viernes, 26 de abril de 2013






 
 
EL PAIS › TEXTUALES DEL PEDIDO

La carta

 
- Las Abuelas de Plaza de Mayo queremos manifestar nuestra satisfacción frente a la elección de un Papa argentino, que ayudará, con su sabiduría, a trabajar por los sectores más olvidados y desposeídos.
- Deseamos que, en su nuevo rol como máxima autoridad de la Iglesia Católica, pueda arbitrar los medios necesarios para colaborar en la búsqueda de los casi 400 nietos y nietas que aún hoy no han recuperado su verdadera identidad. Así como también nos ayude a saber qué ocurrió con nuestros hijos e hijas desaparecidos, durante la última dictadura cívico-militar.
- Las Abuelas buscamos de manera pacífica, a través del diálogo y la Justicia, reconstruir lo que el terrorismo de Estado quiso borrar. En este largo camino, que comenzamos solas, con peligro, dolor, miedo y desconocimiento, uno de los grandes obstáculos ha sido el silencio.
- La dictadura no sólo aniquiló a nuestros hijos y se robó a nuestros nietos, sino que además disolvió todas las pruebas que nos permitirían saber qué hicieron con ellos. Es por eso que para nosotras, cualquier dato, por mínimo que parezca, es un bien fundamental para poder localizar a los hijos de nuestros hijos. En este sentido, solicitamos a Usted que pida a los miembros de la Iglesia Católica y a sus feligreses que brinden la información que tengan sobre el paradero de nuestros nietos y nietas desaparecidos.
- Las Abuelas hemos restituido la identidad a jóvenes que fueron entregados en adopción por el Movimiento Familiar Cristiano; la Justicia argentina ha citado a declarar a Hermanas que durante la última dictadura trabajaban en lugares donde funcionaban Centros Clandestinos de Detención, como lo fue Campo de Mayo. Ellos seguramente puedan brindar información precisa.
- Han pasado ya 35 años desde que comenzamos a buscar a nuestros familiares, queremos abrazar a nuestros nietos y contarles su historia. Por eso rogamos a Su Santidad explique a los miembros de la Iglesia y a sus feligreses que es un deber cristiano brindar información sobre el destino de los niños desaparecidos en Argentina. Que Usted les advierta que constituye un pecado ocultar crímenes catalogados por la comunidad jurídica internacional como de lesa humanidad, como lo son secuestros, asesinatos y robos de bebés perpetrados por el terrorismo de Estado.
- Rogamos también a Usted, tenga a bien abrir los archivos del Vaticano, así como los que existen en los arzobispados de Argentina, para conocer si allí hay algún dato que nos dé la felicidad de encontrar a alguno de nuestros nietos.
 
 
 
@@@
 
 
 
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, quedó satisfecha con su encuentro con el Papa.
 
 
Por Elena Llorente
Desde Ciudad del Vaticano
Estela de Carlotto, la presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, tiene la esperanza de que lo que ayer le dijo el papa Francisco, al concluir la audiencia pública de los miércoles en la Plaza de San Pedro, abrirá un nuevo camino en la búsqueda de los 400 nietos aún desaparecidos. Carlotto, la abuela Buscarita Roa, que ya encontró a su nieta, y Juan Cabandié, nieto recuperado y legislador porteño, le entregaron una carta al Papa en la que le pedían su ayuda y que se abran los archivos vaticanos y de la Iglesia argentina que puedan proporcionar información sobre los niños desaparecidos.
Aunque el diálogo de ayer fue breve, las Abuelas quedaron satisfechas porque Francisco, contó Carlotto, les dijo “cuenten conmigo” cuando le pidieron ayuda. “Fue un encuentro muy agradable, muy lindo. El Papa quiso vernos. No es que dijo ‘no, por ahora no’ –contó Carlotto a Página/12– . Ha tenido gestos importantes, como esa carta que le mandó a Hebe de Bonafini (la presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo) y recibir en audiencia al Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel. Ahora, mi esperanza y mi convicción es que las cosas van a cambiar. El papa Francisco es el jefe de la Iglesia de allá. Tiene que haber un cambio. No digo que salgan a pedir perdón, a hacer discursos. No queremos discursos. Queremos acciones que lleven al encuentro de los nietos y a saber dónde están sus padres.”
“Este papa es una persona abierta, sencilla. Nos habíamos quejado porque él, siendo el cardenal Bergoglio, nunca habló de nuestros problemas”, añadió.
Por ahora, no piensan mandarle al Papa ninguna lista de eventuales lugares o archivos argentinos donde se podría investigar sobre los nietos. “Queremos que el Papa vea todas las carpetas que le hemos enviado. O mejor dicho que le hizo llegar la embajada argentina ante la Santa Sede, sobre cada uno de los casos de nietos desaparecidos. Quien tenga acceso a esos datos los puede manejar con la Iglesia de allá (por Argentina) y destapar los archivos y empezar a ver. El Papa puede analizar todo o mandar a que lo hagan otros, porque para eso es el Papa”, puntualizó.
Estela de Carlotto recordó que las Abuelas fueron recibidas en 1998 por Juan Pablo II en el Vaticano, pero nunca tuvieron respuesta a sus pedidos. “Juan Pablo II nos dijo que sí, que conocía el problema de los nietos desaparecidos. Y agregó ‘todos oramos por ellos’. Cuando volvimos a la Argentina dijimos que la frase del Papa ‘todos oramos por ellos’ significaba acción. Pero no cambió nada. Hay que ver ahora la reacción de la Iglesia oficial argentina.”
En una rueda de prensa que, poco después de estar en la Plaza de San Pedro, las Abuelas ofrecieron en la residencia del embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero, Carlotto agregó que “si el Papa dice: ‘Vengan, las voy a ayudar’, entonces también nos van a ayudar los creyentes. En la carta que le dimos no hay reproches, ni culpas. Para echar culpas hay que tener pruebas”, añadió, subrayando que estaba “completamente convencida” de que el Pontífice respetará su compromiso y que ellas están ahora esperanzadas, porque no quieren morirse sin conocer a sus nietos.
Contó también que nunca le había estrechado la mano al cardenal Bergoglio aunque sí lo había conocido en la Catedral de Buenos Aires en ocasión de una ceremonia y el Papa al parecer recordó ayer ese momento cuando hablaron. “Después de aquel encuentro en Buenos Aires no pasó más nada. El nunca habló de nuestro problema. Había un poquito de dolor entre nosotras por eso. Pero hoy se nos presentó la oportunidad y ese ‘cuenten conmigo’ que nos dijo fue como una señal de afecto de un hombre sencillo, simple. Cuando empezamos a hablar nos tomó de las manos. Y nos dio luego un beso. La verdad es que nos costó soltarle las manos. Creo que hoy hemos recuperado los tiempos perdidos.”
Pero si alguien suponía que los desaparecidos podían ser uno de los grandes temas por tratar cuando el papa Francisco visitara la Argentina en diciembre, como habían anunciado en algunos medios, ayer el portavoz vaticano, padre Federico Lombardi, lo desestimó. En una rueda de prensa exclusiva con periodistas extranjeros dijo que el único viaje al exterior previsto este año era el de Brasil, en julio, para la Jornada Mundial de la Juventud.
De la delegación formaba parte también la hermana Geneviève Jeanningros, sobrina de la monja francesa desaparecida Léonie Duquet, que está acompañando a la delegación de las Abuelas de Plaza de Mayo en la gira que están haciendo por algunas ciudades italianas. Cabandié estuvo en Bolonia junto al director Nicolás Gil Lavedra para la presentación de la película Verdades verdaderas, sobre la vida de Estela de Carlotto.
Carlotto y Roa partieron a Bolzano ayer para participar del Festival de las Resistencias Contemporáneas, donde Estela intervendrá junto al escritor argentino Mempo Giardinelli.
 

@@@
EL PAIS › OPINION

Francisco tiene la pelota

Por Washington Uranga
Las Abuelas, a través de Estela de Carlotto, le pidieron a Francisco que contribuya a la recuperación de los nietos desaparecidos abriendo aquellos archivos del Vaticano y de la Iglesia en Argentina que puedan aportar datos en ese sentido y para el esclarecimiento de las desapariciones forzadas. El Papa dijo “cuenten conmigo; estoy a disposición de ustedes”. El intercambio, escueto, sencillo, en el marco de la audiencia general de los miércoles en Roma, estuvo acompañado de la carta circunstanciada que las Abuelas entregaron a Francisco y que seguramente merecerá, en días más, una contestación formal de la Santa Sede. Quizás en esa respuesta pueda valorarse en mejor medida cuál es la disposición de la Iglesia, ahora en su máximo nivel institucional, para contribuir de manera decidida al esclarecimiento de los trágicos hechos que ocurrieron en la Argentina durante la dictadura militar. Si efectivamente lo pedido se concreta, lo que se haga no servirá –sin duda– para borrar las complicidades institucionales ya demostradas entre la jerarquía de la Iglesia Católica (la local y la vaticana) y los personeros de la dictadura, pero estará indicando que existe un cambio de rumbo, una modificación en la actitud de la jerarquía eclesiástica sobre el tema.
El ánimo que reinaba ayer en la delegación de Abuelas en Roma era de moderado optimismo. Creen que se abrió una puerta que puede ayudar al esclarecimiento de algunos hechos y, quizás, a recuperar la identidad que aún permanece oculta de hijos de desaparecidos. Estela de Carlotto, que a poco de asumir Bergoglio como papa planteó –a la luz de los antecedentes– su escepticismo acerca de la posibilidad de la predisposición eclesiástica, ahora mira, también ella, el futuro con mayor optimismo. La carta de Abuelas hace pedidos muy concretos y se basa en información cierta acerca de la existencia de información que obra en manos de la jerarquía eclesiástica y que nunca fue entregada a la Justicia. Pero aún más allá de eso, lo que se reclama es una actitud pastoral por la cual el Papa invite a los obispos argentinos y a los fieles católicos a aportar todos los datos que puedan obrar en su poder. Y lo hacen argumentando que “es un deber cristiano brindar información sobre el destino de los niños desaparecidos en Argentina”. Se paran en el terreno propio de la Iglesia para ejercer su demanda.
Francisco se ha instalado en el papado generando gestos que intentan modificar por lo menos una parte de las prácticas y también de la imagen de la Iglesia Católica. En lo que va del pontificado algunos de esos gestos han comenzado también a traducirse en hechos. Los primeros han sido de orden intraeclesial. Ensayar una forma nueva de colegialidad en el gobierno de la Iglesia nombrando una comisión internacional de cardenales; pronunciarse claramente en contra de los pedófilos y de quienes los protegen. Han sido pasos en el sentido de acompañar con hechos los gestos y el discurso. A lo ya señalado hay que sumar también que hace apenas unos días, Francisco, personalmente, decidió que se siga adelante con la causa de canonización (proceso hacia la santificación) del obispo mártir salvadoreño Oscar Arnulfo Romero, asesinado por el ejército en El Salvador el 24 de marzo de 1980. El proceso había estado trabado hasta ahora y por más de veinte años por decisión directa de Juan Pablo II y Benedicto XVI. Romero era un obispo considerado por muchos como demasiado cercano a la “teología de la liberación” y por lo tanto su eventual canonización podría, según los más conservadores, ser un “mal signo” para la Iglesia.
Hasta el momento nada está dicho acerca de la actitud que Francisco tomará respecto del pedido muy concreto que le formularon las Abuelas. Existió el gesto. En primer lugar de aceptar rápidamente recibir a la delegación a partir del pedido hecho mediante los buenos oficios del embajador argentino ante la Santa Sede, Juan Pablo Cafiero. Bergoglio no es un improvisado en la política de los gestos. Por eso es importante advertir que dio prioridad a la delegación argentina, que haya demostrado la mayor cordialidad con las Abuelas y que buscó incluso “complicidades” en el breve diálogo aludiendo a encuentros anteriores y reconociendo personalmente a cada uno de los visitantes. También a Juan Cabandié. Los gestos son mensajes. Importantes en sí mismos, aunque requieren siempre la posterior confirmación y ratificación en los hechos. Ayer se abrió una nueva puerta para el esclarecimiento de los crímenes del terrorismo de Estado en la Argentina. La Iglesia, ahora a través de su máxima autoridad universal, tiene la posibilidad de producir acciones que muestren su compromiso con los derechos humanos, la justicia y la democracia. Francisco, que es un hombre futbolero, sabe que la pelota está de su lado. Sólo cabe esperar.
Fuente: Pagina 12
@@@
25.04.2013 | Francisco recibió en el Vaticano a Estela de Carlotto, Buscarita Roa y Juan Cabandié

El Papa se puso a disposición de la búsqueda de las Abuelas

A través de una carta, la titular del organismo de DD HH le pidió la apertura de los archivos de la Iglesia sobre el terrorismo de Estado. Recordó el rol del Movimiento Familiar Cristiano.

Por: 
Tiempo Argentino
Durante un breve encuentro después de la audiencia pública en la Plaza San Pedro, el Papa Jorge Bergoglio recibió ayer a las Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto y Buscarita Roa y se puso "a su disposición" en la búsqueda de los niños apropiados durante la última dictadura. Las Abuelas le agradecieron la reunión y le pidieron la apertura de los archivos de la Iglesia sobre el terrorismo de Estado y que los miembros de la curia y sus feligreses aporten la información que tengan sobre sus nietos.
"Cuenten conmigo, estoy a su disposición", le dijo Bergoglio a Carlotto en el breve encuentro que mantuvieron ayer por la mañana, un gesto de acercamiento a los organismos de Derechos Humanos de Argentina luego de los cuestionamientos por su rol en la última dictadura. 
Carlotto le entregó un pañuelo blanco con el símbolo de la institución y una carta. El religioso, por su parte, bendijo el pañuelo de Buscarita Roa. Participaron además la religiosa Geneviève Jeaningros, sobrina de Léonie Duquet, la monja francesa secuestrada en la iglesia Santa Cruz en diciembre de 1977, y el legislador y nieto restituido Juan Cabandié.
Al dialogar con la prensa, Carlotto se manifestó "satisfecha y emocionada" y señaló que "empieza un nuevo camino con mucha esperanza". Sostuvo además que ahora esperan la respuesta de la Iglesia y señaló: "Tienen que accionar, llamar, conversar y buscar estrategias lo menos irritativas y provocadoras posibles." 
El pedido de las Abuelas a Bergoglio fue detallado en una carta que Carlotto le entregó en mano al Papa argentino. Allí manifiestan su satisfacción por el nombramiento como máxima autoridad católica y le agradecen haberlas recibido en la Santa Sede. "Deseamos que en su nuevo rol pueda arbitrar los medios necesarios para colaborar en la búsqueda de los casi 400 nietos y nietas que aún hoy no han recuperado su verdadera identidad. Así como también nos ayude a saber qué ocurrió con nuestros hijos e hijas desaparecidos, durante la última dictadura cívico-militar", detallaron en la carta y le explicaron que su colaboración "será de gran importancia para potenciar la visibilidad de la desesperada búsqueda a los ojos del mundo".
El escrito señala que uno de los mayores enemigos en la búsqueda ha sido el silencio, por eso le solicitaron "que pida a los miembros de la Iglesia y a sus feligreses que brinden la información que tengan sobre el paradero de los nietos y nietas". 
Recordaron la participación del Movimiento Familiar Cristiano en algunas apropiaciones y la colaboración de religiosas en los centros clandestinos de detención de Campo de Mayo. "Es en este sentido que rogamos también a Usted, tenga a bien abrir los archivos del Vaticano, así como los que existen en los arzobispados de Argentina, para conocer si allí hay algún dato que nos dé la felicidad de encontrar alguno de nuestros nietos", agrega la carta.

@@@

También le solicitaron que persuada a miembros de la grey que podrían colaborar 

Las Abuelas pidieron al papa Francisco la apertura de archivos vaticanos sobre la dictadura


Las Abuelas de Plaza de Mayo le entregaron hoy al papa Francisco una carta en la que le solicitan la apertura de archivos del Vaticano y la iglesia argentina, que puedan ayudar a conocer el lugar donde se encuentran 400 nietos apropiados ilegalmente por la última dictadura militar. "Deseamos que, en su nuevo rol como máxima autoridad de la iglesia católica, pueda arbitrar los medios necesarios para colaborar en la búsqueda de los casi 400 nietos y nietas que no han recuperado su verdadera identidad, así como también nos ayude a saber qué ocurrió con nuestros hijos e hijas desaparecidos", dice la carta entregada al papa argentino por la titular de Abuelas, Estela de Carlotto.
En la misiva, entregada esta mañana durante la audiencia pública en la plaza San Pedro, las abuelas piden asimismo la apertura de "los archivos del Vaticano, así como los que existen en los arzobispados de Argentina, para conocer si allí hay algún dato que nos de la felicidad de encontrar alguno de nuestros nietos". Además le solicitan a Jorge Bergoglio que "pida a los miembros de la iglesia católica y a sus feligreses que brinden la información que tengan sobre el paradero de nuestros nietos y nietas desaparecidos". 

"Rogamos a su Santidad explique a los miembros de la Iglesia y a sus feligreses que es un deber cristiano brindar información sobre el destino de los niños desparecidos en Argentina", indican, y le piden al papa que advierta que "constituye un pecado ocultar crímenes catalogados por la comunidad jurídica internacional 
como de lesa humanidad". 

Concretamente, las Abuelas recuerdan que ya lograron restituir la identidad de jóvenes que habían sido entregados en adopción por el Movimiento Familiar Cristiano, cuyos integrantes "seguramente puedan brindar información precisa". 

Fuente: Telam
-- 
La agencia de noticias de DH se edita desde 2007, y a partir de ahora con la nueva designacion por Memoria, Verdad y Justicia

No hay comentarios:

Publicar un comentario