martes, 29 de septiembre de 2015

Testigo sostuvo que Levín estuvo en la Comisaría donde fue torturado


Testigo sostuvo que Levín estuvo en
 la Comisaría donde fue torturado

El testigo Jorge Arturo Romero aseguró ayer que vio al empresario Marcos Jacobo Levín en la Comisaría 4°, donde él y otros trabajadores de La Veloz del Norte habían sido torturados y obligados a firmar una declaración en la que reconocían una supuesta estafa a la empresa.
“Estando en la Comisaría lo vi al señor Levín, lo vi en dos oportunidades”, siempre después de las 21. Aunque desde su celda Romero no veía la puerta de acceso a la oficina del subcomisario Víctor Hugo Bocos, que también está siendo juzgado en este proceso, el testigo sostuvo que la dirección del empresario hacía pensar que iba a esta oficina.
A sus tareas de policía Bocos sumaba una ocupación incierta en La Veloz del Norte. Varios testigos han afirmado que lo veían siempre en la empresa, al punto que pensaban que era empleado. Romero afirmó que lo vio con el uniforme de La Veloz. Y Ciriaco Norberto Justiniano, otro ex empleado que declaró en la víspera, dijo que ni siquiera sabía que Bocos era policía, para él era un inspector de la compañía que solía andar en el automóvil Ford Falcon celeste de la firma.
Romero, Justiniano y otros trabajadores fueron detenidos en enero de 1977, a raíz de una denuncia de Levín, que aseguraba haber sido víctima de una estafa por parte de algunos empleados.
Justiniano contó que existía una lista, y que si bien eran muchos los empleados citados a la Comisaría, los que estaban señalados con una equis en la lista quedaban detenidos, y fueron torturados, hasta que firmaron declaraciones confeccionadas con anterioridad en las que aceptaban responsabilidad en la acusación. Justiniano afirmó que los que detenidos eran los que participaban de actividades gremiales, que acompañaban al delegado interno, Víctor Manuel Cobos, en las acciones de la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Este juicio es precisamente para determinar la responsabilidad de Levín y de los policías retirados Bocos, Enrique Cardozo y Víctor Hugo Almirón en la detención irregular y las torturas a Cobos. Los hechos de los que fueron víctimas otros empleados de la firma están tramitándose en otra causa.
Romero fue detenido en la empresa, Cardozo y otro policía de apellido Figueroa lo llevaron a la 4°. Pasó la primera noche en una celda. Al otro día “temprano” lo llevaron a “una piecita, hicieron arrancar una moto, prendieron una radio”, le vendaron los ojos y comenzó el interrogatorio: querían que hablara del supuesto fraude, como lo negó, recibió los primeros golpes. Al otro día se repitió la escena, solo que esta vez le preguntaron también por las actividades gremiales, volvió a negarse y se repitieron los golpes. El tercer día fue interrogado, golpeado y sometido a una picana. Así siguieron “hasta que tuve que hacerme cargo para que dejaran de torturarme”. Entonces lo llevaron a la oficina de Bocos, donde firmó la primera “confesión”. Luego firmó otra en presencia del juez Trincavelli (fallecido).
Y luego fue trasladado a la cárcel de Villa Las Rosas, donde fue amenazado de muerte, con un arma en la cabeza, por negarse a continuar con una práctica de saltos de rana.
A Justiniano también lo torturaron desde el segundo día. Los verdugos eran Bocos, Cardozo, Figueroa y “Sapo” Toranzos: “Nos sacaban desnudos, nos mojaban, nos picaneaban por todo el cuerpo”. Y también firmó una declaración, en presencia del juez, de Bocos y Cardozo.
También el testigo Rubén Vrh contó que fue detenido y torturado en dependencias de la Comisaría 4°, y que fue obligado a firmar una declaración.



“Yo maté a
San Martín”

Veinte o 30 días después Jorge Romero recuperó la libertad, y volvió a La Veloz del Norte para completar una paradoja: Marcos Levín le preguntó si era cierto que le había robado, Romero dijo que no, “¿Por qué te hiciste cargo entonces?”, quiso saber el empresario: “Por la tortura” fue la obvia respuesta; “si me hubiesen preguntado si yo maté a San Martín hubiera dicho que sí”, recordó Romero que le dijo.
Levín “esbozó una sonrisa, me dijo que le presentara la renuncia. Y me quedé sin trabajo”.


Inspección

El próximo lunes el Tribunal Oral de Salta inspeccionará el lugar donde funcionaba la Comisaría 4° de esta ciudad, en Lerma 656. Ese lugar figura en el informe de la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP) como un centro clandestino de detención.
Ahí fueron torturados los empleados de La Veloz del Norte denunciados por el empresario Marcos Levín.
La inspección se hará con el aporte de testigos que serán propuestos por los fiscales y las querellas.

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