Chile: Se cumplieron 40años del asesinato de VICTOR JARA. Símbolo de la resistencia al golpe de Pinochet

16.09.2013 | Símbolo de la resistencia al golpe de Pinochet

Se cumplen 40 años del asesinato de Víctor Jara en el Estadio Chile

  El cantautor y dramaturgo chileno fue acribillado a balazos por las fuerzas represivas luego de cuatro días de ser sometido a torturas. Sus canciones fueron grabadas por Quilapayún, Mercedes Sosa y Serrat, entre otros artistas.

Por: 

Tiempo Argentino

 Se cumplen hoy 40 años del asesinato del cantautor y dramaturgo chileno Víctor Jara, uno de los máximos referentes de la canción popular de protesta latinoamericana. Acribillado por fuerzas represivas de la dictadura de Augusto Pinochet en el Estadio Chile (su cuerpo presentaba 44 balazos) luego de cuatro días de ser sometido a torturas, Jara se convirtió en símbolo de la resistencia al golpe de Estado que, con auxilio del Departamento de Estado estadounidense, clausuró la experiencia de la vía democrática al socialismo liderada por Salvador Allende en el gobierno de la Unidad Popular. 

Autor de canciones como "Te recuerdo Amanda", "Manifiesto" y "Plegaria del labrador", actor y director teatral, intelectual comprometido y director artístico de Quilapayún entre 1966 y 1969, Jara fue arrestado por el ejército chileno el 12 de septiembre de 1973, un día después del golpe encabezado por Augusto Pinochet. 

Detenido junto con estudiantes, profesores y personal no docente que resistían el golpe en la Universidad Técnica del Estado de Santiago de Chile, Jara fue trasladado al centro de detención que funcionó en el principal estadio de fútbol del país trasandino, donde fue sometido a interrogatorios y torturas para ser acribillado de 44 balazos el 16 de septiembre. Su cuerpo fue arrojado en un baldío cercano al Cementerio Municipal, donde fue encontrado por pobladores, quienes avisaron a su viuda Joan Turner, que le dio un entierro clandestino. En 2009, 36 años después, la justicia ordenó la exhumación del cuerpo para someterlo a pericias y la fila de chilenos que rindieron tributo a Víctor Jara en su entierro definitivo y público alcanzó unas 50 cuadras. 

Hijo de campesinos del sur de Chile, Víctor Jara fue un intelectual comunista que apoyó el gobierno socialista de Salvador Allende (1970-1973). "Durante la dictadura (1973-1990) las canciones de Víctor se filtraban por el under; se escuchaban cosas como "Luchín", lo cantábamos quizás en la universidad, siempre como buscándolo y, cuando se levanta la prohibición en 1989, empecé a estudiar su vida y su obra siempre con admiración y amor por sus canciones, que son un registro de una época muy precisa", señaló la cantautora chilena Francesca Ancarola, quien editó en 2007 el disco Lonquén, en nuevas versiones para algunas de las canciones de Jara. 

"Las canciones de Víctor retratan de manera muy precisa toda una época chilena que, con la venida de la dictadura, se apagó para siempre", señaló Ancarola cuando vino a presentar ese material, que tiene también edición argentina. « 

Télam/Dpa

Eduardo Carrasco - Quilapayún

"Para nosotros, Víctor siempre será el amigo que se fue. Nos cuesta mucho verlo como el mártir emblemático de las luchas libertarias de nuestro pueblo. Por supuesto, ambas cosas son verdaderas pero no podemos dejar de verlo como ese compañero con el que recorrimos un camino de creación y de compromiso. Lo recuerdo en un día de invierno, saliendo de una peña, con un montgomery verde, con su guitarra en la mano y sonriendo al despedirse de nosotros una vez más, antes de subirse a su citroneta para partir de vuelta a su casa. Era una persona muy seria, retraída, muy preocupada por ser fiel a sus principios. Era muy fino tocando la guitarra y estaba siempre buscando acordes y sonoridades nuevas. Fue de un compromiso inquebrantable con las causas populares. Su influencia es decisiva y junto a Violeta Parra, es el artista popular más relevante en la historia de la música chilena."

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Su voz seguirá viva

 Por Teresa Parodi.  Víctor es uno de los artistas más importantes de la música latinoamericana, por su hermosa obra, su manera de reflejar los anhelos más profundos de su pueblo, a través de canciones inolvidables como la entrañable y dolorosa Te recuerdo Amanda o Angelita Huenumán.

Por: 

Teresa Parodi

 Víctor es uno de los artistas más importantes de la música latinoamericana, por su hermosa obra, su manera de reflejar los anhelos más profundos de su pueblo, a través de canciones inolvidables como la entrañable y dolorosa Te recuerdo Amanda o Angelita Huenumán. Víctor se sentía parte de su pueblo y sus canciones son retratos sonoros de su gente. En El cigarrito es imposible no ver al paisano chileno hablándole a su enamorada. 

Creo que por cómo pensaba y por lo que reflejaba en sus canciones es que le pasó lo que le pasó: lo mataron y le callaron la voz. Pero con toda su obra nos dejó una manera de mirar a Chile y a América Latina y nos mostró una profunda manera de ser chileno y latinoamericano. Fue un artista muy importante para todos nosotros. Por eso canto muchas de sus canciones, porque habla por nuestro pueblo y así su voz sigue viva.

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No puede borrarse su canto

 Por Gurí Jáuregui.  Víctor, antes de ser músico primero fue mimo, luego director de teatro y a partir de 1967, integrante del grupo más popular de la nueva canción chilena: Los Quilapayún. 

Por: 

Tiempo Argentino

 Víctor, antes de ser músico primero fue mimo, luego director de teatro y a partir de 1967, integrante del grupo más popular de la nueva canción chilena: Los Quilapayún. 

Era un notable intérprete y mejor autor. Sus canciones tienen ese tratamiento teatral que te permite reconocer el espacio y las profundidades de sus personajes.

Ese fue el impacto cuando oímos por primera vez Te recuerdo Amanda, una canción en tiempo de vals que grabamos en el '70 y que pudimos llevar a gran parte de América y Europa. Una auténtica historia de amor de Amanda y Manuel, sus verdaderos padres. 

En la propia poesía de esta canción aparece claramente la relación con su hogar de trabajadores y militantes. Sus asesinos jamás le perdonaron sus ideas y su valentía. 

Fue encarcelado en el Estadio Nacional; le cortaron las manos y lo mataron seis días después del golpe.

Su recuerdo y su ejemplo seguirán vivos en todos nosotros. El mes que viene nos volvemos a juntar en Buenos Aires con los Quilapayún para que la memoria siga en pie.

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6.09.2013 | OPINIÓN

A mi hermano inmolado

 Por Víctor Heredia. La memoria remite a las imágenes que atesoramos de aquellos que alguna vez dejaron una huella en nuestro espíritu, es inevitable, como también a las palabras y a las melodías de uno de los compañeros compositores más queridos de este continente. 

Por: 

Víctor Heredia

 La memoria remite a las imágenes que atesoramos de aquellos que alguna vez dejaron una huella en nuestro espíritu, es inevitable, como también a las palabras y a las melodías de uno de los compañeros compositores más queridos de este continente. Te recuerdo Amanda será imborrable en ese sentido, y tantas otras tan bellas y premonitorias como Manifiesto, que tuve el inmerecido honor de cantar en su disco homenaje. 

Víctor dejó una huella tan clara y de tanta hondura ética que, a pesar de los ya 40 años que pasaron desde su asesinato a manos de la dictadura de Pinochet, su  ternura militante nos recorre la guitarra, nos recuerda que somos algo más que meros artistas de escenario. Tengo su recuerdo guardado junto a su sonrisa, entre los mejores de mi vida, como guardo el gesto de Neruda asintiendo ante mi música para su Cuerpo de mujer, como guardo el de Salvador Allende en su Chile amado, sereno, combativo, buscando el camino de salida frente a los traidores, como guardo el de Zitarrosa y mi propia juventud enriquecida por sus ejemplos y sus amorosos abrazos.

 No habrá olvido ni tampoco perdón para su asesinato, pero no es sólo una sentencia escrita en el muro frío de algún paredón de una barriada chilena, no lo habrá porque Víctor, como tantos otros, escribió sus poemas en el cielo más azul de todos, el corazón del pueblo. Allí garabateó su esperanza, sus luchas, sus alegrías y sus penas. Imposible olvidarlo, imposible ignorar su hombría a la hora de decidir su destino de cantor verdadero.

Mi lágrima y mi flor para el hermano inmolado.

Fuente: Tiempo Argentino

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