domingo, 19 de agosto de 2012



NUEVOS TESTIMONIOS SOBRE EL ROL DE LOS BLAQUIER DURANTE EL TERRORISMO DE ESTADO

“Ideólogos, no cómplices”

Tres personas que estuvieron presas declararon en el juicio por delitos de lesa humanidad en Jujuy. Mencionaron que fueron trasladados en camionetas del Ingenio Ledesma, cuyo dueño está imputado. También denunciaron a un obispo.Nuevos testimonios

Por Adriana Meyer

“Los empresarios fueron los ideólogos, no los colaboracionistas de la dictadura”, afirmó el ex docente y dirigente gremial Carlos Alberto Melián. La contundencia de su afirmación sorprendió a todos, durante su declaración testimonial ante el Tribunal Federal 2 de Jujuy en el marco de la causa sobre Luis Arédez y otras víctimas del terrorismo de Estado. Mientras sigue pendiente la definición de la situación procesal del dueño del Ingenio Ledesma, Carlos Pedro Blaquier, el expediente suma testimonios como el de Melián, que fue calificado como “muy importante” por el fiscal ad hoc Pablo Pelazzo y por el abogado de la Secretaría de Derechos Humanos, Juan Manuel Sivila.
El testigo relató que fue detenido el 9 de abril de 1976 en Libertador General San Martín y trasladado al penal de Gorriti en una camioneta de la empresa Ledesma. En ese momento destacó el rol fundamental del empresariado a partir del golpe de Estado. Dijo que cuando estuvo detenido en la Unidad Penal 9 de La Plata “había trabajadores de Ford, del Ingenio Ledesma y mineros de El Aguilar, que habían sido entregados por las empresas para que los detuvieran”, y describió que antes de subir al avión Hércules “nos sacaron todo, anillos, cadenas, relojes y arriba nos hacían cantar el carnavalito, al que no cantaba le daban un garrotazo o lo amenazaban con tirarlo al vacío”. Melián manifestó que cuando estaba detenido en La Plata, lo fue a ver José Eduardo Bulgheroni –otro de los imputados en Jujuy por homicidio agravado, privación ilegítima de la libertad y torturas– y le dijo que cuando saliera en libertad no tenía que volver jamás a Libertador, lo mismo le habían dicho a su esposa, con tres hijos y otro en camino.
Además de haber militado en el Partido Intransigente (PI), Melián fue dirigente sindical en Agua y Energía de Jujuy, y era docente de la Escuela Técnica de la Fundación Ledesma, donde fue dejado cesante. Otro tramo importante de su testimonio fue cuando recordó que el obispo Miguel Medina iba dos veces a la semana a dar misa en la cárcel de Jujuy. Una vez, cuando él le preguntó por los desaparecidos Jorge Turk, Osvaldo Giribaldi, Jaime Lara, Dominga Alvarez de Scurta y María Alicia Ranzoni, le respondió que habían sido “trasladados y juzgados en Tucumán y luego fusilados”. En coincidencia con otros testimonios sobre Medina, destacó que el prelado confesaba a los detenidos y luego transmitía lo que escuchaba a los represores.
“La reparación tiene que llegar a todos, como dijo Néstor Kirchner, en Ledesma, Blaquier usó al Estado para hacer estos crímenes y buscó a militares y policías para que hagan el trabajo sucio”, dijo. Además de ratificar el uso de camionetas del ingenio en el secuestro de personas, aseguró que los represores se alojaban en el hotel de los Blaquier. Durante su detención en el penal de Jujuy, dijo haber hablado con los desaparecidos Jorge Weis, Turk y Giribaldi, y Ranzoni, que estaba en el pabellón de mujeres. Y recordó que en la Unidad 9 hablaba con Luis Arédez sobre “cómo sobrevivir” echados de Ledesma. Melián fue a declarar a San Salvador de Jujuy desde Santiago del Estero, donde vivió su “exilio interior” de casi 40 años.
Ayer también declaró Luis Ramón Bueno, quien había sido despedido de Ledesma por su tarea sindical, detenido el 24 de marzo de 1976, llevado a la seccional 11 de Libertador, donde estaba Arédez, trasladado en camioneta del ingenio al penal jujeño y posteriormente a La Plata. Calificó ese viaje como “un martirio” porque les pegaban patadas “como salvajes, unos verdaderos locos”. El tercer testigo fue Antonio Filliu, un comerciante que también fue detenido el 24 de marzo del ’76, pasó por la comisaría de Ledesma, la cárcel jujeña y luego la platense. Recuperó su libertad –según dijo– en la primera lista que firmaron Jorge Rafael Videla y Albano Harguindeguy.
Fuente: Pagina 12


12va AUDIENCIA DEL PRIMER JUICIO POR LESA HUMANIDAD EN  JUJUY

COMENZÓ LA CAUSA AREDES VUELVEN A ESCENA LOS IMPUTADOS BRAGA, VARGAS Y BULGHERONI


Al comenzar la Audiencia se informo por Secretaria que Jose       Bulgheroni (imputado en las causas de” Paulino Galean y otros” y “Reynaldo Aragon y otros”) se encuentra en Jujuy para realizar interconsulta medica a pedido de su Defensa .  En tanto en la Sala estaban los imputados Rafael Braga y por video conferencia Antonio Orlando Vargas, desde el Hospital de Ezeiza (imputado en esta causa).
El abogado Juan Manuel Sivila, querellante por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, solicitó se incorpore a la causa partes del Habeas Data de Olga Aredez, lo cual al finalizar la audiencia quedó sujeto a debate.
ANTONIO FILLIU: “El Oficial del Ejército, Braga, pregunto quién era Filliu”
Don Antonio Filliu se declaro comerciante desde siempre y piensa seguirlo siendo. No tuvo filiación ni militancia política. El 24 de marzo de 1.976 aproximadamente a las 20.00 hs  la Policía fue a buscarlo  y le pidió que se presente a la Comisaria. Al llegar allí el Sub Comisario Guanuco y el Capitán Arenas le confesaron no tenerlo en ninguna lista. Por la mañana siguiente personal del Ejército le vendó los ojos, le ató las manos y en un camión lo trasladaron a la Cárcel de Gorriti.
A pocos días de estar en el Penal, lo llevan a  una oficina a declarar con el Capitán Jones Tamayo (hoy, prófugo de la justicia) quien le dice que esa noche quedaría en libertad. Pero precisamente esa noche fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. Relató el duro viaje que les tocó realizar en el avión Hércules y que antes de abordarlo el “oficial del Ejército, Braga, preguntó quién era Filliu, me llevaron ante el oficial que nos trasladaba (de penitenciaria  de Nación) y le dijo algo”. En La Plata vió a otros detenidos: Melián, Bueno, Aredez y también a los Mineros de Aguilar.
Se produjo un nuevo llamado de atención a la Defensa de Braga, Ricardo Vitellini, por su mal trato y hostigamiento a  la víctima-testigo a quien obliga a recordar detalles minuciosos de hechos ocurridos hace 36 años.
RAMON LUIS BUENO: “ Yo pertenecía a la Vanguardia Comunista, ¿eso es pecado?”
Fue empleado de Ledesma hasta 1.975, momento en que intervienen el Sindicato, lo detienen 45 días, lo dejan cesante y le pagan indemnización. La intervención, según  Bueno, solo era para desarmar  un Sindicato respetado, cuenta que los sacaron a balazos.
Al momento de la segunda detención, en 1.976, hacía un año que Bueno no trabajaba para Ledesma, por lo que no entiende a qué respondía esta detención que lo llevó a la Cárcel de Gorriti nuevamente y aun hasta el Penal 9 de La Plata. Cuando relata el traslado hasta allí, su voz tiembla al rememorar los catigos a los que fueron sometidos, estaban locos, eran salvajes” describe. En La Plata recuerda que Bulgheroni le pregunto sobre Weisz (Jorge), y le anticipó que en un año quedaba libre. Pudo ver a quienes habían sido compañeros sindicalistas como Saracho, Condorí. A Aredez y Melián, que ya los conocía, los vió en la Comisaria 11 de Ledesma,  también en Gorriti, y  a Gainza, Felliu los conoció en la cárcel.

CARLOS ALBERTO MELIÁN: “La historia es un proceso de la memoria, haciendo memoria podemos encontrar la verdad, y con la verdad, la justicia”
En último lugar declaró Carlos Alberto Melián quien fue trabajador en el Ingenio Ledesma y miembro del Sindicato del Azúcar. Comenzó diciendo:
“Mi primer recuerdo es el de la iglesia, el Obispo Medina, cuando yo estaba detenido concurría a la cárcel de Gorriti, iba también Labarta, ellos colaboraron en una maniobra destituyente de la democracia, la democracia es de todos, es de ustedes señores jueces, de los abogados, y de todos los que estamos acá”, continuó.
Expresó que en una oportunidad le preguntó a Medina sobre Turk, Giribaldi, Ranzoni, Alvarez Scurta, y él le dijo que “fueron trasladados, juzgados y fusilados en Tucumán”.
Los empresarios fueron los ideólogos de esta masacre
“En el 76 producíamos 40.000 bolsas de azúcar por día, 100.000 litros de alcohol por día, y 100 toneladas de papel por día”, relató Melián refiriéndose a la producción en esa época del Ingenio Ledesma.
Estuve detenido desde abril del 76, relató Melián, nos llevaron a la Unidad 9 de La Plata, en un avión Hércules, hasta el 17 de agosto del 77, ahí lo ví a Bulgheroni, que me dijo si yo había estado en una reunión del sindicato, le dije que no, que había estado reunido con Ortega Peña, que en esa oportunidad vino a apoyar la comisión del barrio de 286 viviendas porque el ingenio nos robaba con las cuotas, fuimos presa fácil del empresariado argentino”.
El jefe técnico de la empresa, Lemos, decía: “en qué andará Melián, ya va a ver lo que le va a pasar”, agregó que “cuando llegó Blaquier a la empresa se impuso un régimen de trabajo muy duro, sin obra social, sin beneficios, todas las conquistas de los trabajadores fueron negadas”.
Luego Melián aportó para la causa una presentación realizada por el abogado López Arias sobre la detención de Turk Llapur.
“Ledesma me exigió irme, irrumpieron en mi casa con cinco hijos, con armas, interrogaron a mi familia, por orden del Teniente Arenas, actuaban con facilidad porque el dueño de Ledesma les decía a quién perseguir y a quién detener. Hoy nada nos repara, pero nos pueden reparar con nuestros familiares”, manifestó.
Luego Melián se preguntó, “¿Por qué no se juzga a Blaquier que hizo crímenes de lesa humanidad?, porque buscó las fuerzas del estado para que haga el trabajo sucio y el se enriqueció”.
“Tengamos la valentía de denunciar como muchos detenidos que estuvieron declarando acá, los militares nos metían agujas en las uñas para que hablemos, o nos hacían los falsos fusilamientos, y otros crímenes peores. No hemos juzgado ningún empresario, a pesar de que ellos también impusieron el terror”, añadió.
Contó que el policía que lo detuvo dijo en la puerta de su casa que el ingenio ya había mandado la camioneta para llevarlo, lo vendaron y lo tiraron en la caja de la camioneta. Nombró a Vargas como Jefe de la cárcel cuando lo llevan al penal de Gorriti, quien fue el que ordenó su traslado a la Unidad 9 de La Plata, junto a 82 compañeros.
Después Melián dijo que lo vió a Braga: “Nos interrogaron en el penal, ahí estaba Jaig y Braga entró y les dijo que rompan mi declaración”.
También dijo que a Jorge Weisz la empresa Ledesma le ofreció 10 millones de pesos para que se vaya y que él no aceptó y luego hicieron la marcha del silencio, luego Weisz desapareció.
Melián dijo que él creía que los detenían porque, por ejemplo, se había elaborado un informe económico durante la intendencia del Dr Aredes donde figuraban los impuestos que adeudaba la empresa Ledesma, que ascendían a 500 millones de pesos y la empresa tuvo que pagar. “El que reclamaba lo detenían, lo cesanteaban o lo mataban”.
“Éramos 82 pero a la cárcel entramos 78”
Uno de los episodios de la detención que también se reiteraba en los relatos de los mineros detenidos de El Aguilar, era el traslado en el Hércules de los detenidos que fueron llevados a La Plata, “Nos sentaron en el piso, vendados, encadenados, nos hacían cantar el carnavalito. Cuando llegamos nos llevaron a la enfermería, le vi la espalda a otro detenido, Tilca, muy golpeada, éramos 82, pero a la cárcel entramos 78, a los otros no se que les habrá pasado”, relató Melián.
Una vez que terminó la declaración de Melián, el defensor de Braga, Ricardo Vitellini planteó que encontraba una contradicción en el testimonio, que luego quedó sin efecto, ya que la misma no existía.
La próxima audiencia fue reprogramada debido al feriado del 23 de agosto, entonces serán el viernes 24 y el sábado 25 de agosto a las 9 hs donde declararán mas testigos de la causa Aredes. 

Equipo de Comunicación y Apoyo a los Juicios por delitos de lesa humanidad en Jujuy
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AUDIENCIA 11va.

DECLARARON LOS ULTIMOS TESTIGOS DE LA CAUSA BAZAN

“AVELINO BAZAN – MUERTE BLANCA”

Su esposa narró los padecimientos y pidió justicia
por el dirigente y por los 30.000 desaparecidos

Ayer en el último tramo de la causa Bazán, ante el Tribunal Oral Federal y en el marco del primer juicio por delitos de lesa humanidad, testimoniaron víctimas directas de la represión en El Aguilar. En primer término lo hizo, la esposa de Avelino Bazán.
Olga Ovalle de Bazán, en silla de ruedas, con una notable entereza relató a los jueces René Casas, Mario Juárez Almaraz y Daniel Morín, detalles de la vida laboral y sindical de Avelino Bazán, así como las circunstancias referidas a su primera detención ocurrida el 29 de marzo de 1976, su cautiverio en la cárcel de Gorriti y en el Servicio Penitenciario de La Plata y su posterior desaparición en 1978.
Recordó que Bazán comenzó a trabajar en Mina El Aguilar en 1947 como jornalero y que en 1958 fue elegido Secretario General del Sindicato de Mineros de El Aguilar, en una asamblea general en la que había estado ausente. Destacó la mujer el compromiso de Bazán con los obreros de El Aguilar y su constante preocupación por los sueldos bajos y las condiciones de trabajo, en particular en los socavones. Refirió que en 1970 Bazán se retiró de la empresa minera y se radicó en Jujuy  donde se vinculó laboralmente con el Ing. Snopek, con quien militó en el Partido Justicialista. En 1973 Bazán fue designado Director de Trabajo de la Provincia, y estando en esa función le fue requerida su intervención para mediar en “El Aguilarazo”. Luego ocupó una Secretaría y finalmente ejerció la Dirección de Tierras Fiscales, refirió la testigo.
El 29 de marzo e 1976 fue detenido en su oficina de trabajo ubicada en el Ministerio de Bienestar Social. “Ese día antes de salir al trabajo me había dicho que volvería un poco tarde porque los militares querían conocer qué hacía en Tierras Fiscales” recordó Olga Ovalle y acotó que  a las 14:30 llegó a su domicilio una compañera de trabajo de Avelino y le dijo que Bazán había sido detenido pero no sabía a dónde lo habían llevado y que tenía que averiguar.
Junto a su cuñado Necenio Bazán inició un raid para conocer dónde estaba su marido. Del Regimiento 20, se dirigió a la Seccional 1 de Policía y de allí a la Policía Federal. En ningún lugar le dieron respuesta. Finalmente, alguien les sugirió que podía estar en el Penal de Gorriti, a donde se dirigieron Ovalle y su cuñado. “Pregunté por mi esposo, me dijeron que no estaba. Justo salió otra persona, era Vargas” dijo y acotó que este ordenó a un oficial que se fijara en unos cuaderno y ahí encontraron a Bazán.
El dirigente estuvo detenido incomunicado en Gorriti. De hecho, Ovalle, sólo pudo visitar a su esposo una vez y por un lapso de 5 minutos. En ese breve tiempo, Bazán le dijo que hablara con la Secretaria del Gobernador Snopek para que pudiera cobrar un dinero para sobrevivir durante su detención.
Narró que en el mes de octubre se dirigió al Penal, y cuando llegó y al preguntar junto a otras mujeres por sus familiares presos, les dijeron “aquí no hay nadie, retírense”. “A dónde los llevaron? era nuestra pregunta. Fue una nueva pena para mí y mi hijita Miriam”. 
Al día siguiente se enteró por los diarios que los detenidos de Gorriti habían sido trasladados a la ciudad de La Plata. Ovalle recibió correspondencia de su marido “me decía que me quede tranquila que estaba con los compañeros de Mina El Aguilar”.
Ovalle tenía un kiosko que le sirvió de única fuente de ingresos. mientras duró el cautivero de Avelino. “Yo quería ver a mi marido, pero los recursos no me alcanzaban, entonces ahorré y en diciembre para Navidad nos fuimos a Buenos Aires”.Pudo ver a su esposo en la Unidad Nro 9 de La Plata; allí Bazán le dijo “no te preocupes, pronto se va a solucionar y voy a volver a la casa y me pidió que me cuidara y cuidara a mis hijas”.
El 20 de julio leyó en un diario que Bazán había salido en libertado junt a otras personas. El 7 de agosto alrededor de las 23:00 horas Bazán llegó a Jujuy.
Tras estos acontecimientos, el dirigente buscó trabajo sin éxito y resolvió que “lo único que podía hacer era  sacar un préstamo en el banco para emprender algún negocio o iniciarse como taxista.
“El 26 de octubre teníamos que presentarnos en el banco para retirar la plata”.
El 25 de octubre, Bazán salió pasada las 18:00 horas de su casa, le había prometido a su esposa regresar temprano para cenar y luego ir al cine. Pero no retornó. Ese día, en un clima de desconcierto por la ausencia de Bazán, su señora se presentó al Banco, perono pudo retirar el dinero, sino estaba su marido.
Tras esto, comenzó nuevamente la búsqueda de Avelino en la Central de Policía, en el RIM 20, en la Policía Federal, sin obtener respuestas. También presento un habeas corpus. Nunca más supo de Bazán.
Olga Ovalle relató que días previos a la desaparición, había advertido la presencia extraña y sistemática en derredor de su casa de un hombre de piloto marrón que todos los días iba a comprar golosinas al kiosco que atendía su hija en la casa. Un día Olga Ovalle lo atendió y este le dijo que era distribuidor de mercadería y que vendía en Mina El Aguilar y conocía a Zurita, el Jefe de la Seccional de Tres Cruces de la Cia, pero al consultarle sobre Bazán, dijo no conocerlo, lo cual llamó la atención de la mujer. Tras este episodio fue advertida por un vecino: “tenga cuidado, este es un agente de inteligencia”, cuyo apellido era Castaño. Esta situación Ovalle comunicó a su marido y él le respondió que no conocía al hombre y que “seguramente pensarán que estoy haciendo reuniones”.
“Usted sabe cómo he vivido estos años? interpeló al Tribunal conmovida Olga Ovalle y pidió justicia “por todos” y condena para “esas personas que han hecho el mal”.  “Quiero justicia por las 30 mil personas detenidas desaparecidas y que digan a dónde lo llevaron a mi marido, donde está para poder ponerle una flor y rezarle”.
Insistentemente Ovalle intentó conocer el paradero de Bazán yendo al Regimiento 20, hasta que un día se encontró con una mujer que buscaba un familiar y que pudo leer unos expedientes. En uno de ellos decía” Avelino Bazán – muerte blanca”.
“Hemos sufrido mucho, mi familia y todas las personas que han perdido a sus seres querido” resaltó la mujer y finalizó diciendo “se que mi esposo está aquí, que está escuchando lo que estoy declarando, quiero justicia para él y para todos los que han sufrido en estas causas”.
Durante su testimonial la mujer recordó los maltratos de Bulacios en el Regimiento 20, el cinismo del Obispo Medina que mientras la tranquilizaba diciéndole que “ya se iba a solucionar”y  por otra parte pedía a otros obreros delación para que inculparan a Avelino Bazán. También recordó el compromiso con el peronismo de Avelino, su obra sindical, los múltiples beneficios que gestionó para los trabajadores y que siendo diputado provincial se opuso a un aumento de dietas que habían impulsado sus pares en la Legislatura.




TELESFORO ZURITA
UN TESTIGO CUESTIONADO

En la audiencia de ayer, testimonió también Telésforo Zurita, Jefe de la Sección Tres Cruces de Mina El Aguilar, dijo que el día del golpe de estado se cortó la luz, el teléfono y los caminos y que no tenía comunicación con otras secciones de la Mina. Señaló que durante esa época trabajó normalmente, que nunca recibió ninguna orden de la empresa, que no vio detenciones y que Gendarmería tenía su propio vehículo.
Afirmó que el ingreso a la mina estaba a cargo de un sereno y que era prácticamente libre. Sus expresiones fueron radicalmente distintas y contradictadorias, respecto de lo narrado por los testigos, víctimas directas de la represión.
Sus afirmaciones breves, parecieron no responder a la verdad y además tuvo una evidente reticencia a brindar información. De la única detención que tuvo conocimiento, después del Golpe, fue de la de Bruno René Díaz que prestaba servicios en la Seccional Tres Cruces de la compañía. Dijo que comunicó “ese faltante” a la empresa y que creía que había sido detenido por Gendarmería.
Zurita al ser consultado sobre el 24 de marzo de 1976 dijo que notó movimientos de vehículos particulares, de empresas, que pasaban para La Quiaca, Abra Pampa, que le había llamado la atención pero que no se enteró de detenciones.,.
En su olvido selectivo, no pudo recordar a sus jefes directos, solo mencionó a unos contadores Gómez y Gorostiaga y al Jefe de Gendarmería Jorge Borges Do Canto, con quien –manifestó- sólo se saludaban.
Al respecto cabe indicar que la Fiscalía ad hoc solicitó un careo de este testigo con otros que nombraron a Zurita y que brindaron información que se contrapone con la vertida por este. Finalmente fue rechazado el careo y la Fiscalía solicitó que se remitan sus declaraciones al juzgado y se le impute falso testimonio.




VENANCIO CÁRDENAS
“QUERIAN ANIQUILAR AL SINDICATO

Venancio Cárdenas, fue otra de las víctimas de la represión en Mina El Aguilar. Fue detenido el 24 de marzo, a las 11 de la mañana, mientras estaba reparando un camión Sterling en su lugar de trabajo. “Me bajé del camión y al tocar el piso me dí vuelta y ví a dos jefes Hugo Lorenzo y Carlos Zimerman”, relató. Detalló que fue detenido por tres gendarmes que le cruzaron los brazos por la espalda y le comunicaron que estaba disposición del PEN. Preguntó por qué, no le dieron explicaciones y lo subieron a una camioneta de la empresa. Fue trasladado a “La Cortada” a 2 km de la sección El Molino de la Mina El Aguilar., luego fue llevado a la Comisaría donde pudo ver a otros compañeros detenidos, algunos que habían sido traídos desde la Veta Mina. Todos estaban desconcertados, no entendían lo que estaba ocurriendo.
En ese contexto Cárdenas vio que estaba detenido un chofer de la empresa de apellido Leales, pero que fue liberado pocas horas después, tras una charla que tuvo la esposa de Leales -partera de El Aguilar- , uno de los directivos de personal, Alfredo Arzuaga y el Jefe de Gendarmería. Borges Do canto. Pocas horas después de este episodio que transcurrió en la Comisaría, el chofer fue puesto en libertad. “Después que lo liberaron a Reales de esta forma, yo pensé que la empresa tenía algo que ver”, afirmó Cárdenas.
Esa noche, relató “no nos dejaron dormir, nos pateaban las celdas, nos decían que éramos subversivos, que ahora el país tenía las botas bien puestas”.
Al día siguiente los llevaron en camioneta hacia Tres Cruces. “Nos dijeron que pongamos las manos detrás de la nuca y que no hagamos ningún movimiento, ni nos demos vuelta, porque nos iba a meter bala”, relató.
En Tres Cruces encontraron a otros presos que habían sido trasladados desde La Quiaca. Allí almorzaron, con “vales que les dio Zurita (Jefe de la Seccional de Tres Cruces de la empresa) y posteriormente fueron trasladados a Jujuy. Estuvieron en un primer momento en el Regimiento 20 y después fueron llevados a la Cárcel de Gorriti, donde fueron dispuestos en celdas individuales e incomunicados.
Relató que vio a Bazán en el penal y que fue sometido a un interrogatorio por personal del Ejército, donde el tema central fue Bazán. “Querían que les diga que relación tenía yo con Bazán. Yo lo conocía desde chico porque mis padres vivían en El Aguilar”, dijo y agregó “también me preguntaban qué libros tenía Bazán en su casa, si tenía armas en el Sindicato. Nunca en El Aguilar alguien tuvo armas” expresó.
En ese interrogatorio le preguntaron también sobre la peligrosidad de Bazán. “Era todo lo contrario, era un hombre bueno y justo” expresó y recordó que Bazán le había enseñado que “para ser un buen dirigente hay que ser un buen obrero y para ser un buen político hay que empezar por la familia, haciendo una democracia en la casa”.
Peguntas de ese tipo le fueron realizadas en otro interrogatorio que estuvo a cargo de efectivos de la Federal. “Me insistían para que diga que Bazán tenía armas, pero al contrario Bazán era un hombre al que no le gustaba la violencia, era un trabajador honesto, de palabra, enfrentaba a la patroal scon decisión, sin violencia y menos con armas”.
Dijo también Cárdenas que durante su cautiverio en Gorriti sintió alaridos de un cuñado de Bazán, José Ovalle, a quien vio a través de una mirilla, pasar cabizbajo y llorando después de haber sometido a un interrogatorio donde había sido torturado.
Refirió como fueron expulsadas de Mina El Aguilar las mujeres y los hijos de los detenidos. Relató que su familia tuvo que refugiarse una parte en Humahuaca y otra en Jujuy.
También contó que su mujer y las mujeres de sus compañeros presos fueron a ver al Obispo Medina “y les salió con un disparate, les dijo que ellas sabían como ganarse la vida”.
Mientras estuvo preso pudo ver una sola vez a su hijito de 9 añós,  “fue un dolor muy grande que mi hijo me viera así” afirmó.
El 6 de agosto fue liberado junto a otros compañeros de El  Aguilar,. Al salir del penal se dirigieron a la Parroquia Santa Teresita y allí se despidieron.
Narró Cádenas que posteriormente se encontró a Bazán en una calle del microcentro, y que intentó abrazarlo, pero Bazán le dijo que “no te comprometas, andá no más, porque me están siguiendo. Desde entonces nunca más lo ví”.
Contó el testigo que tras su cautiverio, la vida le resultó difícil. “Nos sentíamos perseguidos, como si el poder militar estuviera sobre nosotros todo el tiempo”. Esta sensación se extendió incluso hasta la primera etapa de la recuperación democrática. “Después que salió el “Nunca más, me sentí más seguro. Pensaba que era una seguridad, que un golpe nuevo no iba a proceder de la misma manera”.
Cárdenas no pudo volver a El Aguilar, porque la empresa los expulsó. En efcto, tras su cautiverio, la compañía les dio un certificado de trabajo donde decía que se habían retirado voluntariamente de la empresa. Afirmó que la compañía “prestó vehículos y facilitó todo” para que pudiera ejecutarse el plan represivo.
Es más, interpretó, que Arzuaga el Jefe de Personal de Mina El Aguilar “preparó, tal vez con los jefes de reparticiones, la lista de detenidos. Querían destruir, aniquilar el sindicado de Mina El Aguilar, que no existiera ningún dirigente con fuerza y talento”,
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SIN INFORMACION RELEVANTE
También en el debate declaró José Carlos Ovalle, hermano de uno de los detenidos de El Aguilar que sufrió tormentos en el penal de Gorriti. Ovalle, cuñado de Avelino Bazán, recordó el perfil del dirigente que "siempre se dedió a la defensa de los más humildes", pero no pudo aportar información relevante, ya que cuando sucedieron los acontecimientos que se ventilan en la causa, vivía en Buenos Aires.

     Mario Fernando Sosa: “La Empresa me envio nota de despido por abandono de trabajo”
    En un nuevo testimonio que tiene muy pocas diferencias a las del resto de sus compañeros, Sosa conto que a las 8.00 de la mañana del dia 24 de marzo de 1.976 lo llevan preso en una camioneta de la Empresa Aguilar hasta la Comisaria, luego el traslado al Escuadron 21 de Gendarmeria Nacional de La Quiaca. Al dia siguiente lo trasladan a Tres Cruces donde esperan la llegada de los otros que traian desde El Aguilar. A todos se les dio de comer , a unos en una pension y otros en el Hotel del pueblo, desconocía quien pago los almuerzos pero dejo entrever que el Jefe de la Seccion Tres Cruces de la Mina estaba enterado de todo. El trayecto continuo hasta San Salvador de Jujuy al RIM 20 y de allí al Penal de Gorriti Pabellon 5 donde quedan incomunicados. Mario Fernando Sosa había sido delegado del Taller de vehículos chicos en 1973(Aguilarazo), por eso pudo confirmar que los vehiculos de la Empresa eran de línea Chevrolet salvo los dos que usaban los Gerentes (Ford). Todas las camionetas tenían un circulo que enmarcaba un numero, por ejemplo” la número 53 la manejaba  un gendarme” dijo. Como en todos los casos, su familia fue desalojada de la casa que ocupaban, cargadas sus muebles en un camión de la empresa y dejados en alguna ciudad de la provincia.
En el penal de Gorriti vio  a Avelino Bazan a quien conocía desde  hacia tiempo. Cuando recupero la libertad, personal del ejército les dice que no quieren ni siquiera verlos pasar. La empresa minera le envió una  nota de despido por abandono de trabajo.
ROBERTO TRONCOSO: “Eran seres humanos pero de otra categoría”
Asi describió Roberto Troncoso la diferencia en la convivencia en Mina Aguilar. Diferencia siempre existió entre obreros y personal categorizado pero  acentuada fuertemente a partir del arribo de Eduardo Lopez como Jefe de Personal. Hasta entonces los problemas de la Mina se solucionaban en paritarias a veces en la propia Mina o en la Direccion de Trabajo. Describio el aislamiento que sufrían sobre todo los mineros, ya que para tramites en la ciudad no les daban permiso y debían hacerlo sus esposas. Un régimen de trabajo exigente pero que contaba con la colaboracion de los obreros, pero con la llegada de Lopez, empieza a surgir el malestar que finalizara en el denominado Aguilarazo. “ Organizamos una marcha a pie para llegar a la capital pero el entonces gobernador Horacio Guzman la hizo detener en Maimara y nos prometió que el se ocuparía del problema y que nos haría pagar los días de huelga, nada de eso paso y por eso seguramente perdió las eleciones en El Aguilar”.
Troncoso es detenido el 25 de marzo de 1974, en  ocasión de no poder viajar a BsAs por tramites propios de su cargo como Secretario de Obra Social. No había transporte ese dia hacia el Sur pero si pudo volver al Norte, al llegar a Tres Cruces pidió al Jefe de esa sección un vehiculo para llegar a la Mina, quien en vez de responderle llamo a Gendarmeria avisando que el se encontraba alli, por lo que inmediatamente acuden a tomarlo prisionero. De allí lo trasladan a la Comisaria de la  Mina.  En Jujuy estuvo 72 hrs en la Policia Federal donde fue interrogado por personal del Ejercito y recuerda al oficial Braga “el caracortada”. Luego fue trasladado a la Penitenciaria de Gorriti incomunicado en el Pabellon 5. Recuerda también la noche cuando escuchaban los gritos de los Hermanos Tilca y que no los vieron mas. En el Penal los interrogatorios eran de noche y los hacia Braga y un oficial de Gendarmeria. Troncoso fue uno de los mineros trasladados hasta el Penal de La Plata de donde recupepro su libertad el 12 de enero de 1977. Su esposa  le conto el maltrato de Braga en el Ejercito cuando iban a pedir por ellos. Tambien  menciono tramites que ella realizo ante el Ministro del Interior de la Nacion (Albano Harguindeguy) y  al Ministro de Gobierno de Jujuy( Lopez Iriarte).  Otra afirmación del testigo victima es de la estrecha relación entre la Empresa y Gendarmeria Nacional
Frente a esta declaración, la Fiscalia solicito la comparencia de Ernestina Caiguara de Troncoso, su esposa, pedido aceptado por Defensa y ordenado por el TOF. Y se considero que el señor Troncoso debía permanecer en el Juzgado.

ELEUTERIO ZAPANA:  “En mi Prontuario Policial no figura mi detención”
Fue hecho prisionero el 24 de marzo de 1976 al mediodía, se refiere permanentemente a los golpes que recibió y recuerda al Alferez de Gendarmeria que recomendaba a los gendarmes golpearlo ante el menor movimiento en el traslado entre Aguilar y Tres Cruces, recorrido que continua como el descripto por sus compañeros por  Rim20 en Jujuy, Policia Federal y Penal de Gorriti. Describe a quienes lo interrogaron como al Cte Borges do Canto en mas de una ocasión y de un Oficial Militar. Dice que mientras lo controlaba personal de Gendarmeria el maltrato era permanente mientras que personal de Penitenciaria era mas amable.
Tambien recuerda el gesto del Obispo Jose Maria Marquez Bernal de Hummahaca que una vez que llego a vsitarlos a la cárcel, anoto los nombres de todos para comunicar a sus familias.

SEVERINA TORRES DE ROMITI:”Cuando llegue a mi casa encontré todo revuelto”
“Volviamos de vacaciones, teníamos dos hijos pequeños y estaba embarazada de 8 meses y medio, subieron al colectivo gendarmes y se llevaron a mi marido, al llegar a la Mina los vecinos nos llevaron a dormir a su casa porque la mia estaba toda revuelta”.  A los pocos días le  informa la Empresa que un camión hara  el traslado de sus cosas pues deben abandonar la Mina. Ya en Jujuy
Se dedico a conseguir permiso para visitar a su marido sobre todo porque necesitaba que conociera a su hijita recién nacida. Conto que el Cnel  Bulacios las atendía, a  ella y las demás esposas,  afuera no en una oficina.
Finalmente, cuando consiguió permiso para encontrarse con su esposo solo fue por cinco minutos.

ERNESTINA CAIGUARA DE TRONCOSO.:” Los del Aguilar son los peores subersivos”
Asi recuerda  Ernestina que el Tte Braga les decía cada vez que ella junto a las otras esposas de mlineros, iban a pedir por sus esposos. Cuenta cuanto dolor sufrieron ella y sus hijos por la discriminación que eran objeto ya que la empresa se ocupaba de que nadie ayude a las familias expulsadas. Envio notas al Ministro del Interior de quien nunca recibió respuesta y al Ministro de Goberno de Jujuy solicitando traslado en su trabajo(Registro Civil) y pidiendo por su esposo. De allí recibió contestación solamente referida a su trabajo.  Esas notas fueron adicionadas como prueba a partir de ese momento. Ante la consulta de fiscalía de que manera se entera que quien las atendía era Braga, ella contesto que asi se lo hicieron saber los soldados que las recibían en el RIM20.
ROBERTO TRONCOSO: nuevamente frente al Tribunal
Continuaba en el Juzgado y tal como se lo habían solicitado el TOF, al testigo victima Roberto Troncoso, que pasa nuevamente frente al Tribunal a fin de cumplimentar lo solicitado por la defensa de Mariano Braga: en una declaración realizada en etapa previa al Juicio, había referido no estar seguro, no recordar   los nombres de sus interrogadores. En la presente Audiencia menciona algunos  con claridad.  Leida  la frase que la Defensa solicitara, comienzan las repreguntas. El abogado de la Defensa, Dr. Vitellini le formula “quien le dijo que nombrara a Braga” ante lo que la Sala reacciono con abucheos y el Presidente del Tribunal en forma inmediata solicito un trato respetuoso de parte del abogado, quien se vio obligado a reformular la pregunta. Este desliz de la Defensa permitió a la Querella solicitar al TOF un “llamado de atención”.
 Finalizo asi esta larga jornada de testimonios, la primera en tener a tres mujeres como protagonistas
Para mañana viernes 17, se esperan 6 testimonios que iniciaran la Causa” Luis Aredez y otros”. El Tribunal informo que se dio lugar a la solicitud de interconsulta medica para el imputado Jose Eduardo Bulgheroni que deberá comparecer a partir de la Audiencia N° 12.


EQUIPO DE COMUNICACION DE APOYO A LOS JUICIOS



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TEMOR

Les prohíben la entrada al juicio a presuntos autores de las pintadas

Les prohiben la entrada al juicio a  presuntos autores de las pintadas
SIN PUDOR. Las agresiones fueron tanto públicas como privadas, contra víctimas, querellantes y testigos de la Megacausa.
Publicado el 17/08/2012 - “Ni memoria, ni verdad, ni justicia”, rezan las pintadas de aquellos que pese a las fosas comunes, las confesiones de Víctor Ibáñez, las declaraciones de los represores en tiempo de impunidad, niegan la existencia de los delitos de lesa humanidad en el país. Ahora, varios de ellos no podrán ingresar a la sala de audiencias porque les fueron retiradas las acreditaciones.

Pero las pintadas no son lo que más preocupa a las querellas, Antenor Ferreyra, uno de los letrados que representa a las víctimas del aparato represivo conducido por Musa Azar Curi y los órganos adelantados de inteligencia militar, advirtió que con las pintadas también llegaron los amedrentamientos y las amenazas contra los testigos.
Por eso los querellantes presentaron una denuncia ante el magistrado federal, Guillermo Molinari. No obstante, con la atención puesta en el juicio, no ha habido tiempo de aportar muchas pruebas e información a esa causa.
Quienes sí han tomado la posta, fueron los miembros del Tribunal presidido por Graciela Fernández Vecino, que identificó a algunas de las personas presuntamente relacionadas con las agresiones, y les prohibió la entrada a la sala de audiencias. Según indicó Ferreyra, el tribunal “actuó de la mejor manera posible”, les quitó las acreditaciones a los sospechosos y confeccionó una lista para evitar su ingreso a la sala de audiencias.
Una de las cuestiones que sorprendió a quienes hicieron la denuncia fue que algunos de los que fueron excluidos de la sala del cuarto piso venían de la provincia de Buenos Aires.
La noticia sobre la presencia de foráneos encendió las alarmas puertas adentro de los organismos de derechos humanos y sus representantes legales, que analizan pedir una audiencia con Molinari, para aportar datos y conocer el estado de la denuncia.
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MEGACAUSA / JORNADA 29

"El grupo de Musa Azar hizo desaparecer a mi esposo", dijo la viuda de "Rudy" Miguel

El letrado fue capturado el 23 de noviembre de 1976, cuando era asesor legal de la Municipalidad de Las Termas de Río Hondo. Estremecedor testimonio de su esposa, Ana María Tonnelier.
El grupo de Musa Azar hizo  desaparecer a mi esposo dijo la viuda de Rudy Miguel
PROSTÍBULO. Su secuestro sucedió después de que la dueña de un prostíbulo clausurado por esa comuna, le exigió que lo "reabriera", porque "Musa Azar (foto) tenía sus intereses en ese local".
Publicado el 17/08/2012 - La noche del 23 de noviembre de 1976, un prolongado apagón sofocaba a los santiagueños. “Por eso mucha gente estaba en las veredas o en las calles cuando se produjo el secuestro de mi marido”, recordó Ana María Tonnelier, viuda del Dr. Guillermo Augusto Miguel, desde entonces desaparecido y, a la vez, hijo del ex gobernador santiagueño, Eduardo Miguel.

Así lo expresó la esposa al declarar como testigo ante el Tribunal Oral Federal (TOF) de Santiago del Estero, en la llamada Megacausa, la cual tiene como sospechosos al grupo de tareas comandado por Musa Azar Curi.
“El hecho se produjo entre las 8.30 y las 9 de la noche, cuando me encontraba en la casa de una familia vecina, de Eduardo Habra”, recordó la viuda de quien llegó a ser el máximo referente de la denominada “Juventud Peronista de calle La Plata”, paralela a la estructura oficial.
Dijo que, a posteriori del golpe del 24 de marzo de 1976, el abogado también conocido como “Rudy” entre sus seres queridos- volvió a ocupar el cargo que dejó en suspenso en la Municipalidad de Las Termas, donde era el asesor legal.
“Madame Yola”
En ese sentido, otro de los testigos que declaró ayer en ante el TOF, el Dr. Mario Habra señaló que fue una tal “Madame Yola”, quien supo concurrir al despacho del asesor legal para pedirle que “reabra un prostíbulo” que la comuna había clausurado.
“La conocían como Madame Yola y le dijo que Musa Azar y su gente tenían intereses en ese prostíbulo”, mencionó.
Habra, que también fue secretario parlamentario de Miguel en la Legislatura Provincial expresó que, luego del “incidente” con la mujer del prostíbulo el entonces intendente de Las Termas, Juan Carlos Vagliatti le comentó que “estaba recibiendo presiones por el mismo tema”.
“Entonces, Rudy solicitó una entrevista con el ministro de Gobierno, el coronel (Mario) Desimone, ante quien denunció la situación y los presuntos “intereses económicos” de Musa Azar”, indicó el testigo. Fue después de esa serie de “incidentes” cuando llegó la fatídica fecha.
Tonnelier de Miguel recordó: “Lo interceptaron a media cuadra de casa: nosotros vivíamos en el pasaje Ramón Carrillo y él fue interceptado por dos autos de la Side, en la esquina de Sargento Cabral y Pueyrredón. Desde allí, comienzo un largo peregrinar en busca de mi marido”, dijo totalmente conmocionada.
También aseguró que, tras el hecho “nunca personalmente tuvo trato alguno” con Musa Azar Curi.
Pero aseguró que siempre tiene presente la misma imagen, una y otra vez: “Cuando me acerqué al lugar del hecho, todos los vecinos que estaban ahí me dijeron que los autores del secuestro habían sido la ‘gente de Musa Azar’. Así ya lo declaró uno de los testigos ante este tribunal”, sentenció la viuda del letrado santiagueño.
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La viuda: "Que rompan el pacto de silencio"


Publicado el 17/08/2012 - “Yo sé muy bien que esta gente que está siendo juzgada ya ha sido condenada por otros hechos. Por eso yo pido justicia y que vuelvan a ser condenados y, que de una vez por todas, esta gente, después de más de 30 años de democracia se decidan a romper ese pacto de silencio que tienen y nos digan dónde están los restos de nuestros seres queridos”, indicó Ana María Tonnelier, viuda del Dr. Guillermo Augusto Miguel.

“Sé que a los cuerpos ya no los vamos a tener más, pero sí a los restos, porque queremos darle una cristiana sepultura y tener un lugar dónde ir a rezar y a venerarlos”, dijo la esposa del abogado santiagueño.
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TESTIMONIO DEL ABOGADO MARIO HABRA

"Rudy era el máximo referente de la Juventud Peronista de calle La Plata"

Rudy era el maximo referente de la Juventud Peronista de calle La Plata
Publicado el 17/08/2012 - Otro de los testigos que ayer declararon en la Megacausa fue el abogado Mario Habra, quien teniendo 23 años llegó a ser el secretario en la Legislatura Provincial del recién asumido diputado provincial, del Dr. Guillermo Augusto Miguel.

“Cuando salí de hacer la colimba, además de estudiar, empecé a militar en la Juventud Peronista, allá por el año 1972”, recordó el testigo.
Fue así como terminó siendo “compañero y militante de causa” con “Rudy” Miguel, amistad que trasladó al círculo familiar.

Actividad política
En el plano político, Habra expresó que se alinearon en las actividades políticas, sociales y solidarias en lo que se dio en llamar la “Juventud Peronista de calle La Plata”.
También admitió que, desde los aparatos policiales se la denominaba la “Juventud Peronista de Rudy”, la cual respondía a nivel nacional al precandidato presidencial por el Partido Justicialista, Héctor Cámpora.
Ante las preguntas del TOF, el testigo admitió que sus actividades eran paralelas a la conducción oficial del partido en Santiago del Estero “dado que existía otra Juventud Peronista”.
“Nosotros hacíamos reuniones, pintadas, volanteadas, reuniones en los barrios y viendo siempre a los sectores necesitados. No queríamos ningún cupo o banca. Creo que ése fue el error político que cometimos por ese entonces. De todos modos, cuando fueron las elecciones del 73, Rudy fue nuestro diputado y hubo otros tres compañeros del ala sindical que también fueron legisladores. Inclusive, Rudy fue el presidente de bancada hasta el golpe militar”, manifestó Habra.
Destacó su capacidad: “Con 29 años fue elegido diputado y presidente de banca. Él era una persona muy sana e inteligente. Casualmente, hoy (por ayer jueves) era el cumpleaños de Rudy”.
“Esa gente (por los represores) nos causaron tanto daño que, a lo largo de mucho tiempo yo fui un ‘exiliado interno’, en donde llegué a ser

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