El juez que quiso parar la historia
A veces ni la ardua tarea del Consejo de la Magistratura consigue separar a un Juez de su lugar, fijado a una estabilidad de ingreso envidiable y a una permanencia en la función que eligió ideal.
Este juez era severamente cuestionado por las organizaciones de Derechos Humanos, que se sentían absolutamente afectadas por las causas depositadas en su juzgado, y demandaban menos desidia y mayor velocidad en las mismas. El juez además consiguió algo que él no imaginaba. Que la UCR sumara su voz clara para que comprendiera que sus expectativas estaban agotadas.
El diputado provincial Pablo Baca, abogado también, establecía que el tema de la verdad y la memoria atravesó a los dos partidos políticos mas importantes de la argentina. Este sector de la oposición al actual gobierno ratificaba su interés en la cuestión de los Derechos Humanos. Oficialismo Nacional y Oposición Nacional y provincial, en mayoría, sostenían que se agotaba el tiempo de espera.
El descargo del juez a su cuestionada gestión trasuntó una fallida explicación sobre metodología jurídica. Lo que exhala el juez es una ideología subrepticia y una expectativa política demasiada evidente. Más que sostener una independencia de la justicia, explicita que él cree en la teoría del péndulo. La democracia permitiría a la Argentina verse de colores opuestos; y él deseaba aguardar.
Si la Argentina se sostiene en la democracia, lo que hoy es azul mañana debería ser verde. El deseaba aguardar que la Argentina cambie de color. El sueño restaurador guía y guió el espíritu conservador en la Argentina. A la patria agro-ganadera siempre regresa el imaginario de aquellos personajes que se suponen próceres. Hoy algunos suponen al gobierno de Cristina Fernández de k. como un tormento pasajero. Devolver todo al pasado es su fantasía y su propósito. Olivera Pastor no pudo ocultar sus intenciones.
Este Juez no es el único miembro de la Justicia que especula que en Argentina no existe una hegemonía política. Este grupo minoritario vinculado a los sectores hegemónicos (quienes les permitieron acceder a cargos gravitantes de la realidad institucional argentina) avizora que el futuro debe ser como el pasado. Y lo apropiado sería que el país debiera retornar a tiempos pretéritos, en los cuales el tema de la seguridad absorbía el interés y monopolizaba la preocupación prioritaria del gobernante. No había preocupación por los derechos humanos.
Para estos jueces y funcionarios correspondería que se restituya un orden, que no es el de hoy. Tomando prestado las expresiones juveniles, les correspondería a ellos hacer el aguante a lo hoy establecido por quienes en función de la democracia ejercen el poder. El péndulo debiera facilitar el retorno a valores y tiempos en los cuales sectores distintos impusieron su impronta autoritaria. Regresar al status de hace más de una década es algo demasiado evidente en sus actos.
La nostalgia por tiempos en los cuales, a través de golpes de estado, se disfrutaba del autoritarismo y de gobernar sin recurrir a los difíciles medios electorales. En el poder Judicial es mejor que verbalizar, operar con espíritu restaurador en la actualidad. Esto para quienes se repetían con excesiva facilidad en el poder político. Y también para los cuales aun subsisten.
Si la justicia no concreta sentencias suponen que será más fácil reconstruir cierto pasado. Reconstruir los regímenes de facto tal vez sea imposible, estiman algunos. Pero otros estiman que para enmendar este presente tal vez alcance con reconstruir los noventa. Olivera Pastor no estará en el lugar desde donde intentó detener la historia.
Daniel Calderón *sociólogo y psicólogo jujeño
Fuente: http://www.lahoradejujuy.com.ar
“Muchas empresas se llenaron de plata, hay que discutir la distribución”
Milagro Sala, dirigente de la organización jujeña Tupac Amaru, fija posición sobre los emprendimientos mineros y petroleros en diferentes puntos del país. “No queremos que se lleven los minerales y dejen a las provincias sin nada”, advierte. También resalta la masiva marcha por el 24 de marzo que lideró la agrupación y reivindica como resultado de esa movilización la renuncia del juez Carlos Olivera Pastor, acusado de frenar causas de la represión.
Este año, la provincia de Jujuy fue el escenario de una de las marchas más masivas por el aniversario del golpe del 24 de marzo de 1976. Las organizaciones sociales aprovecharon para reclamar por el avance de las causas por delitos de lesa humanidad, encajonadas por el juez federal Carlos Olivera Pastor. Tres días después, el magistrado renunció a su cargo, y ahora, podría comenzar a encaminarse el primer juicio por crímenes de la dictadura en la provincia. Una de las protagonistas de la marcha que reunió a 60 mil personas en una provincia con 600 mil habitantes, fue Milagro Sala, dirigente de la Tupac Amaru. “Esta renuncia va servir a varios jueces, para que sepan que no se puede vivir en la impunidad, que ya no pueden mirar para el costado”, sentenció. En diálogo con Tiempo Argentino, la dirigente jujeña reclamó que el gobierno provincial cobre más impuestos a los ingenios azucareros y que las empresas mineras dejen de contaminar. A su vez, definió su posición con respecto al gobierno nacional. “Esperamos que la profundización del modelo nos incluya”, definió Sala, quien participará este jueves del estreno del documental Tupac Amaru. Algo está cambiando, en el porteño cine Gaumont.
Fuente: Tiempo Argentino, domingo
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