su alcance para lograrlo”, sostuvo, e incluyó a la Justicia federal y a la Corte Suprema, que “con escasas y honrosas excepciones han sido funcionales a estos objetivos”. También renegó de su inclusión entre los indultados por Menem. Fue “un indulto que no pedí ni me benefició, ya que se me había desvinculado expresamente de los hechos investigados”, confundió.
“No existen obstáculos para el avance de la causa”, consideró ayer Duhalde en referencia a la decisión del alto tribunal, que con votos de Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Juan Carlos Maqueda y Raúl Zaffaroni declaró inconstitucionales los indultos. Consultado sobre la solicitada, sostuvo que “lo que diga Martínez de Hoz sobre su defensa no altera la causa” y expresó su confianza en que Oyarbide “pueda disponer la próxima semana las medidas solicitadas”. “La gravedad de las imputaciones, el carácter de crímenes de lesa humanidad y la extensión de la pena a aplicar justifican la detención y su alojamiento en un establecimiento penitenciario común”, concluyó el secretario de Derechos Humanos.
EL PAIS › CINCO ECONOMISTAS EXPLICAN A JOE
Un cuadro del poder concentrado
Quién fue Martínez de Hoz. Cuáles fueron los objetivos de su plan económico. Su necesario vínculo con el aparato represivo clandestino. La importancia de que esté cerca de terminar en prisión.
Mario Rapoport *
“Beneficio personal y delitos económicos”
“La principal herencia de Martínez de Hoz fue un modelo económico que intentó suprimir el aparato productivo existente en la Argentina e instalar sobre él un modelo de tipo financiero-agroexportador. Este proceso terminó perjudicando al país en general y a los sectores trabajadores en particular. Cabe destacar que los delitos de Martínez de Hoz no se reducen solamente al secuestro de este empresario sino también a la nacionalización dolosa de la Italo –que estaba casi en la quiebra– y la supresión del impuesto a la renta familiar. Es decir que en su paso por el Ministerio de Economía se combinan medidas relacionadas con el beneficio personal y con otros delitos económicos más generales, como la clase de endeudamiento externo que determinó y probó el juez Jorge Ballesteros. Martínez de Hoz le robó al país y a su gente. Son varios los delitos”.
* Economista e historiador.
Ricardo Aronskind *
“Exitoso en subdesarrollar al país”
“Si bien el Proceso fracasó políticamente, tuvo éxito desde el punto de vista de ciertas transformaciones estructurales en la economía argentina. La reorganización económica impuesta por la dictadura tiñó las siguientes décadas en democracia. En ese sentido, Martínez de Hoz fue exitoso en subdesarrollar al país, mientras que la democracia se mostró relativamente impotente para ir removiendo ese legado marcado por la dependencia. El dato central fue que la responsabilidad por el Proceso se centró en los militares –siendo que fue una dictadura cívico-militar– con una presencia muy significativa de las corporaciones empresarias. Por eso me parece positivo que la sociedad –aunque sea tarde, o de una forma muy personalizada– observe los elementos económicos que formaron parte del proceso militar. Es un aprendizaje ciudadano que hasta ahora no se había hecho. La impunidad conseguida por Martínez de Hoz y por quienes lo apoyaron tuvo un lugar relevante en el endeudamiento externo y la presencia del Fondo Monetario Internacional, que incluso obligó a que se disolviera la Comisión Investigadora de la Deuda Externa. En ese sentido, uno de los legados centrales de Martínez de Hoz resultó ser una deuda que aun hoy nos sigue afectando y condicionando, junto con toda la estructura del sistema financiero argentino que no le sirve al desarrollo nacional. Sería bueno seguir avanzando en la remoción de todo ese legado institucional y cultural que dejó la pata económico-financiera del Proceso”.
* Economista UNGS-UBA.
Guillermo Wierzba *
“Un intelectual orgánico”
“Me parece muy relevante que se esté buscando someter a juicio a los civiles que participaron del proyecto militar como intelectuales orgánicos. Ellos ejecutaron las cuestiones centrales de una política aplicada en el marco del terrorismo de Estado, causa necesaria para implantar el modelo financiero en nuestro país. De todos los cuadros del poder concentrado en la Argentina, Martínez de Hoz fue más emblemático, el más encumbrado civil en participar de aquel proyecto. Incluso había dirigido el Consejo Empresario Argentino que conspiró para realizar el golpe. Lo que debemos recordar es que los militares y las Fuerzas Armadas fueron el brazo de ejecución de un poder que se aplicó sobre toda la sociedad: una brutal política de disminución salarial y un plan de revancha contra los trabajadores, que implicó no sólo la violación de los derechos humanos, sino además un retroceso muy fuerte en términos de derechos sociales conquistados. Después aparecen otros elementos, como la liberalización financiera, la apertura comercial y la sobrevaloración cambiaria, que conformaron un paquete de políticas que desarticularon el aparato productivo instalado durante el proceso de sustitución de importaciones, proceso que culminaría en la década del ’90 y que hubiese sido imposible de desplegar de no ser por el terrorismo de Estado. Por último, la liberalización financiera impulsada por Martínez de Hoz fue un instrumento clave en el fenomenal aumento de la actual deuda externa, que tuvo su origen en la dictadura”.
* Economista, director de Cefid-Ar.
Jorge Gaggero *
“El programa del establishment”
“Para ser justos, hay que recordar que hubo un primer intento de imponer un modelo con lineamientos muy semejantes a los de la dictadura en la fase final del gobierno de Isabel Perón, con el llamado Rodrigazo. Esto fracasa de alguna manera por razones políticas –principalmente por la oposición de la CGT, que reclamaba un regreso al modelo de Perón–, pero es un programa que anticipaba claramente lo que luego ocurriría. La paradoja es que durante los breves meses que duró el experimento de Celestino Rodrigo, Martínez de Hoz definía en paralelo su plan, que los militares aceptaron sin chistar. En este último período del gobierno de Isabel fui testigo de la derrota del Rodrigazo luego de un intento de los mismos sectores económicos –operadores del sector financiero, principalmente– de derivarle el plan a la CGT. Ellos organizaron un encuentro en la sala de reuniones de la central obrera, a la que yo asistí, donde expusieron los lineamientos del programa en términos de ‘tómenlo, es la única alternativa’. Un plan que fue, punto por punto, el mismo de Martínez de Hoz. En ese momento no tuvo consecuencia alguna, pero tuvo éxito en ir generando unas condiciones político-sociales de confrontación que allanaron el campo para el más fácil triunfo de las fuerzas golpistas. La contracara de esto es que a partir del golpe militar, en marzo del ’76, se crean las condiciones de posibilidad para imponer ese programa económico. Por eso y para evitar obviedades, me parece importante resaltar que fue un proceso complejo y que el programa del establishment ya se había intentado imponer bajo un gobierno popular”.
* Economista.
Andrés Asiain *
“Indispensable para la Junta Militar”
“El modelo económico instalado por Martínez de Hoz fue una parte indispensable del proyecto de la Junta Militar en sus objetivos políticos de terminar con la participación de los sectores populares en la política del país. Su modelo de acumulación de capital disminuyó el peso de la industria, y con ello redujo el poder sindical y el de los trabajadores, que había sido uno de los componentes estructurales que habían llevado a los trabajadores al centro de la toma de decisiones políticas en la Argentina. El plan también estableció un sistema financiero abierto a los mercados mundiales que generó una pérdida en la toma de decisiones por parte del gobierno y una transferencia de ese poder hacia los principales actores financieros con lazos con el establishment local. Estos dos conjuntos conforman el proyecto económico de Martínez de Hoz. Me parece de suma importancia que ahora se esté juzgando a la pata económica de aquel proceso, ya que pone en claro que la dictadura no fue apenas una locura, sino que los militares fueron la mano de obra para la instalación de un proyecto de país. En este contexto, Martínez de Hoz, por sus vínculos internacionales –con el grupo Rockefeller– y locales –empresariales, agrarios– representa el arquetipo ideal de esta confluencia de intereses”.
* Profesor e investigador de la FCE-UBA y Conicet.
Producción: Federico Poore.
Fuente: Pagina 12

No hay comentarios:

Publicar un comentario